"He llegado a trabajar a 40 grados y sin ninguna sombra"
MANUEL sánchez albañil
Las temperaturas que pueden llegar a soportar los albañiles durante los meses de verano son altísimas. Mientras que algunos afortunados dejan pasar las horas más duras refrescándose bajo el aire acondicionado de casa, hay otras personas que tienen que desempeñar su jornada laboral en plena calle.
Las obras del centro ya están finalizadas y Manuel Sánchez es uno de los responsables de que el acerado del casco histórico luzca como nuevo. A sus 36 años, este albañil jerezano trabaja bajo el sol de la calle Honda. Junto con su compañero, lleva más de trece años trabajando en el sector de la construcción en Jerez. Actualmente está contratado para la reposicion del acerado del centro. "Lo que hago es colocar los nuevos pavimentos en las calles de la ciudad".
Manuel asegura que ha llegado a trabajar en Jerez a cuarenta grados bajo el sol y sin ninguna sombra a varios metros a la redonda. "Lo peor es cuando me ha tocado en pleno verano hacer canalizaciones a mano. Pico y pala y a escarbar", confiesa este trabajador.
Como cualquier currante acostumbrado al bochorno, Manuel tiene sus escudos básicos para combatir las altas temperaturas a las que está expuesto: botellas de agua, y gorras para que el sol le proteja la cabeza. "Si hay alguna sombra cerca, intento descansar aunque sea cinco minutos para refrescarme".
"Trabajar en pleno verano con estas temperaturas se hace insoportable. A veces si hay suerte te toca un sitio con sombra. Pero llega un punto que uno se acostumbra", añade Manuel.
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