El Bar Arturo aguanta el tipo con una "carta restringida" por la falta de pescado

La hostelería de Jerez empieza a acusar los problemas de abastecimiento por los paros indefinidos del transporte, en particular los establecimientos de restauración especializados en algún producto como el Bar Arturo, el templo del 'pescaíto' frito que arrastra dificultades desde mediados de la semana pasada para encontrar el género fresco por el que se caracteriza su carta.

"Falta mucho producto, sobre todo marisco y el pescado de Sanlúcar como salmonetes, boquerones y puntullitas", explica una de las hermanas propietarias del Bar Arturo, quien asegura que "estamos tirando con lo poco que nos entra, principalmente choco, cazón, acedías y gallo".

El sábado fue el día más complicado desde el inicio de la huelga del transporte, ya que se vieron obligados a cerrar de noche al acabar con todo el género a mediodía, indica la también cocinera de la freiduría ubicada en el barrio de La Guita, que el resto de los días ha trabajado con una "carta restringida".

El poco género que tienen para "ir tirando", al margen de lo poco que entra de la Bahía, les llega de un proveedor de Galicia, que les ha surtido de moluscos, algo de pescado fresco del norte, de Marruecos y alguna gamba blanca de Huelva, pero "sota, caballo y rey", señala la copropietaria del negocio, quien no puede precisar el tiempo que podrán aguantar con las provisiones de aceite que compraron hace tres semanas.

"En el mercado no hay nada del aceite oleíco de 80% de semillas con el que trabajamos y no sé hasta cuando podremos tirar, pero confío en que esta semana se solucione" -la crisis del transporte-, señala.

El Bar Arturo no ha repercutido en la clientela el incremento de precios de los productos que, curiosamente, afecta más a los tomates y pimientos que al pescado, indica la copropietaria, quien se muestra partidaria de mantener el precio de venta al público o, en su defecto, subir lo mínimo imprescindible de los productos que registran mayores subidas.