Hoy se celebra el juicio contra la empresa que suministró los autobuses urbanos Otokar

El Ayuntamiento de Jerez le demanda unos 356.000 euros por el tiempo que estuvieron inutilizados entre 2019 y 2020

La ruina de los autobuses turcos de Jerez: piezas de baja calidad, continuas averías y sobrecostes de mantenimiento

Un autobús de la marca Otokar, en las cocheras del servicio municipal de autobuses. / Vanesa Lobo

El Juzgado de Primera Instancia número 4 de Jerez celebra este martes el juicio por la demanda impuesta por el Ayuntamiento de Jerez y la empresa municipal Comujesa contra la empresa Fraikin, que fue la que le suministró los autobuses de la marca Otokar para el servicio municipal de transporte pública que están dando problemas por sus continuas averías y su alto coste de mantenimiento.  

El Consistorio le reclama a la compañía unos 356.000 euros, según las estimaciones que ha podido saber este periódico. Esta cuantía es la estimación que realizan los servicios municipales por el tiempo que estos vehículos estuvieron inoperativos desde su puesta en funcionamiento (mayo de 2019) hasta finales de 2020.  

La demanda presentada por la parte municipal está sustentada en varios informes que elaboraron los técnicos del servicio municipal de autobuses alertando de los problemas de estos autobuses. No en vano, al poco de empezar a utilizarse estos vehículos, concretamente a los tres meses, ya se realizó un primer análisis advirtiendo de los problemas que traían. Y en los siguientes meses continuaron sucediéndose las averías.  

El anterior gobierno del PSOE licitó a lo largo de 2018 dos licitaciones para renovar parte de la vieja flota de autobuses urbanos. Por un lado, el Ayuntamiento adquirió con fondos europeos nueve autobuses de la marca Mercedes. Mientras, a través de Comujesa, inició un procedimiento de arrendamiento de otras nueve unidades mediante 'renting' por un periodo de 10 años. El concurso público, tras numerosas vicisitudes, se lo llevó Fraikin Assets que ofreció unos autobuses de la marca Otokar de gas natural comprimido. Un año más tarde, se compró otro autobús de las mismas características, aunque esta unidad era la que utilizaba la representante de esta marca en España de muestra. 

En agosto de 2019 ardió un motor de uno de esos autobuses debido a que los racores hidráulicos no estaban suficientemente apretados y por una fisura en el radiador del hidro ventilador, un fallo que también se detectó en otras unidades por lo que fueron retirados para inspeccionarlos. Con posterioridad a estas inspecciones hubo otros dos incidentes similares en otros vehículos de la misma gama y ya se empezó a advertir de la escasa fiabilidad de estos autobuses por parte de los servicios municipales.  

Pero los problemas fueron a más dado que se ha detectado que el mantenimiento de estos vehículos es mucho más elevado que otro tipo de autobuses que tiene el servicio municipal de transporte público. De hecho, así lo atestigua informe elaborado a mediados de junio del año pasado por parte de la empresa municipal que alerta de los sobrecostes de estos vehículos de la marca Otokar. 

En este análisis se hace una comparativa entre el coste del mantenimiento de los autobuses de la marca Otokar con los de Mercedes, que fueron adquiridos poco antes por el Ayuntamiento. Así, determinaba que estas labores suponen un gasto de algo más de 80.000 euros más durante un periodo de seis meses. A ello se une que el gasto en horas de trabajo de los vehículos de la marca turca se elevan hasta los 43.875 euros cada seis meses mientras que los de la firma alemana no llegan a los 29.400 euros.

En este informe ya se alertaba de la insostenibilidad económica del mantenimiento de estos vehículos en la flota a medio y largo plazo ya que a esto se suma que no se encuentra material de sustitución puesto que solo se pueden utilizar los de esta firma, así como la existencia de un único proveedor de estas.

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