La noche jerezana se mueve
Hostelería
El centro se prepara para una avalancha de aperturas de establecimientos hosteleros, muchos enfocados al 'tardeo' y la noche
"Hay sitio para todos", coinciden en señalar los hosteleros que vienen a llenar el hueco dejado por la fuga de muchas tiendas
Bares, bares, bares. El centro de Jerez se prepara para una avalancha de aperturas de establecimientos hosteleros, muchos de ellos dentro del segmento del ocio nocturno o 'tardeo', como prefieren llamarlo ahora por la extensión de su horario desde primeras horas de la tarde hasta la madrugada.
Los bares copan, nunca mejor dicho, junto a los apartamentos turísticos los proyectos empresariales ya inaugurados o en ciernes del casco histórico para llenar el hueco dejado por las tiendas, principalmente vinculadas a grandes cadenas del sector textil, que dejaron huérfano al centro de la ciudad antes incluso del estallido de la pandemia.
Uno de los sectores más castigados por la crisis sanitaria, que se ha llevado por delante más de un negocio hostelero en la ciudad, bulle con fuerza nada más levantarse las restricciones por el coranavirus. El covid no ha logrado minar el ánimo de estos empresarios de la hostelería, algunos ya consagrados y otros de nuevos cuño, aunque con una amplia experiencia en el sector, que afrontan la nueva normalidad con grandes dosis de optimismo y muchas esperanzas puestas en los establecimientos con los que aspiran contribuir a revitalizar el casco histórico y dar impulso a la recuperación económica.
Y aunque muchos jerezanos no compartan la apuesta por un modelo de ciudad basado en el turismo, es lo que hay para hacer frente por estas latitudes a la lacra del paro, si no ya para reducir sus listas, al menos para que no sigan engrosándose.
Cervecerías y pubs –o ambas cosas a la vez–, en los últimos tiempos diseminados por otros puntos del casco urbano y la periferia, acuden al centro para complementar la amplia oferta gastronómica, ya consolidada entre los atractivos turísticos de la ciudad, con nuevas propuestas que, de paso, permitirán descongestionar zonas saturadas como la calle San Pablo, la gran cantera de los nuevos hosteleros del casco histórico.
Precisamente, de esta céntrica calle bebe 'Urbano’, el primero de los bares de café y copas –otra forma, al fin y al cabo, para referirse a los pubs– recientemente inaugurado en lo que en su día fue la Cafetería Bristol de la plaza Romero Martínez.
La entrada es una réplica de la del coliseo jerezano y el nombre del negocio hace alusión a la decoración del local, que simula una calle del centro con adoquinado, farolas, señales de tráfico y hasta el rótulo de una calle dedicada a 'Salmonete' en su interior. Detrás de esta iniciativa figuran Jorge Ferrari ('La Ventana', calle San Pablo), Juanma Medel ('El Siete', calle San Pablo) y Alex Ruiz, o lo que es lo mismo, un trabajador de banca metido a hostelero en la anterior crisis financiera, un hostelero con 30 años de experiencia y un arquitecto técnico con muchas tablas detrás de la barra.
El local que ocupan es propiedad del Ayuntamiento en el edificio anexo al Teatro Villamarta, que explotarán a través de una concesión administrativa los próximos diez años, con posibilidad de una prórroga de otros cinco. Tiempo suficiente, apunta Ferrari, para amortizar la inversión realizada en un espacio con el que, en cierta manera, vienen a llenar el hueco que dejó el cierre durante la crisis sanitaria del bar del teatro, más enfocado a los desayunos.
'Urbano' se estrena en la escena hostelera del centro con tres o cuatro trabajadores en plantilla, que podrán ampliarse hasta seis siempre que la clientela responda, explica Ferrari, quien considera que en el centro hay sitio para todos por el incremento del turismo español registrado desde el verano y que confía en que se mantenga.
Ferrari y sus socios se embarcaron en el proyecto en prepandemia –la adjudicación se resolvió en septiembre de 2019–, y pese a que el confinamiento tras la declaración del estado de alarma "dejó muy tocada a la hostelería, siempre confiamos en que se iba a recuperar y, de momento, creo que hemos acertado", porque "Jerez está de moda y pienso que va a ir a más".
Cristian García Romero y Carlos Martín Márquez,
dos treintañeros que también han echado los dientes detrás de una barra, abanderan el proyecto de una nueva cervecería-pub en la calle Conde Cañete del Pinar esquina Algarve, que verá la luz quizás este mismo mes de noviembre con el nombre de ‘Algarabía’ en un local de la antigua Caja San Fernando.
Estos dos jóvenes emprendedores que se autodefinen como "curritos" llevaban algún tiempo buscando local en el centro para poner en marcha su propio negocio. "Sabíamos lo que queríamos, aunque cuesta sangre, sudor y lágrimas, pero estamos muy ilusionados y con muchas ganas de empezar", indica Cristian, que antes de dar el salto ha pasado por distintos locales de la calle San Pablo, donde aprendió el oficio rodeado de "grandes profesionales como Richard ('Green Park', San Pablo), que nos ha dado muy buenos consejos y que hasta muchos piensan que era nuestro socio en este proyecto".
"Tener un padrino siempre ayuda mucho en un gremio como el de la hostelería en el que hay mucho compañerismo", explica Cristian, "y esto es un máster para nosotros", añade Carlos, su socio, que ofrece algunos detalles de la montaña rusa que supone embarcarse en un negocio hostelero por los "engorrosos trámites burocráticos" que implica.
Cristian y Carlos quieren distinguirse con una oferta basada en una "amplísima" carta de cervezas y "uno de los mejores cafés del mundo" en un establecimiento hostelero a medio camino entre una cafetería, una cervecería y un pub con música ambiental.
Ambos emprendedores coinciden en que en el centro hay sitio para todos: “cuanta más variedad, mejor, y lo que no viene bien es que haya locales cerrados”.
En este sentido, Carlos añade que "Jerez tiene mucho que ofrecer; tiene una oferta gastronómica y cultural de calidad que se acerca al modelo de Sevilla o Málaga", no así al de otros destinos de la provincia de la costa, que por su experiencia personal, considera que están más enfocados al turismo de juerga. “No he visto más despedidas de soltero juntas en mi vida que en Conil y El Palmar, donde he trabajado algunos años”.
En la vecina plaza Plateros hay dos proyectos de nuevas aperturas de establecimientos hosteleros, uno más avanzado pues hasta tiene colgado ya el rótulo con su nombre –‘Vuelta y Media’– y otro que, según fuentes del sector, aún está enredado en la maraña burocrática para la obtención de las licencias a la que aludía Carlos Martín con anterioridad. El promotor del primero de estos proyectos, aseguran las mismas fuentes, está detrás de la apertura de otros dos establecimientos de hostelería en la plaza del Banco, donde apenas resiste hoy día uno de los hasta cinco bares con los que llegó a contar este céntrico enclave antes de la pandemia.
Muy cerca de Plateros, en calle Chapinería, avanza a pasos agigantados otro proyecto hostelero del ‘tardeo’, según reza en el cartel que preside la terraza y en el que puede leerse “No eras de tardeo hasta que no viniste a Santos Pecados”. Cuatro empresarios ya curtidos en el sector, Juan Pablo Vega ('Restaurante La Piedra'), Daniel Muñoz ('Bar Rody') y los hermanos Marcos y Carlos Llovet ('Las Cuadras'), lideran este proyecto, que destaca por su gran terraza ajardinada con unos 300 metros de superficie.
Su nombre –'Santos Pecados'–, es toda una declaración de intenciones, reconoce Juan Pablo, quien detalla que han retranqueado incluso las paredes del local para ganar metros en el exterior y crear un porche techado al estilo de algunos bares del centro de Sevilla.
Cafetería, bar de copas..., el proyecto de estos cuatro socios recupera para la hostelería el local del antiguo 'Pool 8' y que con anterioridad funcionó bajo el nombre comercial de 'Los Palcos', ubicado a escasos metros de '55 Jazz Club', y que llevaba 25 años cerrado.
"Empezamos a moverlo en el año sabático de la hostelería, en lo más duro de la pandemia", señala Juan Pablo, a lo que Marcos Llovet añade que "es una apuesta arriesgada y un gran esfuerzo, pero estamos convencidos de que merece la pena".
Los hermanos Llovet y Juan Pablo, que como muchos de los anteriores empezaron a trabajar en el sector "desde cero", aseguran que "los hosteleros somos sufridores, pero es nuestra forma de vida", y coinciden con los impulsores de 'Urbano' y 'Algarabía', en que "cuanta más competencia mejor, porque aumenta el atractivo del centro, donde la hostelería es el único atractivo que queda tras el cierre de las tiendas".
Se trata de una "apuesta a largo plazo porque requiere una inversión muy fuerte; nos ha pasado un tren por encima, pero creemos en Jerez", recalca Juan Pablo, que tiene en mente inaugurar junto a sus socios el nuevo negocio a finales de noviembre, aunque como el resto, no depende sólo de ellos por aquello de la burocracia, y al margen de dar vida al centro, su esfuerzo es digno de elogio por el hecho de contribuirán a la causa de la creación de empleo con la contratación de entre ocho y doce trabajadores. Ahí es nada y sólo queda desearles a todos buena mano y buena suerte en el inicio de su andadura.
Un 'Bujío' en pleno centro
Montaditos, empanadas... y un perrito caliente “especial”, la joya de la casa. Carla Ruiz y Bea García Angulo, que también pasaron en su día por la ‘universidad hostelera’ de calle San Pablo, se embarcan en su primer negocio conjunto, una cervecería y take away que abrirá sus puertas en cuestión de días en el local de calle Caballeros que antes ocupaba 'Burger Centro', trasladado a la plaza del Progreso. Para su estreno en el noble arte del autoempleo, Carla y Bea se presentan en sociedad con el nombre de ‘Bujío’.
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