La familia de un jerezano con cáncer de pulmón: "A Juan le están quitando la oportunidad de vivir"

A Juan Becerra le dieron el diagnóstico de cáncer de pulmón a primero de agosto y aún no ha podido empezar el tratamiento por falta de pruebas: la espera para una ecobroncoscopia es de un mes

"Hoy, sin tener apenas fuerzas y sintiendo que la vida se me escapa entre los dedos quiero compartir mis sentimientos y mis miedos con otras personas", declara el paciente

Un paciente agrede a un cirujano en Urgencias del Hospital de Jerez

Edificio de Radioterapia del Hospital de Jerez. / Manuel Aranda

"Mi nombre es Juan Becerra y soy vecino de Jerez. Tengo 77 años y soy enfermo de cáncer de pulmón. Soy un hombre de campo, con pocos estudios y sin mucha idea de política. Siempre me he dedicado a trabajar y a hacer lo que buenamente he podido sin hacer daño a nadie". Así se presenta Juan, un jerezano que aún no ha podido empezar su tratamiento contra el cáncer porque no terminan de hacerle las pruebas previas, a pesar de que su deterioro físico es más que evidente.

A principio de verano comenzó a sentirse mal, cansado, sin apetito y cada día con menos fuerza. Lo achacó a un resfriado. Su familia volvió de unos días de vacaciones y se sorprendió del cambio en su padre. "Había perdido muchísimo peso en poco tiempo, estaba muy deteriorado y no nos gustó. Inmediatamente lo llevamos al Hospital porque además era imposible coger cita con su médico de cabecera. De todas formas, viéndolo, sabíamos que era mejor el Hospital", comenta Mercedes Benítez, mujer de Juan.

El diagnóstico en Urgencias fue una neumonía, le dieron un tratamiento de una semana con antibióticos y una cita para Medicina Interna. Comenzó el tratamiento pero no había mejoraría y el 29 de julio volvió a Urgencias. "El que estaba allí no era Juan, y así se lo dijimos a la doctora. Era un hombre completamente dependiente, cuando un mes antes hacía su vida completamente normal", añade la familia. Juan ingresó y después de varias pruebas "comenzó mi calvario, un calvario llamado cáncer de pulmón, un calvario que muchos pacientes como yo vivimos en silencio y con una paciencia infinita porque sentimos que nuestra vida está en manos de los sanitarios que nos atienden", denuncia Juan. 

"El trato durante el ingreso fue muy bueno por parte del personal. Cuando le diagnostican el cáncer nos dicen que ahí ya poco más se podía hacer porque dependía de dos pruebas para iniciar el tratamiento. La primera era una PET y la segunda una ecobroncoscopia. Era 12 de agosto y para el PET nos dan cita para el 28 de agosto en Cádiz, que ya nos pareció increíble tener que trasladarnos teniendo la población que hay aquí... Nos dicen que hasta que no esté esta prueba no pueden valorar si hace falta la ecobroncoscopia", relata la mujer.

La familia viendo cómo evolucionaba Juan no quiso esperar y fueron a una clínica privada para adelantar el resultado del PET y así poder empezar antes el tratamiento. El 14 de agosto Juan se hizo el PET por el privado y el 20 fue a consulta con el resultado, esperando tener una fecha próxima para la segunda prueba decisiva. Pero el sistema sanitario le falló. La cita para la ecobroncoscopia se la dieron para el 19 de septiembre, casi un mes después. Un mes con una enfermedad que visiblemente avanza a pasos agigantados.

"Yo me pregunto, ¿es justo esto? ¿Es justo que esta prueba se realice dos días en semana en el Hospital de Jerez cuando tienen una demora de un mes? ¿Es justo que enfermos de cáncer pasemos por esto? ¿Alguien piensa que nuestra enfermedad no va a seguir avanzando?", lanza Juan, añadiendo que "cuando me miro al espejo y me veo con casi 20 kilos menos, sin fuerzas, sin poder comer y veo cómo los días no pasan, siento un miedo atroz y pienso ¿por qué?".

"De esta prueba depende que se tiene que poner y ¿hay que esperar un mes? ¿No ve cómo está? 'Yo no puedo hacer otra cosa', nos dijo la doctora, que sí, fue muy empática. Nos fuimos a casa y comenzamos a mover cielo y tierra porque Juan se va a morir, pero no nos queda otra que esperar. Después de un mes para esta prueba, más el tiempo de que salgan los resultados, más el tiempo para la consulta, más el tiempo de que decidan el tratamiento, que comience... Juan no va a estar bien para aguantar un tratamiento de quimioterapia. Un enfermo de cáncer de pulmón normalmente cuando ya llega al diagnóstico es porque el cáncer ya está muy presente", subraya Mercedes.

"Quizás le están quitando la oportunidad de poder vivir más tiempo, o con mejor calidad de vida. Un mes en estos pacientes es crucial. Esto no puede ser. Juan tiene 77 años, pero hay otros pacientes que tienen 45 años y no se le puede estar negando la oportunidad de vivir porque una prueba sólo se haga dos veces a la semana. Esto no debe caer sobre los pacientes, esto es culpa de los gestores. A esto no hay derecho y lo debe saber la población", lamenta Mercedes, quien además está terminando de tratarse por otro cáncer de pulmón.

"Hoy, sin tener apenas fuerzas y sintiendo que la vida se me escapa entre los dedos quiero compartir mis sentimientos y mis miedos con otras personas. Ya no apelo a que los responsables últimos de la gestión de nuestra sanidad lo hagan bien, que deberían, me conformaría con que demostraran humanidad y entendieran que tienen en sus manos mi vida, y no solo la mía, si no la de muchos enfermos que están en mi misma situación. Me conformaría con eso y que al menos mis palabras les hiciesen pensar que al igual algo esta fallando y ese algo repercute en la vida de personas indefensas como yo", denuncia Juan.

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