Imágenes del puente de Cartuja

El puente, un siglo atrás, a través de las fotografías realizadas por el jerezano Enrique Butler Ortiz

El puente de Cartuja en una imagen de los hermanos José y Agustín García Lázaro.
El puente de Cartuja en una imagen de los hermanos José y Agustín García Lázaro.
Agustín García Lázaro - Centro de Estudios Históricos Jerezanos. Ecologistas en Acción.

16 de marzo 2025 - 05:05

EL presente 2025 se cumplen 500 años del inicio de las obras del puente de Cartuja, el más antiguo y monumental de los que cruzan el río Guadalete. Sumándose a las numerosas y variadas actividades para la celebración de dicha efeméride, Diario de Jerez va a ofrecer a los lectores, a lo largo del año, distintas láminas sobre la emblemática obra.

Enrique Butler, fotógrafo

La primera de estas imágenes, en la que se muestra una perspectiva del puente de Cartuja y el molino, fue realizada por el fotógrafo jerezano Enrique Butler Ortiz. Como nos recuerda el investigador J.Luis Jiménez, Butler nació en Jerez en 1893 y falleció en nuestra ciudad en 1981. Su familia paterna era de origen irlandés. Su padre nació en Gibraltar y fue apoderado de la casa vinatera Fernández Gao, donde estuvo también trabajando el propio Enrique, compatibilizando sus tareas en la bodega con las colaboraciones periodísticas en la prensa local y nacional. Muchas de sus fotografías aparecen ilustrando noticias o crónicas de diarios como El Sol, El Siglo Futuro y ABC, o revistas como Mundo Grádico o La Esfera.

Imagen de Butler.
Imagen de Butler.

La imagen que nos ocupa se difundió por primera vez en 1923 como tarjeta postal, junto a otras fotografías del mismo autor relacionadas también con el entorno del puente de Cartuja. En una de ellas, que se hizo muy popular, se muestra una manada de toros haciendo la aguada en el río Guadalete, junto al puente. En este paraje era frecuente la presencia de ganados para abrevar en el río y de los caballos, yeguas y potros de la cercana Yeguada Militar, alojada entonces en el Monasterio de la Cartuja y en la finca de Zarandilla, muy cercana al río. En otra de sus fotografías, tomada desde el mismo lugar que la anterior, se muestran el puente y el molino, esta vez sin la presencia de toros.

Estas imágenes se publicaron dos años más tarde, en octubre de 1925, en la Revista del Ateneo (Año II nº 15 p.54) como ilustración de un texto sobre el río Guadalete en la sección de Miscelánea de dicha revista. En el artículo que las acompaña se hace alusión a “…la pintoresca ribera del río Guadalete en las proximidades del puente de Cartuja. Río y puente tan relacionados con las tradiciones jerezanas, que constituyen parte esencial de su historia, los hechos que en sus aguas tuvieron lugar.”

El entorno del puente hace 100 años

La fotografía de la lámina publicada por Diario de Jerez fue realizada por Butler desde la orilla izquierda del río, aguas arriba del puente. En ella se aprecia en primer plano el tronco y parte de la copa de un gran álamo, una de las especies autóctonas que poblaban las riberas del Guadalete junto a fresnos, olmos, sauces y tarajes. Progresivamente, el eucalipto invadió después las alamedas del río y, ya a mediados de los cincuenta del siglo pasado, empezó a ser la especie dominante desplazando a la vegetación autóctona. Junto a la arboleda, un fotógrafo (tal vez el propio Enrique Butler en una suerte de autorretrato), capta imágenes del río.

Imagen de Butler.
Imagen de Butler.

Otro de los curiosos detalles que nos permite observar la fotografía es que el puente, en 1923, cuatro siglos después de su construcción, aún conserva el pretil de cantería original. Diez años más tarde, en 1933, sería sustituido por una discreta y sencilla barandilla de hierro que permitía así dotar de mayor anchura a la calzada por la que pasaba, hasta hace tres décadas, la carretera Jerez- Los Barrios. Por su mal estado y la inseguridad que ofrecía, sería retirada en 2012 en el marco de unas actuaciones de mejora del puente que fueron muy cuestionadas. En su lugar se instalaron las que pueden verse hoy día.

En el centro de la imagen, y ocupando buena parte el cauce del río, aparece una isleta, rodeada de carrizos y juncos en la que crecen también algunos álamos. Se trata de un depósito de sedimentos arrastrados por el Guadalete en sus crecidas y retenidos por la vegetación que, con el paso del tiempo, irán creciendo en altura y superficie. Esta isleta se pobló posteriormente de eucaliptos que con sus raíces llegaron a consolidarla de manera que, progresivamente, el cauce se iba aterrando. Tal como se muestra en la imagen, el río circulaba por un canal formado entre la mencionada isleta y su margen izquierda mientras que, por la orilla derecha, colmatado en parte su lecho, sólo discurría en momentos de crecidas.

Esta isla de sedimentos, auténtico obstáculo que disminuía la sección del cauce del río e impedía una circulación y evacuación fluida de los caudales de avenida, permanecería hasta 2017, fecha en la que se llevaron a cabo por la consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, obras de mejora en el entorno del puente de Cartuja. Así, entre el último trimestre de ese año y comienzos del siguiente se retiraron miles de toneladas de sedimentos y se talaron también numerosos pies de eucaliptos y de otras especies no autóctonas que habían crecido sobre ellos, mejorándose así la capacidad hidraulica del cauce, tal como lo vemos en la actualidad, en el que el río ha recobrado la amplitud y anchura que históricamente tuvo en este paraje del Vado de Medina.

El molino y la Venta de Cartuja

Uno de los aspectos más llamativos que nos ofrece la imagen es el que podemos observar en el extremo derecho del puente, donde el segundo de sus arcos parece estar cegado con un muro. Se trata de la pared del que fuera molino harinero del “pósito” o “de la puente”. A su lado, y junto a una gran palmera se observa el edificio de los almacenes. Esta última construcción aún existe en la actualidad albergando la Venta de Cartuja.

El molino harinero de cuatro piedras, edificado en 1581, dejó de funcionar en 1895 cuando una gran riada del Guadalete lo dejó inutilizado y no volvió a repararse. Su último propietario fue Francisco Virués Jiménez, quien se mantuvo luego al frente de la venta utilizando las dependencias del viejo molino, bajo el puente, como almacén. A mediados de la década de los 30 del siglo pasado fue derribado por suponer un obstáculo a la corriente del río.

La intervención arqueológica llevada a cabo en 2021 en el segundo ojo del puente posibilitó el descubrimiento de interesantes restos del edificio del molino: el suelo de la sala de molienda, los tajamares y canales de entrada y salida del flujo del agua o los pozuelos que alojaban los rodeznos y las piedras de moler. Todo ello puede verse en la actualidad desde el sendero habilitado junto al río en la zona trasera de la Venta de Cartuja.

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