Kiosco de Paco en Jerez: "Cierro en mi mejor momento"

El kiosquero jerezano Paco Ramírez cerrará el 18 de agosto el negocio tras casi 39 años en el mostrador

El mejor restaurante de la provincia de Cádiz está en Jerez

Paco Ramírez, en su kiosco durante más de 38 años.
Paco Ramírez, en su kiosco durante más de 38 años. / Manuel Aranda
A. C.

14 de agosto 2024 - 06:30

El domingo 18 de agosto será una jornada especial en el Kiosco de Paco. "Sé que vendrá mucha gente a despedirse de mí". Ese día, a las 13 horas, Paco Ramírez Páez bajará la persiana del que ha sido su trabajo durante 38 años y medio, en la glorieta de la Guardia Civil, junto a la calle Cartuja.

La primera ubicación del kiosco fue en la misma plaza, donde su abuelo Antonio abrió en 1959. Un "negocio próspero entonces, hasta que llegó Internet...", y que Paco decidió continuar en 1989, hasta que el 11 de noviembre de 2001 cruzó el kiosco a la acera de enfrente. "Me fui a comprarlo (el kiosco) a Asturias y me costó más de cinco millones. Una instalación que pesa más de 1.700 kilos y ahora no sé si me la comprarán o qué porque el Ayuntamiento ha estado aquí interesándose. A ver qué pasa".

Imagen de archivo del traslado del kiosco de Paco de la glorieta al emplazamiento actual (la acera de enfrente). Paco (d) posa junto a su hija, y al concejal Raúl Ramírez, en noviembre de 2001.
Imagen de archivo del traslado del kiosco de Paco de la glorieta al emplazamiento actual (la acera de enfrente). Paco (d) posa junto a su hija, y al concejal Raúl Ramírez, en noviembre de 2001.

"Hemos -añade- perdurado en el tiempo... Y aquí estoy, bien de salud. Voy a echar mucho de menos a mi gente, pero ya mis hijos y mi mujer quieren que me jubile. Me voy con 64 y el año de 'mili'. Han pasado los años y creo que he llegado satisfactoriamente. Sí es verdad que me voy a jubilar en mi mejor momento (ríe). El negocio va bien, pero ya toca jubilarse. Hasta aquí hemos llegado. Es un trabajo muy sacrificado, pocas vacaciones, muchas horas. Yo me levanto a las cinco de la mañana todos los días... Mi familia lo ha padecido mucho. Ya quiero estar con mis hijos y mi mujer. Juntos".

Paco posa junto a su kiosco.
Paco posa junto a su kiosco. / Manuel Aranda

Paco confiesa que ha disfrutado "muchísimo de mi profesión, he hecho muchísimos amigos y he conocido gente muy buena y preparada. Cada vez se lee menos, pero nos hemos defendido como hemos podido. Yo soy un amante del papel". Puede contar millones de anécdotas "como robos varios…, pero eso son las cosas de la calle. Lo que me extraña es que robaran una revista, sería para venderla. No lo sé".

Dice que en muchas ocasiones ha sentido lo que él llama "la soledad del kiosquero". "Muchas horas aquí, solo. Sí, venía gente, me daban charla, pero luego se iban... Los kioscos son un estandarte de las ciudades, pero si nos vamos jubilando y no viene nadie más...".

El lunes 19 terminará de hacer algunas gestiones del kiosco y el martes 20 de agosto... "Igual me quedo en Rota, en mi playa, donde tengo un apartamento. Te digo la verdad: día a día, cada vez que se va acercando el 18, tengo un pellizco aquí (se señala el pecho). Pero ya he llegado a mi límite y me toca descansar y hacer lo que me venga en gana (ríe). Mi mujer ya me tiene una lista de cosas que hacer: corredor de bolsa seguro (ríe de nuevo entre bromas). Espero adaptarme a la nueva vida. Todos los que se han adaptado viven de lujo: sus paseos, sus historias. Lo que sí me encantaría hacer es ir a mi plaza de abastos de Jerez, que hace 38 años que no voy. Soy un enamorado del mercado y voy a ir. Contento".

Paco nació en Jerez en 1961. "Muy contento de mi Jerez", dice. Cuenta que tenía otros sueños en su juventud, pero la vida le llevó a ser kiosquero. No se queja, se adaptó bien a lo que había. Se considera una "persona disfrutona, de las pequeñas cosas", y eso se siente en su sonrisa. Llega ahora una nueva etapa y, seguramente, será la mejor.

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