El rebusco
Un mundo gráfico
El jerezano José Antonio Parra, afiliado a la ONCE por su discapacidad visual grave, ha pasado a la final de la VI edición del Golden Eye Chef 2024, el mayor Masterchef internacional para personas ciegas o con discapacidad visual grave. Un certamen que promueve la India en el que participan 37 cocineros de 15 países de todo el mundo. Se trata del único andaluz que participa en esta edición de los tres españoles que aspiran al primer premio.
Parra, que vive en la localidad gaditana de El Bosque, participa con una receta de berenjenas rellenas de pollo gratinadas al horno, y opta así a subir un peldaño más en su trayectoria culinaria y a darse a conocer a nivel mundial. Pasar la final de este concurso internacional de cocina dependerá del número de visualizaciones que tenga el vídeo de su candidatura. El voto en línea comenzó el pasado sábado y permanecerá abierto hasta el 18 de noviembre. Según los ‘Me gusta’ que reciba y las visualizaciones que tenga su receta resultará seleccionado para la gran final en la que ya será un jurado de expertos quienes elijan el plato que consiga el primer premio.
José Antonio Parra es un apasionado del deporte, campeón de España en Duatlón Cross, campeón de Andalucía en tándem, segundo puesto en la copa de España de tiro con carabina y corredor también en montaña. El año pasado quedó tercero en el concurso nacional de cortar jamón para personas ciegas que se celebró en Ronda. Y en 2022 ganó el concurso nacional de cocina para ciegos en Estepona con un guisote gastoreño. Ya está pensando en la receta con la que participará en enero en la próxima edición de este certamen.
El jerezano lleva a gala presumir de sus dos pueblos de la Sierra, El Bosque y El Gastor, por todo el mundo. “Este año hemos estado en Polonia y en Alemania compitiendo y concursando y quiero seguir, no vamos a parar”, asegura.
En las competiciones culinarias, igual que ocurre en las deportivas, José Antonio va a acompañado por una persona como guía de apoyo, Pepi Sánchez, de El Gastor, que palía su déficit visual y ayuda a evitar situaciones de riesgo con orientaciones sobre datos importantes como la intensidad del fuego o los colores pero que en ningún caso puede intervenir en la elaboración del plato.
En su opinión, deporte y cocina son dos pasiones que se complementan bien. “Maridan bien si -explica-. Tanto al deporte como a la cocina he llegado tarde por la enfermedad de la vista. Y cuando mis hijos fueron creciendo y enfocando su vida me he quedado más libre. Empecé a cuidarme y hacer deporte hace diez años y la cocina siempre la he tenido presente. Tengo mi casa completamente adaptada, aquí no entra ni un rayito de luz que yo no quiera que entre porque la luz me mata y lo tengo todo tapado. Y dentro de lo que uno puede, me gusta cocinar. Son dos pasiones que a mí me han dado vida, mi vida no ha sido fácil y gracias al deporte y a la cocina ahora estoy disfrutando y estoy en un momento bonito de la vida”, reconoce orgulloso.
El cocinero explica con detalle y no sin cierta ironía por qué ha elegido esta versión de berenjena rellena para esta competición internacional a la que se presenta por segunda vez. “Porque el Parra es un poco cabezón -afirma contundente-. El año pasado fuimos a Logroño al Concurso Nacional de Cocina e iba muy ilusionado porque preparé una berenjena rellena en miniatura, encima de que veo poco -se sonríe-. Y eso fue un error. La presentación falló, quise hacer un guiño a la organización con los colores de la bandera de La Rioja con verduras y el concepto estaba bien planteado, pero había mucha bandera y poca berenjena. Deslució la bandera a la mini berenjena, porque era en realidad un mini bocado. Estaba muy bien presentada pero me pasé con la bandera y lo deslució completamente. El fallo fue mío -admite sin reservas-. Y como soy cabezón y sé que este plato está rico y está presentable he decidido hacerla esta vez con media berenjena que la he rellenado con acompañamiento con una tempura de verduras de colores, que no veo pero sé que los lleva -vuelve a sonreír-. Y tengo mucha fe en este plato”.
Para José Antonio Parra, que no es una persona muy apegada a las redes sociales, llegar a la final ya es un premio y todo un reconocimiento. “Siempre es un motivo de alegría, porque haces las cosas con la mayor ilusión del mundo entero, aunque eso no quiere decir que llegues a las finales siempre porque por muy bien que lo hagas siempre hay gente que lo hace mejor que tú y tienen el mismo derecho”, comenta. En su caso, el espíritu deportivo siempre aflora, tanto para el triunfo como para la derrota. “Yo llego de la competición y me voy a entrenar a corregir errores, es mi filosofía de vida, siempre deportivo y felicitando a los ganadores”, concluye.
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