La libertad de ‘Juancho’ en la laguna de Torrox duró un mes

Sucedió en Jerez

El cocodrilo que apareció en el humedal tuvo que ser capturado con la intervención de la policía

El cocodrilo momentos después de ser capturado y tratado de las heridas. / Pascual
Francisco Abuin

19 de julio 2020 - 06:00

Jerez/Aún sigue fresco en el recuerdo el episodio del cocodrilo que se localizó en la laguna de Torrox. Alguien vio un lagarto grande, que después se confirmó que era una cría de cocodrilo, que en el momento de su captura medía un metro pero con unos peligrosos dientes propios de este saurio.

Fue el 5 de octubre de 2007 cuando se puso en marcha una operación en la que intervinieron agentes del Cuerpo Nacional de Policía y personal del zoológico jerezano. Evidentemente, este cocodrilo no podía seguir habitando en la laguna por el peligro que entrañaba.

Así, el área de Medio Ambiente se decidió a ir a por él. Hizo falta un tirador de precisión para herir en la cola al animal que fue recogido rápidamente y tratado por los veterinarios del zoo de los daños que presentaba, también en la boca.

Está claro que ‘alguien’ lo dejó en la laguna una vez que comprobó que el animal crecía al igual que su instinto salvaje. Aquel episodio provocó muchos chascarrillos en la ciudad y era tema de conversación constante. Al final fue bautizado como Juancho, el mismo de una popular serie de dibujos animados.

Así que Juancho terminó su etapa de completa libertad un mes después de que se le buscara intensamente por el humedal que, recordemos, es el epicentro de un parque urbano y se sitúa rodeada de varias urbanizaciones. Los biólogos de zoo lo estudiaron, además de tratarlo de las heridas del disparo, determinado que se trataba de la misma especie que se cría en el Nilo, un saurio que en edad adulta puede alcanzar varios metros de longitud.

Concentración de aficionados industrialistas a las puertas del estadio Domecq. / Archivo

‘Portazo’ al Jerez Industrial en el estadio Domecq

La polémica siempre ha perseguido la rivalidad entre el Jerez Deportivo y el Jerez Industrial, más allá de lo meramente deportivo. Sucedió en diciembre de 1985 cuando en la jornada dominical futbolera en la que el equipo insdustrialista jugaba en casa, hacia el mediodía contra el Moguer, el equipo se encontró con las puertas del antiguo estadio Domecq cerradas a cal y canto.

De esta forma, el Deportivo cumplía su advertencia de que no dejaría jugar a su rival a la hora que había elegido para el encuentro. Aquello provocó una fuerte polémica con concentración de aficionados en la avenida de Méjico, como se ve en la imagen. Además, al árbitro tampoco le dejaban acceder. El colegiado se limitó a suspender el partido.

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