Jerez Íntimo
Marco Antonio Velo
De Jerez a San Fernando: un abuelo habla con su nieto
El gobierno local dice, pero no hace. Y mientras, las obras del parque eólico El Barroso avanzan a pasos acelerados en el entorno de Macharnudo, en pleno corazón de los pagos históricos de viñas del Marco de Jerez. Los afectados por el proyecto de energías renovables que promueve Capital Energy siguen a la espera de algún paso en firme por parte del Ayuntamiento, que ahora anuncia una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para proteger “taxativamente” el viñedo frente al avance de los aerogeneradores de cara al futuro.
La medida, por tanto, no paralizará el parque de Macharnudo, que se quedará como una mancha en el expediente que aprovechó un supuesto vacío legal existente entre lo que regía en el año 2019, cuando el gobierno local interpretó que la protección del viñedo estaba garantizada por el Plan Especial de Recursos Eólicos del término municipal de Jerez y lo que regirá cuando se apruebe la modificación del PGOU, que los mismos responsables municipales rechazaron dos años atrás.
El delegado de Urbanismo, José Antonio Díaz, asegura que el baile de criterios obedece a un cambio normativo de la Junta sobre el uso del suelo no urbanizable, que desde 2020 establece que “todo lo que no está prohibido expresamente, está permitido” y, por lo visto, la protección del viñedo de la que en 2019 alardeaba el gobierno local, con su alcaldesa, Mamen Sánchez, al frente, no era tal, o eso interpretan ahora los técnicos de Urbanismo que han avalado la concesión de una licencia de obras del parque El Barroso que hace dos años no habría logrado el visto bueno municipal.
Al hilo de la contradicción, cabría preguntarse si el Ayuntamiento no tendría que haber reaccionado con mucha más antelación al susodicho cambio de las reglas del juego del suelo no urbanizable para evitar que se colara un parque eólico en lo más sagrado del viñedo de Jerez, para el que se presumía que existía una protección especial. De hecho, el gobierno local esgrimió en su rechazo a la petición de la Ruta del Vino y el Brandy del Marco de una mayor protección del viñedo frente a los molinos de viento que no era necesario ampliar dicha protección al estar prohibida su instalación en la zona del viñedo.
Donde dije digo, digo Diego. El asunto tiene su miga, y así lo están mirando con sus abogados viticultores y bodegas, así como el Consejo Regulador, que siguen a la espera de que el gobierno local cumpla su compromiso de facilitarles el acceso al expediente de la licencia de obras, tal y como prometieron el responsable de Urbanismo y la alcaldesa en una reunión celebrada hace ya dos semanas.
Díaz asegura, en este sentido, que el trámite de acceso a información pública lleva su tiempo, pero insiste en que no pondrán trabas para que así sea. Y también anuncia que el Ayuntamiento se personará en el proceso de la declaración de utilidad pública de El Barroso para, de un lado, solicitar la corrección de la relación de titulares afectados (el Ayuntamiento figura como titular de terrenos que aseguran no son suyos) y, de otro, alegar que el parque eólico colisiona con el plan del viñedo y su desarrollo enoturístico que impulsa el propio gobierno local y en el que lleva años trabajando.
Es decir, el ejecutivo de Mamen Sánchez vuelve a tirar balones fuera para que sea la Junta la que resuelva, si cabe, el entuerto desde el punto de vista ambiental, pero no contempla hacer nada desde el punto de vista urbanístico, al que según Díaz se limitan las competencias municipales.
Llama la atención que el Ayuntamiento conceda licencia a un proyecto que choca frontalmente con sus propios planes de desarrollo turístico del municipio y, en lugar de evitarlo por sus medios, pida amparo a la Junta para que le saque las castañas del fuego. Claro que también hay que mirar con lupa, y así lo están haciendo los afectados, el estudio de impacto ambiental que aprobó el Gobierno andaluz en un paraje de gran valor paisajístico, arqueológico, cultural...
Para el ex alcalde y ex responsable de Urbanismo, Pedro Pacheco, sin embargo, todo lo que no sea suspender provisionalmente la licencia de obras municipal del parque eólico, y que por tanto compete al Ayuntamiento, es “un error de bulto” y "es para nada".
A su juicio, la contradicción entre el rechazo a la ampliación de la protección del viñedo de 2019 y el anuncio en el último pleno de una modificación del PGOU para ampliar dicha protecciónjustifica la paralización de las obras para aclarar si el viñedo está o no protegido y revisar las condiciones en las que se ha concedido la licencia al parque eólico El Barroso.
Sobre la limitación de competencias a la que alude José Antonio Díaz, Pacheco recuerda que “todo lo que ocurre en el término municipal de Jerez, ya sea en materia urbanística o medioambiental, compete a su Ayuntamiento”, y añade que “la modificación del PGOU anunciada sin la suspensión temporal de la licencia es un signo de debilidad”.
El ex regidor jerezano apremia igualmente a facilitar el acceso inmediato de los afectados al expediente, al que tienen derecho como parte interesada. “Todo lo demás es enredar, pero ojo, que no toquen nada porque hay una posible prevaricación administrativa, pero si cambian algo del expediente, pasaría a ser un delito Penal”.
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