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El patrimonio histórico de Jerez es amplio y rico. Se puede recorrer en su calles y pasear por sus casas, palacios, iglesias... Y como un día da para lo que da, y más con estas temperaturas, aquí proponemos seis paradas concretas de interés recomendadas por los historiadores Manuel Romero Bejarano y José Manuel Moreno Arana.
1.- El cuadro de 'La Virgen niña meditando' de Zurbarán, joya del museo de la Catedral de Jerez. Una obra de 1639 que llegó a la Colegial por orden del testamento de Catalina de Zurita Riquelme, fallecida en 1722. Ella quiso que la obra estuviera en el mismo lugar que fuera enterrada, la Colegial, pero al estar en obras, fue trasladada a San Dionisio, al igual que el cuadro. Una vez acabada la primera fase de las intervenciones, "se transfirió el cuerpo y el cuadro de La Virgen Niña dormida", allá por 1756. Después de muchos años colgado en una pared perdida del monumento, se colocó en la sacristía mayor, debajo de la tabla de la Virgen de Guía. Incluso en 1964 se editó un libro en Sevilla con obras de Zurbarán que incluía esta pieza. Hoy se puede ver en el Museo de la Catedral.
2.- Calle de San Ildefonso, desde San Mateo al Arroyo. Un paseo de gran belleza, mire hacia donde se mire. Por ella se nos cruza el palacio Ponce de León (siglo XV y reformado en el XVII) con su portada, las bodegas Fundador y el convento del Espíritu Santo. Desde el punto más alto de la vía se observa la Catedral con plenitud. Y si volvemos la mirada, San Mateo.
3.- La fachada del Palacio Riquelme (1542). "Cuando Fernando Riquel levanta la fachada de su casa en 1542, lo hace orgulloso de su opulencia. Por eso la concibe como un escenográfico telón de fondo para una de las plazas más importantes de la ciudad. Y en el centro coloca ese gran retablo profano que es su portada, plagada de relieves que nos hablan de personajes y mitos de la Antigüedad, reinterpretados desde el punto de vista del Humanismo dentro de una sofisticada lucha entre la virtud y el vicio", nos cuenta José Manuel Moreno Arana. Hoy, sin embargo, es uno de los edificios más olvidados del patrimonio jerezano.
4.- El bello patio de Ponce de León (1537), obra en la transición entre el Gótico y el Renacimiento, en el actual colegio del Salvador, en la plaza Ponce de León.
5.- La Bodega del Brigadier, en Bodegas Harveys (siglo XIX), el edificio más grande del conjunto, con más de 6.000 botas.
6.- El Retablo Mayor de San Miguel. Muy apreciado en su conjunto, cuenta numerosas historias por sus detalles. Detrás de él hay un pequeño retablo de piedra, muy simple y deteriorado. Pero el que se muestra, su concurso es de 1609, al que se presentan varios autores, aunque lo asume casi en su totalidad Martínez Montañés durante más de tres décadas, pero no lo concluye por innumerables pleitos. Lo traspasa a José de Arce, que desarrolla las naves laterales. La exquisita calidad de la tela de los vestidos, elaborados con una técnica que consiste en dorar, pintar después y rascar esa pintura, adornados con piedras semipreciosas, dejan al visitante enganchado al espectáculo. Aquí intervienen Zurbarán y Alonso Cano, es decir, pintores de primera fila.
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