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La lectura, la ilustración y la AGAEVE

La lectura, la ilustración y la AGAEVE

11 de febrero 2014 - 01:00

A la AGAEVE (Agencia Andaluza de Evaluación Educativa) le ha faltado tiempo para eliminar las Pruebas de Evaluación de Diagnóstico (que maltrataban a los centros educativos todos los años) debido a que la LOMCE ya no las hace viables. Y no es que nos parezca mal, ni mucho menos, pero parecía que el esfuerzo estaba en desmontar la ley y no en empezar a aplicar todo lo que pareciera conveniente de forma rápida. Ahí queda para el debate el porqué de esta apresurada decisión.

Pero las pruebas que sí van a continuar son las llamadas ESCALA para aplicar en 2º de Educación Primaria. Y para ellas viene nuestra reflexión de hoy, toda vez que recordamos la del curso anterior y el despropósito que suponían las ilustraciones que acompañaban al texto de entrada, sin ir más lejos.

Las ilustraciones no son dibujos o fotos con que se acompañan a un texto porque parece que hablan de lo mismo. La ilustración de un texto en general, tiene una función importante (lustrar es dar luz, aclarar una explicación) que puede ser matizada: siguiendo al texto ampliarlo, darle una vertiente creativa sin negarlo o, principalmente, representar lo que se dice en el texto.

En la prueba ESCALA del año pasado, la lectura de partida trataba de "Un día en el colegio". El texto se alternaba en la página con cuatro ilustraciones. Si el texto dice que el colegio está junto a un río y junto a una plaza, la ilustración nos muestra un colegio como en medio de un campo sin nada alrededor; si el texto dice que tiene tres edificios, en el dibujo solo sale uno; si en el texto dice que hay patios con materiales deportivos, en el dibujo "ni flores"; si en el texto dice que están en la estación más fría del año, en los dibujos donde aparecen niños, estos están con ropa de verano; en el texto no se dice que haya balancines, pero el dibujo lo pone; cuando se habla de las aulas, se dibuja una estantería con libros; y solo cuando se habla de una tortuga aparece una tortuga. Y podría seguir…

¿De quién es la responsabilidad de semejante despropósito? ¿Quién evalúa el trabajo de los trabajadores de la Agencia? La página de la que estamos hablando es una porquería. Publicar, aunque sea una prueba escolar (o precisamente por serlo) necesita de alguien que la edite y no de alguien que reparte el texto en cuatro párrafos y lo acompaña alternativamente con cuatro imágenes de Internet cogidas al azar.

¿Sabe la Agencia cuántos maestros y maestras (y está claro que no hablo por mí) son magníficos ilustradores que podrían haber hecho un trabajo magnífico? Con lo caro que nos salen estas pruebas ya podrían ponerle un poquito más de atención.

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