Un jerezano, atrapado en China a causa del coronavirus
El piloto Juan Manuel Flores lleva "dos semanas" sin salir de la residencia donde vive: "Esto parece una película, llevamos quince días comiendo sopa de sobres y barritas de energía, pero ya no nos quedan"
El pasado 17 de octubre, Juan Manuel Flores emprendía una interesante aventura personal. Su afición por las motos stunt le abría las puertas de una experiencia profesional-laboral, al ser contratado como piloto de exhibición en el parque temático de la localidad china de Huzhou.
Longemont Paradise Resort Taihu Lake es una auténtica maravilla arquitectónica, aún por terminar, destinada a la diversión y en la que se puede encontrar absolutamente de todo, desde una zona acuática a una zona para animales pasando por una reproducción de un templo taoísta.
A sus 23 años, Juan Manuel aceptó el reto y desde el citado 17 de octubre "he estado aquí fenomenal, porque hay gente de muchos países trabajando y además cobraba un sueldo que no hubiera imaginado nunca", asegura.
Sin embargo, hace exactamente un mes, tras la aparición de los primeros casos del llamado coronavirus en otra ciudad china, Wuhan, el jerezano comenzó a vivir lo que ha calificado como "una pesadilla". "Nos dijeron que era algo sin importancia, pero con el paso de los días la situación se ha ido agravando", cuenta.
"A la semana, la empresa nos comentó que la cosa era más grave y que tuviésemos mucho cuidado sobre todo con la higiene, más que nada por seguridad", añade. "Y a los pocos días nos comentaron que era mejor que no saliéramos de la residencia en la vivimos, por miedo contagiarnos con el virus".
De esta forma, desde hace dos semanas Juan Manuel se encuentra aislado junto al resto de trabajadores del parque en los bloques residenciales de esta instalación. "No nos permiten salir, y si lo haces, tienes que ir con mascarilla y avisar a la empresa de dónde has estado y cómo has llegado hasta allí. Como comprenderás, por miedo, no hemos salido del parque desde hace dos semanas".
Su día a día es "complicado", relata, "y la ciudad se ha convertido en una ciudad fantasma, no hay nadie por la calle y apenas hay alimentos, es como las películas, la verdad". En estos últimos quince días, "hemos comido lo que teníamos aquí, mayormente sobre de sopa china, y algunas barritas de energía, poco más, y ya se nos están acabando".
Aunque Huzhou se encuentra a más de ocho horas de Wuhan, el epicentro del coronavirus, Juan Manuel asegura que en su ciudad "ya se han detectado ocho casos, por lo que muy pronto la pondrán en cuarentena, como ha ocurrido con tras ciudades que están cerca de aquí".
Cuando hablamos con él son las seis de la tarde en China, y en apenas dos horas pondrá rumbo hacia Shangai "donde vamos a coger un avión hacia Moscú y luego hacia España". El jerezano, que ha convivido en este tiempo con otros seis españoles, cuenta las horas para "salir de aquí, esto es una pesadilla. La empresa nos dijo que nos iríamos el 6 de febrero, pero al final, viendo la situación, ha adelantado nuestra salida. De hecho, dos compañeros españoles ya se han marchado".
Desde la embajada "nos han dicho que en principio no tendremos que quedarnos en cuarentena cuando lleguemos a España, aunque sí supongo que nos harán pruebas. Aquí, por lo que me dicen, porque yo no he salido desde hace dos semanas, si sales de casa te controlan la temperatura, vayas donde vayas, es una situación tan extraña que parece que no es real".
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