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Opinión
Jerez/La historia de Hugo es una de esas que tras conocerla rondan continuamente tu cabeza. Este niño de sólo 5 años aún no sabe a lo que se enfrenta y sonríe con una inocencia que te eriza la piel. Una enfermedad rara, el síndrome Trevor, se ha colado en su casa y sólo el dinero de la familia puede hacer que tenga una mejor calidad de vida.¿Justo? Ayer agradecían“de corazón” que un traumatólogo del hospital le hiciera el favor de pedirle una radiografía que su madreInés tenía que pagar de su bolsillo, porque sólo un especialista privado en Madrid conoce este síndrome y la necesita. Algo falla en este sistema del bienestar, cuando los que menos posibilidades tienen, son los que más esfuerzos tienen que hacer.
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