Heridos en Jerez por el derrumbe de una casa en San Miguel: "Nos podría haber matado"
La familia que ha resultado herida leve por el desprendimiento relata cómo lo ha vivido
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Un gran estruendo. Polvo. Gritos. El derrumbe de parte de una casa abandonada en la calle Ramón de Cala, esquina con Zarza, podría haber sido una tragedia. Una familia comía en la terraza de la abacería de enfrente cuando todo ha ocurrido y cuenta cómo en cuestión de segundos la pared se desplomó.
"Estábamos comiendo en esa esquina y empezó a caer como piedrecitas, y nos dijeron los del bar que llevan meses diciendo que esa fachada se iba a caer. No nos ha dado a tiempo de más. En treinta segundos se ha derrumbado. Si en lugar de caer como ha caído, cae en bloque para adelante, nos mata a todos. Eso nos cae encima y nos mata, es que podría haber sido una tragedia gorda", relata el padre.
A su lado, su hijo se levanta la camiseta y muestra unas heridas en su espalda. "Mi padre ha dicho que eso tenía pinta de que se iba a caer e inmediatamente se ha desprendido, yo he tenido que saltar, me han caído cascotes en la espalda. Un hombre ha dejado una moto en esa esquina y a los veinte minutos se ha caído. Es muy fuerte", cuenta el joven. A su lado, su hermana se sujeta la muñeca por una posible contusión y la pequeña se queja de la rodilla.
"Nuestra mesa ha acabado con piedras y polvo. Yo es que no veo bien por la arena que me ha entrado. Ha sido un susto enorme", dice la madre mientras se lava los ojos con una gasa humedecida. "De repente nos hemos quedado como ciegos por el polvo, parecía como una guerra", reitera el padre. Justo después, la familia se ha trasladado al Hospital para valorar las heridas.
La vecina de una de las casas colindantes a la finca siniestrada corrió a la calle cuando pasó todo: "Esa casa tiene un patio entre su casa y mi casa, así que mi pared no está dañada. Se notó algo raro y después hubo un ruido muy grande. Escuchaba a la gente gritar y me he venido a la calle porque me daba miedo quedarme ahí arriba".
La vecina continúa explicando que "cuando se fue la última vecina, la casa se quedó abandonada. Estuvieron arreglando cosas en el tejado, pero dejaron las obras, no sé por qué. Estas Navidades vinieron los técnicos del Ayuntamiento a valorarlo porque se había caído un trozo y nosotros como vecinos sabíamos que los techos estaban sin terminar y también llamamos. Pero no sé qué más se ha hecho. La casa estaba como encintada porque hace poco se cayeron unos cascotes de pared. Aquí los vecinos sabíamos que había peligro", declara la vecina.
Desde el Ayuntamiento informaron de que este lunes se procederá a realizar cortes de luz en la zona. Las calles donde se encuentra el inmueble quedarán cortadas hasta nuevo aviso para el tránsito de vehículos, habilitando un espacio para peatones.
Una trabajadora de la zona repetía tras el suceso en voz alta "es que lo sabía, es que lo sabía. No quiero decir nada, pero es que se sabía". El sentir vecinal es que la vivienda necesitaba una intervención urgente, y aunque todo indica que no hay que lamentar graves daños personales, San Miguel ha rozado la tragedia.
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