El jerez teme un "Brexit duro" que resucite al 'british sherry'
El Consejo Regulador ve con preocupación la falta de garantías tras la salida de Reino Unido para la protección de las Indicaciones Geográficas de vinos europeos
La subida de impuestos especiales al vino anunciada por el ministro de Economía británico se suma al posible aumento de aranceles, las fluctuaciones del cambio de la libra...
Jerez/El Brexit no augura nada bueno para el sector del vino. El anuncio realizado días atrás por el ministro británico de Economía, Phillip Hammond, acerca de una posible subida de los impuestos especiales al vino en línea con la inflación ha puesto en alerta a la Federación Española del Vino (FEV), desde la que se ha remitido un comunicado interno a los socios para ayudarles a prepararse y adoptar decisiones en caso de un “Brexit duro”. El principio de acuerdo alcanzado ayer entre el Reino Unido y la Unión Europea sobre el texto base allana el camino para un divorcio amistoso, pero quedan muchos flecos por cerrar hasta la aplicación en marzo de 2019, entre ellos la protección de los vinos europeos con indicación geográfica frente a nuevos sucedáneos como el 'british sherry', de cuyo pleito se cumplió el año pasado el 50 aniversario.
Para la FEV, la subida de impuestos al vino, de los sectores más afectados por el Brexit, es “injusta y discriminatoria”, toda vez que dicho incremento impositivo no afectaría a productos como la cerveza, la sidra o los espirituosos, por lo que penalizaría a los consumidores y a las empresas exportadoras de países como España, para las que el Reino Unido es el cuarto mercado en valor y el quinto en volumen.
La situación es más alarmante, si cabe, para las bodegas del Marco, que tienen al país británico como principal destino de las exportaciones del jerez, por lo que un aumento de la presión fiscal se uniría a otras medidas que generan incertidumbre en el sector.
Al margen del incremento impositivo, el Consejo Regulador del jerez y la manzanilla apunta a las consecuencias de una subida de aranceles y, sobre todo, a la protección de las indicaciones geográficas de vinos europeos, asunto que la UE quiere blindar para que siga igual que ahora, pero que el Reino Unido propone abordar después de alcanzar un acuerdo sobre el Brexit.
“Está en juego la garantía de la protección de las indicaciones en Reino Unido, que es nuestro principal mercado”, señala César Saldaña, director del Consejo Regulador, quien recuerda que “el jerez ya sufrió mucho con el British Sherry, tema que no concluyó hasta la entrada de España en la UE, por lo que cabe esperar que el Brexit no dé lugar a nuevos problemas” con productores locales que quieran aprovechar la coyuntura para registrar productos con el nombre de vinos protegidos.
“Nos quedaríamos más tranquilos si se protegen las indicaciones geográficas, porque en caso contrario existe el riesgo de que haya que empezar de cero en el registro en Reino Unido”, explica Saldaña, quien hace extensiva la preocupación del sector por todo lo que rodea al Brexit: incremento impositivo, subida de aranceles, derechos aduaneros, devaluación de la moneda, IVA y hasta el tema logístico por el aumento de costes del transporte para empresas que quieran tener un mayor estocaje de vino.
En cuanto a la subida del impuesto especial anunciada por el ministro, el director del Consejo Regulador señala que aunque la misma afectaría por igual a todos los vinos que se exportan a Reino Unido, dejaría al vino en posición de inferioridad respecto a la cerveza y las bebidas espirituosas, que tienen producciones locales muy importantes en el país británico.
En este sentido, Saldaña subraya que “cabe esperar una política fiscal en Reino Unido que proteja los productos británicos; es algo lógico que puede hacer sufrir al vino, ya que con el Brexit no tendrán el compromiso de converger con la UE en impuestos especiales”.
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