El lince ibérico a salvo en Jerez: con Esperanza empezó todo
El Zoobotánico de Jerez ha jugado un papel fundamental para que el lince ibérico haya sido descatalogado como especie en peligro de extinción
La mirada del futuro
"Hemos sacado al lince ibérico de la extinción segura"
Esperanza, Mosto, Neón, Nitrógeno, Pantana, Pimienta, Planeta, Ubriqueña, Única... Parecen simples nombres pero son mucho más. Son el reflejo del trabajo incansable de un gran equipo de profesionales del Centro de Conservación de la Biodiversidad Zoobotánico Jerez que lleva años siendo escudo contra la extinción del lince ibérico. Esos nombres fueron crías nacidas en el zoo jerezano, un ‘granito de arena’ para que la especie ya no esté considerada en peligro de extinción.
Este verano el lince ibérico ha sido reclasificado, pasando de estar en la categoría de especie ‘en peligro’ a ‘vulnerable’ en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Un éxito mundial a nivel de conservación, con un aumento exponencial de la población de 62 individuos maduros en 2001 a 648 en 2022. Hoy en día, la población total, incluidos linces jóvenes y maduros, se estima en más de 2.000 individuos.
Desde la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza subrayan que el aumento de la diversidad genética de la especie a través de translocaciones y de un programa de reproducción ex situ ha sido clave para aumentar el número de ejemplares. Desde 2010, se han reintroducido más de 400 linces ibéricos en partes de Portugal y España.
Jerez, muy presente en el proceso de recuperación de la especie
En marzo de 2001, cuando el lince ibérico atravesaba sus peores momentos, con apenas un centenar de animales en libertad, un equipo de investigadores de la EBD, dirigidos por Miguel Delibes, encontró en Coto del Rey (Doñana) una camada con cuatro cachorros, en la que una de las crías estaba ya muerta y otra en estado crítico. Por acuerdo entre la Junta de Andalucía y el Ministerio de Medio Ambiente se decidió retirarla y confiar su recuperación y crianza al Zoobotánico de Jerez.
Era una hembra de apenas una semana de edad a la que se llamó ‘Esperanza’ por cuanto suponía la posibilidad de iniciar el germen de un proyecto de cría para ayudar a recuperar la especie y fue criada con biberones por el equipo del Zoo.
Es por ello por lo que Jerez participa en el Programa de Conservación ex situ del lince ibérico, iniciado oficialmente en el año 2002. Los objetivos generales de este programa de cría en cautividad son establecer un stock de linces capaz de automantenerse a largo plazo y de producir además un excedente de ejemplares idóneos para su reintroducción.
Tiene así un doble propósito: asegurar la supervivencia futura de la especie a la vez que de proporcionar animales aptos para reforzar las poblaciones silvestres, incrementar su variabilidad genética o recrear poblaciones extintas.
El Zoobotánico ha participado activamente desde sus inicios, recibiendo los primeros cachorros que se capturaron en el campo para su crianza artificial y coordinando el programa durante varios años. También mantienen una pareja reproductora en el AREA (Área de Reproducción de Especies Amenazadas) y ejemplares a la vista del público, desarrollando gran cantidad de actividades educativas en torno a la especie.
Además ha sido el primer zoo en el mundo en mostrar esta especie en sus instalaciones y el único en reproducirla en cautividad. En 2005 se consiguió el primer éxito del proyecto, con la primera camada de Saliega (uno de los cachorros criados en el Zoobotánico) en el centro de cría de El Acebuche.
Desde entonces la población cautiva no ha parado de crecer hasta llegar a mantener una población estable de más de un centenar de ejemplares, además de producir numerosos ejemplares para su reintroducción en lugares donde se había extinguido.
En una década se han liberado casi 300 ejemplares nacidos en cautividad. Entre ellos varios nacidos en el Zoobotánico, lo que ha permitido recuperar poblaciones en lugares en los que se había extinguido, como algunas áreas de Andalucía, Extremadura, Castilla La Mancha y Portugal. También se ha mejorado la variabilidad genética de las poblaciones donantes de Doñana y Sierra Morena oriental.
El Zoo, “siempre a la vanguardia”
El teniente de alcaldesa de Desarrollo Sostenible, Medio Ambiente, Protección Animal, Jaime Espinar, alaba el trabajo realizado por el Zoo de Jerez “por y para la conservación de esta especie”. “Gracias a este trabajo, junto a otros centros y Junta de Andalucía, se ha logrado pasar de especie ‘en peligro’ a ‘vulnerable’. La recuperación de la especie se debe principalmente al trabajo conjunto y colaborativos entre todos ellos”, destaca Espinar.
Por ello, felicita al equipo del Zoo “que ha trabajado y seguirá trabajando por esta especie. El lince ya no está en peligro de extinción, pero todavía sigue en peligro. Estoy seguro que se conseguirá”. Asimismo añade que “es un orgullo para Jerez ser partícipe de este éxito que se suma a otros logros conseguidos por el Zoo en proyectos de reintroducción de especies, como el del ibis eremita, y los más de 40 proyectos de recuperación de especies amenazadas en los que se trabaja. El Zoo siempre en la vanguardia de la conservación de la biodiversidad”.
“Desde el Centro de Conservación de la Biodiversidad Zoobotánico Jerez nos congratulamos de que el lince haya sido descatalogado de peligro y haya pasado a una categoría menor de amenaza. En parte estamos contentos porque ha sido fruto del trabajo de muchas personas, algunas de este Centro que desde sus inicios en 2002 ha participado activamente en el programa de conservación ex situ, que se ha coordinado aquí desde sus inicios”, subraya Íñigo Sánchez, conservador del Zoobotánico.
En Jerez se recibieron los primeros cachorros fundadores del programa de conservación, que fueron criados a biberón, “y posteriormente hemos continuado hasta nuestros días con la reintroducción de la especie, manteniendo una pareja reproductora y liberando en el medio natural hasta una docena de cachorros que han nacido aquí, junto a cientos del programa, lo que ha permitido la recuperación de la especie”, añade Sánchez.
Sin bajar la guardia
Sin embargo, el lince ibérico sigue amenazado, debido principalmente a posibles fluctuaciones de la población de conejos europeos en caso de nuevos brotes virales. El lince ibérico también es susceptible a las enfermedades de los gatos domésticos. La caza furtiva y las muertes en carreteras siguen siendo amenazas, especialmente cuando unas carreteras de alto tráfico atraviesan el hábitat del lince. Las alteraciones del hábitat relacionadas con el cambio climático también constituyen una amenaza creciente.
El ibérico, el más pequeño de los linces
Los linces son felinos de mediano tamaño. Hay cuatro especies en el mundo: el lince canadiense, en Canadá; el lince rojo o bobcat, en los Estados Unidos; el lince euroasiático o boreal, en gran parte de Europa y Asia; y el lince ibérico, exclusivo en la Península Ibérica.
El Ibérico es el más pequeño de los cuatro, con sólo un metro de longitud y medio metro de altura. Las hembras pesan unos 10 kilos mientras los machos pueden llegar a los 14 kilos. Se diferencian del resto por tener una piel más manchada y por sus largar ‘barbas’ y ‘pinceles’(mechones de pelos en los extremos de las orejas), mayores que los parientes.
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