Haza de la Torre, un humedal artificial de Jerez camino de ser protegido
Unas antiguas balsas de desechos de la azucarera próximas a Mesas de Asta han pasado a ser uno de los principales refugios de aves de la provincia
La Junta ha iniciado el procedimiento para protegerlas mediante su inclusión en el Inventario de Humedales de Andalucía
Una apuesta por la cerceta pardilla

A principios de este siglo, la compañía azucarera Ebro Foods tenía en propiedad unas balsas de agua que había construido en las cercanías de la barriada rural de Mesas de Asta para depurar sus aguas en el proceso de tratamiento del azúcar. Sin embargo, con el cierre de la planta que tenía en Guadalcacín, este enclave dejó de tener utilidad.
Dentro de los planes de desinversión que estaba obligada a hacer por la reconversión del sector establecida por la Unión Europea, se encontraba la restauración de este paraje artificial que, por sus características y emplazamiento, se vislumbró que podría convertirse en un enclave de alto valor faunístico. Y así ha sido. Casi dos décadas después de que la compañía y la Junta de Andalucía firmaran varios convenios para su limpieza y restauración, la Haza de la Torre, que es así como se llama este paraje, es un espacio vital para las aves.
Por este motivo, la administración autonómica ha iniciado los trámites para que la Haza de la Torre sea un enclave ambiental protegido. Así, el pasado mes de noviembre, tras un procedimiento iniciado por el Servicio de Espacios Naturales Protegidos de la Junta de Andalucía en la provincia, el Comité Andaluz de Humedales aprobó por unanimidad su inclusión en el Inventario de Humedales de Andalucía. En este momento, la propuesta se encuentra en exposición pública para la presentación de alegaciones antes de su ingreso efectivo en este grupo donde hay otros 228 humedales de toda la comunidad, seis de ellos en el término municipal de Jerez.
El futuro humedal Haza de la Torre estará conformado por dos balsas de agua que ocupan una superficie total de 39,4 hectáreas cuyo único aporte de agua es el de las precipitaciones de lluvia, aunque es factible conectarlo con algunos arroyos de escorrentías que hay situado en su entorno. Las dos cubetas son artificiales (se construyeron para la actividad de la azucarera), pero se decidieron mantener los muros que sustentan el agua y, de paso, convertirlo en un lucio, un humedal de agua dulce en un entorno salobre, con la creación de dos islas para que las aves pudieran anidar. Este paraje se encuentra en uno de los brazos que formaba parte del antiguo estuario del Río Guadalquivir. De hecho, hay constancia de mapas de que a esta zona la denominaban Laguna de Mesas de Asta, Laguna Grande o Laguna del Mortero.
Estas intervenciones realizadas hace más de una década han permitido que, a día de hoy, la Haza de la Torre sea ya un pequeño paraíso para las aves. De hecho, se considera que es uno de los refugios más importantes de la provincia, tanto o más que todo el Parque Natural. Durante las invernadas se han llegado a contar más de 5.000 ejemplares de 30 especies distintas, entre las que destacan la cerceta pardilla, el águila pescadora y la grulla común. Además, se considera que es uno de los principales espacios de toda la cuenca del Mediterráneo para la pagaza piconegra y se han detectado importantes poblaciones de avocetas y gaviotas picofinas.
Un paraje a proteger junto a una planta fotovoltaica
En la misma finca donde se encuentra el futuro humedal de la Haza de la Torre se está construyendo en la actualidad una planta fotovoltaica que tendrá una superficie de unas 30 hectáreas aproximadamente. Para que la instalación solar obtuviera el beneplácito de la Junta, inicialmente fue reticente dado que el enclave está dentro de un perímetro de protección de las aves esteparias, el promotor, la compañía granadina Greening (aunque no fue la firma que inició este proyecto) se ha tenido que comprometer a acometer medidas correctoras durnate la construcción y posterior puesta en funcionamiento de la planta.
Además de extremar las precauciones ambientales y de acopio de materiales durante la fase de construcción, debe instalar una pantalla visual vegetal de especies autóctonas a lo largo del perímetro de las instalaciones. Además, deberá colocar bebederos, refugios, posaderos y cajas nido de distintas tipologías para distintas especies de aves, murciélagos e insectos.
Asimismo, tiene que acometer durante el periodo que esté operativa la ejecución de un programa con medidas compensatorias ambientales por un presupuesto mínimo de 15.000 euros anuales, así como informar regularmente al organismo autonómico sobre su cumplimiento.
El sexto humedal jerezano
Una vez culminen estos trámites, la Haza de la Torre se convertirá en el sexto humedal del término municipal de Jerez con protección. Por sus dimensiones y capacidad de cubeta, se convertirá en el cuarto más grande de los inscritos en el Inventario Andaluz de Humedales existentes en la ciudad.
El más grande sigue siendo la Laguna de Medina, con más de 120 hectáreas de vaso. Le sigue la Laguna de los Tollos, que es compartido por los términos municipales de Jerez y El Cuervo, con algo más de 100 hectáreas de superficie. El tercero en extensi´n es la Marisma de Casablanca, un humedal situado al norte del término municipal muy próxima a la linde con Trebujena.
Los otros espacios protegidos son las Lagunas de la anteras y del Tejón, en la 'frontera' con el municipio de Puerto Real.
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