Una Semana Santa de sol y playa

La ocupación hotelera de Jerez en el puente festivo de Semana Santa estuvo por debajo de la del año pasado, en concreto cerca de 9,5 puntos menos (77,36% frente a 86,75% de Jueves a Sábado Santo) que, en números redondos, no llega a 400 camas de diferencia. Pero las reservas confirmadas el resto de días compensaron en buena medida la caída de las pernoctaciones en los días fuertes, tanto con la llegada de turistas nacionales como internacionales, como pudo apreciarse en las calles del centro, llenas a rebosar casi todos los días.

Así que hosteleros y hoteleros están contentos, muy contentos en líneas generales, por lo que tras el éxito del Carnaval, durante el que Jerez registró la mayor ocupación hotelera, y de la Semana Santa, durante la que la caída en el conjunto de la provincia se limitó a poco más de dos puntos (84,89% frente a 86,95%), ya piensan en el Gran Premio de Motociclismo y la Feria para completar una temporada de grandes eventos redonda, si el tiempo acompaña.

La patronal hostelera Horeca y su sectorial hotelera, la Asociación Provincial de Hoteles, están más que satisfechas con el resultado de la Semana Santa, también en Jerez pese a la mayor bajada de la ocupación, que en parte se explica por el buen tiempo, reclamo para los visitantes ansiosos de darse los primeros baños de sol en la playa, pero en la que también influye la mayor oferta de alojamientos turísticos, que resta clientes a los hoteles.

“Hacía más de veinte años que no se conocía una Semana Santa como esta”, zanja Antonio de María Ceballos, presidente de Horeca, quien destaca el gran ambiente que ha acompañado toda la Semana Santa, con las calles y terrazas de Jerez “hasta la colcha”, por lo que la califica de “espectacular para la hostelería” y con un nivel de ocupación “más que aceptable”.

“La gente ha disfrutado y, si sigue el buen tiempo, también lo hará en el Mundial de Motociclismo y en la Feria, para luego enganchar con el verano”, durante el que el presidente de los hoteleros de la provincia, Stephan de Clerck, recuerda que muchos establecimientos de la ciudad llegan a superar con creces el 90% de ocupación en agosto.

De la recuperación a la explosión turística

Los empresarios hoteleros y hosteleros recuperan la sonrisa tras años de extrema dificultad e incertidumbre por la pandemia, cuyos devastadores efectos económicos hizo claudicar a muchos de los segundos, no tantos de los primeros, que no lograron superar el cese de toda actividad esencial durante el Estado de alarma y las duras restricciones que le siguieron.

Superada la fase aguda de la crisis sanitaria, ya el año pasado afloraron los primeros síntomas de la recuperación del sector turístico, transformada este año en explosión de júbilo y hambre de celebraciones, lo que a pesar de la caída de pernoctaciones en los días fuertes de Semana Santa, ha propiciado un mayor gasto por visitante, muchos de ellos llegados en grupos, señalan De María y De Clerck.

Según éste último, el resultado de la Semana Santa, en líneas generales, ha sido muy positivo gracias a la buena ocupación lineal y a la subida del gasto medio tanto del turista nacional como del internacional, el que más se echaba en falta desde la salida de la pandemia y que vuelve a dejarse ver, y querer, en una provincia muy necesitada de la vuelta a la normalidad en el plano turístico.

El presidente de la Asociación Provincial de Hoteles asegura que el aumento de los precios derivado de la subida generalizada de los costes, y que “no nos queda más remedio que repercutir” para garantizar la rentabilidad de los negocios, no ha amedrentado a los turistas, entre otros motivos porque el alza, en concreto en Jerez, no se acerca, ni de lejos, al incremento de hasta el 20% anunciado por las grandes cadenas hoteleras españolas en vísperas de Semana Santa.

“No puedo hablar de precios, entre otros motivos, porque lo impide Competencia, pero la subida aquí no se acerca ni por asomo” a esas cifras, señala el también propietario del Hotel Jerez, quien subraya que el reparto de la ocupación durante más días ha permitido compensar el descenso de la ocupación.