Juicio contra los Ruiz-Mateos: "Había tanta confianza en Don José María que hubo trabajadores que invertimos en pagarés"
Tribunales
Dos directivos de Nueva Rumasa inciden en atribuir toda la responsabilidad de los pagarés en el empresario fallecido en 2015
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Quién es quién en el juicio de los pagarés de Ruiz-Mateos
Este lunes ha continuado el juicio contra los seis hijos varones del empresario José María Ruiz-Mateos por los pagarés que emitieron algunas sociedades del grupo Nueva Rumasa entre 2009 y 2011 cuyos importes no fueron devueltos en su mayoría a los inversores. En esta sesión declararon como testigos algunos directivos de Rumasa como Juan María Alejandro Álamo o Adolfo Martitegui.
Ambos incidieron en las tesis que sostiene la defensa de los principales acusados de que toda la responsabilidad y toma de decisiones estaba centrada en la figura de José María Ruiz-Mateos padre, de ahí que incidieran en que la emisión de pagarés partió de él.
Álamo, que según apuntó en la vista oral se encargaba de la relación con las entidades bancarias para la búsqueda de financiación y que en la emisión de pagarés estuvo en el departamento que lo gestionó, apuntó que era enorme la confianza en el empresario era tal que hubo trabajadores que hicimos inversiones” en los pagarés. Incluso, apuntó que notaba en los inversores “una confianza en la organización y, en particular, en José María Ruiz-Mateos".
A preguntas de la Fiscalía, negó que, a pesar de trabajar en la relación con las entidades financieras, conociera la mala situación patrimonial y económica del grupo señalando que ningún miembro de la familia ni de los departamentos económicos del grupo le informara de ello. También aseguró que desconocía que los bancos hubieran cerrado el grifo de financiación al 'holding'. Para explicarlo, comentó: “Don José María concebió Rumasa como un panel de abejitas; cada abejita tenía un papel y no sabía de lo que hacía la otra. Él se cuidaba mucho de que, si yo estaba en el departamento financiero, no supiera qué se hacía en Jerez o en Barcelona”.
Por su parte, Alfonso Martitegui aseguró que no tuvo relación en la emisión de los pagarés a pesar de ser el máximo responsable de la sede del grupo desde donde se gestionó esta inversión —la que estaba en la avenida de Pablo Iglesias de Madrid—. E inicidió en el papel relevante de Ruiz-Mateos padre en la toma de decisiones afirmando: “El padre no consultaba con nadie”.
El juicio continuará en la jornada de este martes con la declaración de más testigos. La Fiscalía pide 16 años de cárcel para cada uno de los hijos de Ruiz-Mateos por estafa, blanqueo de capitales, alzamiento de bienes y contra la hacienda pública. Junto a los Ruiz-Mateos, también se sientan en el banquillo otras nueve personas que tuvieron distintas responsabilidades dentro del grupo empresarial de los Ruiz-Mateos.
Según el ministerio público, para dirigir y gestionar ese grupo societario y sus complejos flujos financieros los acusados Álvaro, Zoilo, José María, Pablo, Francisco Javier y Alfonso Ruiz-Mateos, junto con su padre, contarían con un pequeño grupo de fieles colaboradores entre los que se encontrarían los acusados Zoilo Pazos y Alfonso Barón, así como José Ramón Romero, Rufino Romero, Ricardo Álvarez y el abogado Manuel Sánchez Marín.
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