“La investigación pública tiene el reto de dar estabilidad laboral”

Alejandra Guerra | Doctora en Biología Molecular y Biomedicina

Su carrera ha estado marcada por la investigación de las bases moleculares de enfermedades devastadoras, como el cáncer y las patologías neurodegenerativas

Alejandra Guerra, científica jerezana.

Alejandra Guerra Castellano (Jerez, 1987) es licenciada en Bioquímica y Doctora en Biología Molecular y Biomedicina por la Universidad de Sevilla. Combina su pasión por la investigación y la divulgación en el Centro de Investigaciones Científicas Isla de la Cartuja, considerado un referente en la ciencia andaluza.

Su carrera ha estado marcada por la investigación de las bases moleculares de enfermedades devastadoras, como el cáncer y las patologías neurodegenerativas, vinculadas a alteraciones en el metabolismo energético celular. Ha ampliado su formación en centros de investigación de primer nivel y forma parte del Encuentro de la Ciencia de Jerez, que reúne a prestigiosos científicos.

Pregunta.¿Qué tiene la investigación que atrae tanto y a la vez da tanto ‘miedo’ por la inseguridad laboral?

Respuesta.El ser humano siempre se ha cuestionado el mundo que lo rodea, por lo que preguntar, investigar y descubrir es algo innato. Dar el salto a que la investigación sea tu sustento de vida es como otra elección laboral, aunque existe una inestabilidad laboral en la investigación pública. Estamos viendo que hasta llegar a una posición estable han de pasar muchos años, concursos y oposiciones, así como inclusos estadios de paro porque no se ha resuelto la convocatoria que me va a dar un contrato de 3 años. Este temor es el pan nuestro de cada día hasta la ansiada ‘plaza fija’. La investigación pública tiene un reto importante que es proporcionar estabilidad laboral a sus empleados. Creo que estamos mejor que hace unos años, pero debemos seguir presionando para que la investigación sea uno de los pilares de nuestra sociedad, porque una sociedad que ostenta el conocimiento es una sociedad líder.

P.Tras años como investigadora en el Centro de Investigaciones Científicas Isla de La Cartuja CIC, emprendiste con ManSciTech S.L. ¿Por qué el salto?

R.Después de años en el mundo académico, sentí la necesidad de ver cómo mi trabajo en el laboratorio podía transformarse directamente en un beneficio tangible para la sociedad y, más importante aún, estar involucrada en ese proceso de principio a fin. Aunque mis investigaciones sobre las bases moleculares ya estaban siendo utilizadas por otros equipos para desarrollar productos y soluciones, quería formar parte activa de esa etapa final.

P.Y así nació ManSciTech... 

R.Así es como nació ManSciTech S.L., una spin-off que surge del conocimiento y la dilatada experiencia de la Unidad Tecnológica de Biointeractómica de la Universidad de Sevilla, dentro del Instituto de Investigaciones Químicas en el CIC Cartuja, un centro de excelencia en investigación.

P.¿Qué es la huella digital de los alimentos?

R.En un mundo cada vez más digitalizado, el sector agroalimentario no se queda atrás. ‘La Huella Digital de los Alimentos’ surge como una innovadora iniciativa para llevar la trazabilidad de los productos agroalimentarios al siguiente nivel. ¿Cómo? Asignando una ‘huella’ única a cada producto, que garantiza su calidad y permite seguirlo desde su origen hasta el consumidor final. Además, hemos creado modelos predictivos avanzados que no solo certifican el producto (en términos de marca, origen o denominación de origen), sino que también permiten predecir el comportamiento de los productos durante su etapa de elaboración, permitiendo anticipar las decisiones en las cadenas de producción y reducir las mermas. Por tanto, estos modelos facilitan el control de la trazabilidad, desde la materia prima hasta el producto envasado o embotellado, garantizando así un nivel de seguridad y calidad sin precedentes. 

P.¿Cómo se crean estas huellas digitales?

R.La clave está en la combinación de Resonancia Magnética Nuclear (RMN) e Inteligencia Artificial (IA). Este enfoque no solo ofrece una precisión y fiabilidad excepcionales, sino que también es económico y reproducible. Identificamos patrones característicos a partir de la modelización de los espectros de RMN registrados. La IA genera un espectro simulado de referencia para cada producto, capturando sus características distintivas y creando así una huella digital única. Gracias a la IA, la información se digitaliza y se almacena en un banco de Huellas Digitales, permitiendo que los datos viajen a través de toda la red agroalimentaria con total seguridad.

P.En el ámbito agroalimentario, ¿cuál es el futuro de la investigación?

R.El futuro de la investigación se perfila prometedor y transformador gracias a iniciativas como ‘la Huella Digital de los Alimentos’. Invertir en investigación y tecnologías no solo mejorará la competitividad del sector, sino que también fomentará la digitalización y el desarrollo sostenible del área. No debemos olvidar que el sector agroalimentario se asienta principalmente en entornos rurales, por lo que esta inversión contribuirá a la atracción y fijación de población en estas áreas aumentando sus competencias, la productividad y la creación de empleo, incluido el digital. De esta forma, se colaborará en la creación de redes entre áreas urbanas y rurales, contribuyendo al reequilibrio territorial. En resumen, la investigación agroalimentaria del futuro promete una integración más profunda de la tecnología y la sostenibilidad, generando un impacto positivo en la competitividad del sector, el desarrollo regional y el equilibrio territorial.

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