Juan Pedro Aladro Kastriota, el arte de reconectar a dos países
El albanés Xherardo Nikjari visita Jerez para profundizar en la figura del bodeguero y diplomático jerezano, del que está elaborando una minuciosa biografía con la que busca además reivindicar su destacado papel como ferviente defensor de la independencia de Albania
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El primer Domecq que pisó Jerez fue Pedro Domecq Lembeye. Un día de 1839, y de la forma más absurda, falleció a los 52 años al caer en un caldero de agua hirviendo suspendido por cuerdas que usaba para curar su reuma. Noble y empresario hispano-francés, fundó en Jerez las bodegas Domecq, adquiriendo las instalaciones y marcas de la compañía Juan Haurie y Sobrinos, anteriormente propiedad de Jean Haurie Nebout y fundada por Patrick Murphy Woodlock en 1730.
Casado con Diana de Lancaster, Pedro tuvo cinco bellísimas hijas que se introdujeron en la corte de Luis Felipe de Francia y que, como en un cuento de hadas, casaron a su vez con notables títulos nobiliarios del país vecino. Esto hizo que se desentendieran del negocio vinatero y que su tío Juan Pedro se hiciera con todas sus participaciones.
Lembeye tuvo un hijo, varón, fruto ilegítimo de las relaciones que mantuvo con la acaudalada gaditana Isabel Aladro Pérez: Juan Pedro Aladro Kastriota, reconocido por su padre tres años antes de morir y a quien hace heredero universal. Hay que reseñar que la princesa Kastriota (de ahí su apellido) era su bisabuela materna, descendiente por línea directa del héroe nacional albanés Scanderberg.
Fue diplomático, amante de las bellas artes y hombre de gran cultura. Al abandonar la diplomacia, intentó convertirse en rey de todos los albaneses. Entonces, Albania estaba sometida al Imperio Turco Otomano.
Una intensa vida de una interesantísima figura jerezana de ámbito internacional que ha llamado la atención del investigador albanés Xherardo Nikjari, que ha pasado unos días en Jerez para continuar sus estudios sobre Juan Pedro Aladro. "El objetivo principal de mi visita se basa en la investigación, ya que quiero explorar la ciudad donde Aladro Kastrioti creció, recibió su educación intelectual y se formó como persona. También estoy aquí para consultar materiales de bibliotecas y archivos locales que podrían ampliar mis estudios sobre Aladro. Por supuesto, también aprovecho para conocer los atractivos turísticos de esta joya de Andalucía. La belleza histórica y cultural de Jerez es realmente impresionante".
Xherardo Nikjari nació en la ciudad de Shkodër, en el norte de Albania, en el año 2000. Licenciado en Historia, finalizó una Maestría Profesional en Docencia de Historia y Geografía (2021-2023) y actualmente está completando una Maestría en Ciencias en Estudios Regionales en Geografía. Durante su periodo universitario, tanto en la licenciatura como en la maestría, desarrolló una profunda pasión por el arte de la traducción.
En 2020, publicó por primera vez en albanés las memorias autobiográficas del piloto de combate alemán de la Primera Guerra Mundial, Manfred von Richthofen, conocido como 'El Barón Rojo'. Dos años después, su número de traducciones publicadas ya ascendía a ocho libros. Sus obras traducidas abordan temas relacionados con la historia y la cultura prusianas, así como con la vida del monarca prusiano Federico II el Grande, temas por los que Nikjari siente una especial pasión.
En 2024, después de un extenso periodo de investigación en archivos tanto albaneses como extranjeros, Xherardo Nikjari organizó una exposición original sobre la vida y obra pro-albanesa del jerezano Juan Pedro de Aladro Kastrioti (1845-1914), quien fue un pretendiente al trono de Albania. Esta exposición fue la primera en Albania en abordar de manera profunda la figura de Aladro Kastrioti y se realizó en colaboración con el Museo Histórico de Shkodra y la Biblioteca Pública 'Marin Barleti'. La exposición recibió atención internacional, siendo mencionada incluso en la página web oficial del Parlamento Español, ya que Nikjari colaboró estrechamente con el Archivo del Parlamento para llevarla a cabo.
Reconoce además que este viaje a Jerez, "ha sido un bienvenido descanso después de una temporada turística muy ocupada en el museo donde trabajo en Shkodër. Albania se ha convertido en un destino turístico cada vez más popular en los últimos años y durante mi estancia en el museo he tenido el placer de conocer a muchos visitantes de España. Cuando mencioné mis planes de visitar Jerez, los que ya habían estado aquí me hablaron de la ciudad con gran entusiasmo, asegurándome que la encontraría tan encantadora como sus residentes. ¡Ya estoy deseando que llegue mi próxima visita!", cuenta a este Diario el joven estudioso, acompañado de su hermano, Xhilbert.
Pregunta.¿Cómo conoció la figura de Juan Pedro de Aladro Kastrioti y qué le atrajo de él?
Respuesta.Mi primer encuentro con Juan Pedro Aladro Kastrioti (1845-1914) se produjo durante mi último año de instituto, cuando me topé con su nombre en los libros de historia. Apasionado de la historia desde los 13 años, me intrigó que un español se proclamara descendiente de Gjergj Kastrioti Skanderbeg, el héroe nacional de Albania. Sin embargo, no fue hasta mi segundo año de estudios de Historia en la Universidad 'Luigj Gurakuqi' de mi ciudad natal, Shkodër, cuando mi curiosidad se intensificó.
R.Mientras aprendía sobre el Despertar Nacional Albanés y la lucha de Albania por su independencia del Imperio Otomano durante los siglos XIX y XX, una de mis profesoras, durante una clase, nos presentó un acontecimiento controvertido en la historiografía albanesa: el izado simbólico de la bandera roja y negra de Albania el 28 de noviembre de 1912, durante la declaración de independencia. Explicó que algunas fuentes vinculan a Aladro Kastrioti con este significativo momento. Según mis profesores, esta versión de los hechos es una de las más creíbles.
R.En ese momento, simplemente sentía curiosidad por la figura de Aladro. Lo que verdaderamente despertó mi interés y me inspiró a profundizar en su historia fue el libro 'Nga Ballkani në Mesdhe: Shqiptarët prej Mesjetës në Agimin e Kohës së Re' (De los Balcanes al Mediterráneo: los albaneses desde la Edad Media hasta los albores de la Nueva Era) del historiador albanés Ardian Muhaj. Este libro explora el papel de los albaneses en el Mediterráneo desde el siglo XV al XVIII, y un capítulo analiza las primeras relaciones entre España y Albania. Muhaj señala que muy pocos historiadores albaneses han estudiado estas relaciones, en particular las conexiones albano-españolas. Esto me motivó a profundizar más en el tema, y ahí fue donde realmente descubrí la fascinante figura de Aladro Kastrioti.
R.Comencé a leer los limitados recursos disponibles sobre él, incluidas obras en español, como un artículo de José López Romero en la Revista de Historia de Jerez y el libro 'La política exterior de la Corona de Aragón en los Balcanes' de José Manuel Azcona y Majlinda. Aunque puedo leer español bastante bien, espero mejorar mi dominio hablado en el futuro.
R.La figura histórica de Aladro me cautivó al estudiar su relación con Albania. Me pareció intrigante evaluar si su participación trajo algún beneficio real a Albania más allá de su aparentemente extravagante reclamo al trono albanés. Aunque su candidatura al trono puede parecer grotesca para algunos, la evidencia sugiere que tenía vínculos genealógicos más fuertes con la dinastía Skanderbeg que otros pretendientes. A medida que profundizaba en los archivos albaneses y extranjeros, descubrí las contribuciones de Aladro a la causa nacional de Albania, lo que solidificó mi dedicación a estudiarlo. Su legado es notable, como diplomático distinguido y exitoso empresario vitivinícola en España, y como ferviente defensor de la independencia de Albania, promoviendo incansablemente los intereses albaneses en el extranjero.
P.¿Qué quiere reivindicar de su figura con esta investigación?
R.Mi objetivo, ahora que estoy profundamente involucrado en el estudio de Juan Pedro Aladro Kastrioti, es escribir la primera biografía completa sobre él. Según la documentación que he identificado y analizado hasta ahora, hay mucho que revelar. Este trabajo se centrará principalmente en la implicación de Aladro en la causa nacional albanesa, más que en su carrera como diplomático y su papel como coempresario de Bodegas 'Pedro Domecq' (ahora Bodegas Fundador). Por supuesto, describiré y analizaré estos dos aspectos importantes de su vida, pero me centraré principalmente en Albania.
R.En esta biografía, mi intención es arrojar luz sobre sus conexiones con figuras patrióticas albanesas clave y aclarar sus contribuciones al avance de la causa albanesa. Al mismo tiempo, exploraré sus errores y errores de cálculo, particularmente en sus esfuerzos por ganar popularidad entre el pueblo albanés, lo que ofrece una comprensión más matizada de su legado.
R.Al explorar los aspectos menos conocidos de la participación de Juan Pedro Aladro Kastrioti en Albania, hay dos elementos clave que pretendo resaltar. Primero, su reclamo monárquico al trono de Albania después de la independencia del país del Imperio Otomano. En segundo lugar, y más importante, su papel como activista que hizo contribuciones sustanciales a la causa albanesa. Entre 1901 y 1902, sus actividades pro-albanesas fueron tan prominentes que se convirtió en una figura muy conocida en la prensa albanesa; casi todos los periódicos hablaban de este hombre de Jerez.
R.La dedicación de Aladro a la causa albanesa era evidente independientemente de que sus aspiraciones monárquicas (convertirse en rey o príncipe de Albania) se hicieran realidad. Sus esfuerzos fueron más allá de las ambiciones personales. A través de su defensa de Albania y su defensa de los derechos de los albaneses antes de la independencia del país en 1912, jugó un papel decisivo en llevar la cuestión albanesa al escenario internacional, particularmente a través de la prensa española. Su generoso apoyo financiero y sus frecuentes entrevistas en periódicos y revistas españoles dieron una visibilidad significativa a Albania. En ese sentido, actuó como "embajador" no oficial de Albania en España.
R.Con esto quiero decir que a principios del siglo XX, Albania, su gente, su cultura y su historia llegaron a ser conocidas por el público español (que estaba geográfica y culturalmente distante) en gran parte gracias a los esfuerzos de Aladro. Desde la época de la alianza entre el héroe nacional de Albania, Skanderbeg, y el rey Alfonso V de Nápoles en el siglo XV, las conexiones entre Albania y España prácticamente habían desaparecido. Aladro restableció estos vínculos cuatro siglos después, creando las bases para las modernas relaciones albano-españolas.
R.Reconocer y promover el papel de Aladro es valioso no solo por su precisión histórica, sino también en un aspecto más amplio para fomentar las conexiones contemporáneas entre España y Albania, y entre su ciudad natal de Jerez de la Frontera y la ciudad albanesa de Shkodër, de donde soy. Porque la principal actividad pro-albanesa de Aladro Kastiroti a principios del siglo XX se concentró en Shkodër, porque era la metrópoli albanesa más grande en ese momento y era el mayor centro socioeconómico de Albania y progresó con la ayuda de los Patriotas albaneses de Shkodër que contribuyeron enormemente a la independencia de Albania. El legado de Aladro sirve como puente entre nuestras dos naciones, uniéndonos a través de la historia y los intereses compartidos. Debería ser celebrado como un partidario clave de la independencia de Albania y como una figura fundamental que reconectó a España y Albania en los tiempos modernos.
R.Mi investigación sobre él culminó recientemente con la organización de una exposición histórica en Albania en marzo de este año, para conmemorar el 110 aniversario de su muerte. Esta exposición fue la primera de su tipo en Albania en honrar y resaltar sus contribuciones a la independencia del país. Mostraba documentos históricos de varios archivos europeos, expuestos en carteles, que demostraban su compromiso con Albania desde 1879 hasta 1912. La exposición también presentaba artefactos relacionados con Aladro, incluidos algunos de mi colección personal, como postales con su letra y libros de su biblioteca personal.
R.La exposición fue organizada en colaboración con el Museo Histórico de Shkodër, donde se celebró, y la Biblioteca Pública "Marin Barleti" de Shkodër. Espero que en un futuro pueda traer esta exposición a Jerez incorporando nuevos hallazgos de archivo. Sería fascinante para los jerezanos redescubrir a una figura notable de su ciudad en un nuevo contexto histórico: un jerezano que apoyó y contribuyó activamente a la causa de un país al otro lado del Mediterráneo. La exposición incluso llamó la atención en el sitio web del Parlamento español, ya que Aladro fue diputado en las Cortes españolas en 1872. Mi colaboración con el Archivo del Parlamento español me permitió incluir documentos oficiales, como las cartas credenciales parlamentarias de Aladro, en la exhibición.
P.¿Cómo ha sido el proceso de investigación?
R.El proceso de investigación ha avanzado sin problemas hasta el momento. He reunido una gran cantidad de material de archivo que refleja las actividades diplomáticas, empresariales y proalbanesas de J. P. Aladro Kastrioti. Su legado ha dejado huellas en archivos de varios países, incluidos Turquía, Rumania, España, Albania, Francia y Austria. Entre ellos, el archivo de Viena destaca como la fuente más rica de documentación extensa y detallada relacionada con su implicación en Albania.
R.Mientras realizo esta investigación, también estoy trabajando en paralelo en artículos académicos sobre las actividades de Aladro en relación con Albania a finales del siglo XIX y principios del XX. Recientemente, envié un artículo sobre su vida a la prestigiosa Revista de Historia de Jerez para su próximo número. El equipo editorial ha sido un gran apoyo, describió el artículo como riguroso y tengo la esperanza de que se publique.
R.En cuanto a mi experiencia con los archivos, debo decir que el servicio de archivos español ha sido sobresaliente. Han sido siempre serviciales y me han ayudado con cada solicitud, independientemente de los desafíos involucrados. Según mi experiencia con otros archivos, consideraría el servicio de archivos español uno de los más eficientes de Europa. En Jerez de la Frontera, lugar de nacimiento de Aladro, el apoyo que recibí de los archivos y bibliotecas locales fue verdaderamente excepcional. En concreto, el Archivo Municipal de Jerez de la Frontera y la Biblioteca Municipal de Jerez de la Frontera han aportado una ayuda inestimable.
R.Me gustaría aprovechar esta oportunidad para expresar mi agradecimiento a tres funcionarios públicos de Jerez que desempeñaron un papel clave ayudándome con materiales de archivo y bibliográficos: Natalio Benítez Ragel (jefe de la Red de Bibliotecas), Fátima González García (bibliotecaria de Biblioteca Municipal de Jerez) y Cristóbal Orellana González (jefe del Archivo Municipal de Jerez). Su dedicación y apoyo han sido fundamentales para avanzar en mi investigación y estoy profundamente agradecido por su ayuda.
P.¿Cómo fue la relación de Aladro con Jerez?
R.Aladro tuvo una conexión fuerte y duradera con Jerez. Aunque mi investigación se ha centrado principalmente en sus contribuciones a Albania, de lo que he estudiado queda claro que Aladro jugó un papel importante en la configuración de la identidad de Jerez en el siglo XIX, particularmente cuando la industria del vino se convirtió en una piedra angular de la economía de la ciudad. A partir de 1869, Aladro se convierte en copropietario de las Bodegas 'Pedro Domecq' junto a su primo, Pedro Domecq Loustau. Su negocio floreció, convirtiendo sus etiquetas de jerez y brandy en marcas reconocidas internacionalmente y ayudando a Jerez a ganar fama mundial.
R.Más allá de los negocios, Aladro también participó en labores filantrópicas. Por ejemplo, en 1894 donó a la ciudad una fuente cercana a su antigua residencia, el Palacio Domecq, demostrando su cariño por Jerez a pesar de que en ese momento residía en París tras retirarse de su carrera diplomática. Este acto muestra cuánto extrañaba y cuidaba su ciudad natal, a pesar de su distancia física.
P.¿Cree que es apreciado en su tierra natal?
R.Una de las principales razones por las que vine a Jerez fue para conocer mejor la ciudad donde creció Aladro y medir cómo lo perciben los jerezanos. Para apreciar un personaje histórico es necesario primero tener conocimiento de él. No creo que Aladro sea hoy muy conocido entre el público general de su tierra natal. Dado que falleció hace 110 años, su legado parece ser reconocido principalmente por historiadores o apasionados por la historia de Jerez. Sin embargo, en las publicaciones e investigaciones españolas que lo mencionan, Aladro es visto positivamente. Por ejemplo, aparece en las obras de Antonio Mariscal Trujillo, una verdadera enciclopedia viviente de la extraordinaria historia de Jerez, en su libro 'Jerezanos para la Historia. Siglos XIX y XX'. Su inclusión allí refleja una valoración positiva de las aportaciones de Aladro. Además, el hecho de que todavía exista una plaza en Jerez que lleva su nombre, la Plaza Aladro, ubicada en el casco histórico de la ciudad, habla de un aprecio colectivo por él entre los ciudadanos de Jerez.
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