La manzanilla se desmarca del fino
El pleno del Consejo del vino pospone la aprobación de las normas de campaña · Las bodegas de Sanlúcar se alejan de Fedejerez para alinearse con la propuesta de los viticultores de limitar la producción en vendimia
El debate de las normas de campaña monopolizó el pleno del Consejo Regulador celebrado el martes y en el que la aprobación de las reglas de juego de la vendimia, por decisión del presidente de la institución del vino, se pospuso hasta una próxima sesión plenaria ante las discrepancias que mantienen las bodegas y los viticultores, como casi siempre.
Las diferencias entre las partes son insalvables, ya que las bodegas defienden mantener el rendimiento máximo previsto en el reglamento del vino para garantizar, en la medida de lo posible, el mayor abastecimiento posible con la cosecha del viñedo propio, mientras que los viticultores aspiran a limitar la producción que se destinará a la elaboración de vinos de Jerez, que daría más salida a sus cosechas para reponer las existencias de las firmas bodegueras del Marco.
La recuperación de la paridad entre el sector comercializador y los productores en el seno del Consejo Regulador obliga a buscar acuerdos por mayoría simple para deshacer el empate, y todo apunta a que los viticultores ganarán esta vez la partida a las bodegas para imponer su criterio de limitación de la producción, propuesta en la que, a priori, cuentan con el apoyo de los vocales de las bodegas de Sanlúcar.
Los manzanilleros, que concurrieron a las elecciones del vino bajo el nombre de Vinateros de Sanlúcar en una candidatura conjunta con Fedejerez, se desmarcan de la patronal bodeguera al entender que en la situación actual del Marco, donde proliferan los abandonos de viticultores por la falta de rentabilidad del viñedo, la defensa de la viña se hace necesaria para garantizar el abastecimiento futuro de materia prima.
El temor a la pérdida de más viñedo en el Marco, que este año afronta la vendimia con unas 7.000 hectáreas de viñas -un 25% menos de superficie que en la última campaña-, coincide en particular con los intereses de la firma sanluqueña Barbadillo, la bodega que más compra a los viñistas independientes -por no decir la única-, aunque no tanto para la elaboración de vinos de Jerez como para las necesidades del 'Castillo de San Diego', el vino de la Tierra de Cádiz que presume de ser el blanco más vendido de España.
La propuesta de los productores de limitar la producción, siempre en aras de la calidad para evitar la presión de la Comisión Nacional de la Competencia -temible tras las dos sanciones impuestas al vino de Jerez y la propuesta de una tercera-, reúne según fuentes del sector 12 apoyos frente a los 8 de Fedejerez, que en caso de no allanar el camino en la ronda de contactos que ahora se inicia para concretar las propuestas, podría sufrir un nuevo revés en el pleno del Consejo, en el que el nuevo reparto de fuerzas tras las elecciones de septiembre devuelve el equilibro real al Marco.
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