“La hiperplasia benigna de próstata sí tiene cura”
Contenido ofrecido por ICUA Andalucía
Dr. Álvaro Juárez Soto.
ICUA Andalucía. Jefe del Servicio de Urología del Hospital San Juan Grande de Jerez de la Frontera.

Uno de los problemas que viene de la mano de cumplir años para el hombre es la Hiperplasia Benigna de próstata. La próstata rodea la uretra y es la glándula que contribuye a la producción de líquido seminal. No se conocen los motivos reales pero lo cierto es que a partir de los 30 años se produce un crecimiento natural de esta glándula que puede obstruir la salida natural de la orina.
El doctor Álvaro Juárez, urólogo, Director Médico de ICUA Andalucía, nos explica cuáles son los síntomas y soluciones para esta patología que afecta al 50 por ciento de los hombres mayores de 60 años.
¿Cuáles son los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata?
Cuando la obstrucción es moderada o severa, objetivamos que orinamos con un chorro más débil, entrecortado, que tenemos que hacer fuerza con el abdomen y además, tras la micción, no nos quedamos satisfechos, e incluso con dolor abdominal bajo.
También aparecen síntomas debidos a la irritación que la obstrucción produce en la vejiga, como levantarse muchas veces por la noche, ganas imperiosas de orinar…
Al final, puede llegar el día que no se pueda orinar y haya que ir a urgencias para colocarse una sonda y poder evacuar la orina.
¿Cuáles son las pruebas diagnósticas?
El diagnóstico preciso del grado de obstrucción que la próstata produce a la salida de la orina, se realiza con una Flujometria, una ecografía y de forma complementaria una analítica para determinar el valor del PSA. Toda estas pruebas se pueden hacer en un solo acto médico, de forma que con una única visita, el paciente sale con un diagnóstico preciso y una indicación de tratamiento.
¿Cuáles son los tratamientos?
La elección del tratamiento depende del grado de obstrucción. Hay que tener en cuenta que la vejiga no está diseñada para luchar contra la obstrucción que produce la próstata. Si esta situación se prolonga mucho tiempo, la vejiga se deteriora, apareciendo trabéculas, divertículos e incluso piedras en su interior. En estos casos, los resultados de los tratamientos no son óptimos.
Por tanto, en el caso de obstrucciones leves o moderadas, el tratamiento farmacológico puede ser una buena opción. Sin embargo, cuando la obstrucción es severa, la desobstrucción quirúrgica está indicada.
¿Cuándo se recomienda la cirugía?
La cirugía está indicada cuando hay una obstrucción severa certificada por una flujometria y una ecografía. Clínicamente el paciente nota que orina con chorro muy débil, entrecortado, haciendo fuerza con el abdomen, se levanta por la noche entre 2 y 6 veces, tiene urgencia de encontrar un sitio para orinar o bien, ya no puede orinar y tiene que ser sondado.
¿Cuántas técnicas quirúrgicas hay?
La cirugía de la Hiperplasia Benigna de la Próstata consiste en extirpar total o parcialmente la porción de la próstata que aprisiona la uretra y que obstruye la salida de la orina.
Existen varias técnicas. Las más extendidas se describieron en el siglo 19 y en el 20, como son la adenomectomía abierta y la RTU de Próstata. Más recientemente se implantaron las técnicas con láser, que pueden ser de enucleación (extirpación total de la parte de la próstata que obstruye) o de fotovaporización (extirpación parcial de la parte de la próstata que obstruye).
El problema de las técnicas que extirpan parcialmente la parte de la próstata que obstruye es que pueden recidivar, y a muchos pacientes hay que operarlos una segunda vez.
La cirugía abierta si extirpa toda la parte obstructiva, pero es una técnica muy agresiva, con varios días de ingreso, sonda durante más de una semana, drenaje en el postoperatorio, gran riesgo de infección de la herida etc.
¿Qué aporta la Enucleación Anatómica de la Próstata con láser de Holmio?
El valor que añade esta técnica es que extirpa totalmente la parte de la próstata que obstruye (igual que la cirugía abierta), pero la recuperación postquirúrgica es tan rápida, que el paciente es dado de alta al día siguiente de la cirugía y sin sonda (con la cirugía abierta, el tiempo de sonda es de unos 10 días, y con la RTU unos 5), siendo el riesgo de sangrado e infección inapreciable. Básicamente te permite incorporarte a tu vida normal en 24 horas.
Nosotros recomendamos a los pacientes que opten por este tipo de cirugía. De hecho, en el Hospital San Juan Grande de Jerez es la única técnica que realizamos para el tratamiento quirúrgico de la HBP y en breve lo estaremos haciendo en otro hospital de la provincia de Cádiz.
¿Es fácil recuperar mi vida tras la operación con láser?
La rápida recuperación postquirúrgica debido al bajo riesgo de sangrado y que la HOLEP es una técnica mínimamente invasiva que se realiza a través de la uretra, sin incisiones y que el alta se produce a las 24 horas sin sonda, hacen que el paciente se incorpore a su vida normal en 24 horas, y en poco tiempo recupera su función sexual y miccional. Además, la resolución del problema es definitivo.
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