Jerez vive con intensidad las Fiestas de la Vendimia con la pisa de la uva

Ante la imponente Catedral de Jerez la uva se hizo vino. El simbólico acto del nacimiento del nuevo mosto volvió a poner en valor la tradición, la historia y la fiesta tan nuestra como la que se celebra alrededor de la vendimia. El ritual sigue lleno de simbología, con la transformación del fruto en este oro líquido bajo los pies de la cuadrilla. 

Ni una silla quedó vacía. En los balcones, los vecinos se asomaban. En las azoteas, las familias se agolpaban. 

Este año tuvo un sabor especial. La ciudad brindó por la candidatura Jerez 2031, Capital Europea de la Cultura, y el artista jerezano David DeMaría puso la voz a la ceremonia, dejando al público totalmente hipnotizado, con decenas de teléfonos en alto para guardar el momento.

El cantante y compositor, acompañado al piano por el músico Giovanni Tradardi, interpretó el ‘Himno de la Alegría’, una obra basada en la Novena Sinfonía de Ludwing van Beethoven, que promueve valores humanistas y universales como la fraternidad, unidad, paz, igualdad y libertad. Junto al lagar, DeMaría desplegaba su arte, mientras que entre el público, un señor cantaba en bajito la letra y un niño con una cámara de juguete simulaba grabar la particular escena en la puerta de la torre del campanario. 

David también regaló a los asistentes una versión de su conocido tema ‘Y Jerez se vive así’, recibiendo ‘oles’ y aplausos espontáneos.

Y Jerez se vive así,

con el duende que

navega por sus calles.

Así, con el compás

que siempre llevará en su sangre.

Con esa mirada que

te invita a ser feliz,

con esa mirada que

es otra forma de vivir.

“Hasta siempre tierra mía. Que estemos más unidos que nunca y seamos Capital de la Cultura”, lanzó DeMaría arropado por un público entregado.

Para esta edición, el Consejo Regulador, a través de las Bodegas González Byass y Fundador, aportó un total de 1.200 kilos de uvas para el desarrollo de la ceremonia, presidida por la alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo.

El párroco de San Dionisio y canónigo de la Catedral, Luis López-Cuervo del Rosal, bendijo los racimos y a continuación la cuadrilla de pisadores –José del Toro, José Antonio Buzón, José María Silva y Alberto Hermosilla– procedió a las labores de prensado en el lagar, ante la asistencia del numeroso público, autoridades y representantes del tejido asociativo local. Los arrumbadores Manuel Guzmán y José Antonio Quintero dieron el último paso entre acordes de la Banda Municipal de Música y las campanas de la Catedral. 

No fue la única vez que la Banda Municipal de Música acompañó el acto, ya que interpretaron piezas como los himnos de la Vendimia, de Andalucía y el Nacional. Además, la ceremonia tuvo un guiño al ratonero bodeguero andaluz, puesto que este 3 de septiembre el Comité General de la FCI aprobó el reconocimiento internacional de la raza, a título provisional. 

La alcaldesa agradeció la presencia a David DeMaría, al Consejo Regulador, a las bodegas colaboradoras, así como a las entidades y profesionales del mundo del vino, del turismo y la cultura que se sumaron a este importante acto simbólico “por el que la ciudad ofrece a Europa y al mundo la riqueza de su tierra y los grandes valores de unidad que se proyectan a través de nuestra cultura”.

La pisa de la uva se ha convertido en uno de los actos más esperados en las Fiestas de la Vendimia, declarada de Interés Turístico Internacional. El ciclo abarca numerosas actividades y eventos directamente relacionados con la cultura vitivinícola de la región del jerez. La cultura de sus vinos y sus señas de identidad, hacen que esta tierra sea única.