María José Santiago: “Me alegra que el ‘Vente pa Jerez’ sea el eslogan de la Navidad de mi ciudad”
La cantante jerezana regresa a su tierra el próximo 5 de diciembre para exhibir ‘Canta conmigo, Jerez’, un espectáculo solidario que llevará a cabo en bodegas Real Tesoro
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María José Santiago regresa este próximo 5 de diciembre a su tierra. Lo hará en las Bodegas Real Tesoro donde ofrecerá un concierto a beneficio de la obra social de la Guardia Romana de la Hermandad del Transporte. Charlamos con ella en el siempre acogedor Hotel Casa Palacio María Luisa.
–Empieza usted la Navidad con bastante intensidad...
–Sí, la verdad es que se presenta una Navidad muy intensa, no me quejo, porque además, me he permitido el lujo de dejar cosas fuera. Gracias a Dios, los espectáculos que voy a hacer están prácticamente vendidos, porque en el Teatro Cervantes de Málaga, que son 1.200 butacas, apenas quedan unas cincuenta, en el Gran Teatro de Córdoba, igual y en Teatro Cerezo de Carmona, que por cierto es precioso, lo mismo.
–¿Cuántas cosas tiene previsto hacer?
–Bueno, hago Jerez, Málaga, Córdoba, Carmona, Fregenal, donde voy ya después de la Nochebuena, el día 27 de diciembre,igual que en Huelva y en Utrera.
–Este año ha optado por no salir de Andalucía, ¿por algún motivo?
–Tuvimos ofrecimientos para estar en Madrid, pero al final decidimos que no, porque sólo nos daban un día por aquello de los musicales que hay programados, y claro, entiendo que para estar en Madrid, que menos que dos o tres días, como hicimos hace dos años en el Teatro La Latina. Ir un día solo y encima un lunes, no compensa.
–A estas alturas se puede permitir el lujo de elegir...
–Sobre todo porque la experiencia, te la opción de no volver a equivocarte. A lo mejor hace unos años hubiera elegido sitios a los que ahora les he dicho que no, pero a estas alturas no. La verdad es que es una alegría, pero me ha costado mucho trabajo llegar donde he llegado. Ahora voy donde quiero ir. Pasa igual que con la televisión, hay gente que me pregunta por qué no estoy en televisión, que no me ven. Pero ni a mí ni a muchos artistas ni muchas figuras. No es algo nuevo, así llevo ya mucho tiempo, y si no me interesa, no lo hago. Y he tenido ofrecimientos, y me han llamado de todos los programas habidos y por haber de los que hay ahora, pero los he rechazado. Date cuenta que tampoco hay muchas cosas en televisión hoy día.
–Se refiere a aquellos programas con actuaciones en directo y demás que había antes y que han desaparecido, ¿verdad?
–Eso es. Ya no hay programas como los que hacía José Luis Moreno tan maravillosos, con esa puesta en escena tan fantástica. Ahora te llaman y te dicen que vayas gratis para hacer promoción. Mire usted, yo de promoción no estoy. Ya estoy de vuelta para ir a promocionarme, tiene que ser que saque un disco y me interese mucho, pero si no, no voy así.
–¿Cree que se falta el respeto al artista?
–A veces sí. Creo que el artista y la televisión se necesitan mutuamente porque si no hubiese artistas, no existirían los programas de televisión. Quizás también los propios artistas tenemos mucha culpa de eso, por querer salir y estar ahí y promocionar el trabajo, sin mirar nada más. Que es lícito también, claro, pero con esta cultura se ha hecho mucho daño, mucho daño. Yo recuerdo haber ido a los programas de José Luis Moreno y cobrar bien, e incluso muchos programas de Canal Sur, pero eso ahora ya no se da. Ahora ya no hay dinero para los artistas, pero para otras cosas sí. Pensarán que los artistas no comemos...
–Pasa igual que los programas de fin de año....
–Con eso igual, ya no se hacen como antes, y la verdad es que no sé por qué. Ahora se dedican a sacar actuaciones antiguas. Yo por ejemplo todos los años salgo en Canal Sur con actuaciones de hace un siglo...Pero bueno, así está la cosa.
–Para María José Santiago, la Navidad ha sido una época muy fructífera, ¿lo cree así?
–Por supuesto, date cuenta que yo pegué el salto con ‘Tu carita divina’ y la verdad es que es una época que me ha dado muchas alegrías artísicamente hablando.
–De hecho, uno de los villancicos top que se oyen en las calles de Jerez estos días es el ‘Vente pa Jerez’...
–Es que ese villancico es muy pegadizo. Es más, he visto este año, paseando el otro día por la calle Larga, que lo han utilizado como eslogan de una marca de cervezas para las zambombas de Jerez. Es un villancico muy pegadizo y el estribillo se me ocurrió, porque la letra es mía, casi de imprevisto en el mismo estudio de grabación. Me alegra mucho que la gente lo cante, porque también ha servido para darle un empujoncito a la Nochebuena de Jerez, ya que lo cantan en todos los sitios. A mí me gusta cerrar mis espectáculos de Navidad con él, y la verdad es que se canta en todos los sitios, incluso en Madrid he visto a la gente cantándolo.
–¿Vive usted las zambombas de su tierra¿ ¿Le gusta venir?
–A mí me encantan, pero ahora en estas fechas me reservo mucho, la verdad, vivo dentro de lo que son mis espectáculos. Ahora, me parece genial que la Navidad en Jerez se haya convertido en un aliciente más de la ciudad, porque ganan dinero los hoteles, los restauranes...es una propuesta muy buena.
–(...)
–Lo que no me gusta mucho es que se adelanten tanto, porque la Navidad se ha empezado siempre en diciembre, e incluso si me apuras, yo recuerdo cuando niña que las zambombas empezaban después de la Inmaculada. Ahora, con esto del negocio se han metido ya en noviembre y no me parece. Cualquier día vamos a estar cantando villancicos y comiendo polvorones en agosto (risas). Pero bueno, siempre que sea algo bueno para el pueblo, bienvenido sea, porque además, viene mucha gente de fuera.
–Antes ha dicho que este boom de la Navidad es bueno para la hostelería, para los hoteles...Pero, ¿y para los artistas?
–Hombre, vamos a ver, es muy difícil opinar de este tema, porque yo creo que es bueno para todo el mundo, pero sí es cierto, que algunas cosas deberían estar mejor reguladas.
–No vendría mal que hubiera de nuevo un carnet de artista ¿no?
–(Risas) No sería mala opción, porque para conseguir el carnet te decían, ‘venga, cante usted, a ver lo que hace’, y luego una tenía que estar dada de alta y cotizar. Eso es algo que te afecta, porque por ejemplo yo cada vez que me subo a un escenario, llevo a todo el mundo dado de alta, y si alguno me pone pegas, le digo que no puede venir, más que nada porque si le pasa algo, la responsabilidad es mía. En ese sentido, creo que debería haber más control porque luego todos queremos tener los mismos derechos, pero a la hora de la verdad, no queremos obligaciones.
–¿Qué recuerdos le trae a usted la Navidad?
–A mí la Navidad me trae muy buenos recuerdos. Ya no sólo en lo artístico como hemos hablado antes, sino en lo personal. Yo he tenido la suerte de que a mi abuela le encantaba la Navidad y cuando llegaba diciembre se reunían en los patios todos los vecinos. Uno traía el anís, otro los pestiños...eso era precioso. Esos recuerdos en casa de mi abuela los tengo muy presentes, con todos mis tíos...Era una época muy bonita.
–Se lo pasaría en grande cantando....
–Por supuesto, a mí una buena fiesta me encanta, y si es en mi tierra, mejor. Pero tampoco es que sea muy juerguista, incluso muchos amigos míos se sorprenden. Me cuido y me he cuidado mucho, y no me gusta trasnochar. Pero eso no quita que me encante, como digo, una fiesta, ya sea en Jerez, en Sevilla o en Utrera, donde tengo muy buenos amigos.
–Volvamos al espectáculo del día 5. ¿Qué ha preparado este año para venir a Jerez?
–Espero que mis paisanos disfruten de un conciertazo, porque es un espectáculo que va in crescendo. Hemos emulado un tabanco de Jerez, y a lo largo del montaje se intercala el diálogo con los villancicos. Esta fue una propuesta que presentamos en Madrid hace ahora dos años, y la verdad es que gustó mucho.
–Imagino que le acompañará su elenco habitual...
–Sí, en las voces vienen mi hermana Rosi, mis sobrinas María y Tomasa, Margari Méndez, Sonia...bueno y una chica nueva que se llama Lola y que canta de maravilla. También, mi primo Luis Santiago, Gregorio Fernández hijo y Manuel de la Momi, que hace de tabernero, y no veas la que forma. Luego, a las guitarras están Domingo Rubichi, Fernando del Morao, Rafael Sordera, mi Juan Diego Santos y mi sobrino-nieto Luis Franco, que está tocando de maravilla.
–El espectáculo tiene un cariz solidario. Usted siempre está ahí cuando lo necesitan...
–Sí, es algo que considero obligatorio. Esta vez es para la hermandad del Transporte, pero suelo colaborar para este tipo de cosas desde siempre. Creo que como artista y como persona, hay que ser humano porque Dios nos ha dado un don y eso debemos compartirlo. En mi caso, llevo toda la vida haciendo cosas benéficas. De hecho, una de las cosas que me gustaría hacer es un concierto en mi barriada del Chicle. Hace tres o cuatro años se lo propuse al señor Paco Camas, pero nada de nada. Le propuse para cantar para esa gente que no tiene medios para ir a un espectáculo, haciéndolo allí en el campo de fútbol. Pero bueno, ojalá se pueda hacer algún día.
–Acaba de venir de Méjico, ¿qué tal la experiencia?
–Muy bien, he estado en Puebla y me he sentido muy querida, como cada vez que voy. Incluso me ha ocurrido una cosa muy bonita, que le han puesto mi nombre a una capilla donde está el Santísimo Cristo de Tila. Ha sido el regalazo más grande que me han podido hacer en mi vida. Hice varias actuaciones, y podría haberme quedado más, pero mi madre no estaba bien de salud y tenía claro que debía volverme.
–La familia, y una madre, es lo más importante...
–Por supuesto, la vida te enseña a que la familia y sobre todo tus padres, son lo más importante. He tenido la suerte de recorrer el mundo y tener mil experiencia, y está claro que he disfrutado mucho, pero ahora, que me lo puedo permitir, quiero vivir a mi manera y para mí, mi madre es lo más importante. Hace tiempo además que me di cuenta de que no podía estar supeditada al trabajo y eso es lo que trato de hacer, vivir.
–Usted es una persona inquieta, ¿qué tiene ya en mente de cara al futuro?
–En realidad, me gustaría hacer el próximo año un espectáculo que mezcle la copla y el flamenco. Creo que la copla en este país se ha quedado aislada, y no por el público, porque sé que hay mucha gente que la quiere, sino porque los programadores y los propios teatros no apuestan por ella.
La juventud está habituada ahora mismo al reguetón, y no se le ha inculcado nuestras tradiciones. Ahora todos escuchan esa música que se ha metido por los cinco sentidos y que a mí particularmente no me gusta.
–¿Y espera poder llevar a cabo esa idea?
–Voy a intentarlo, pero no es fácil. Primero porque me he vuelto un poquito cómoda, la verdad, cuando me pongo con algo y surgen problemas, digo, lo dejo. Pero me gustaría llevarla a cabo porque creo que es necesaria. Eso sí, desde aquí me gustaría también decirle a los teatros que sean más flexibles con estas propuestas, porque hay muchos teatros que te piden cuatro, cinco, seis mil euros por noche de alquiler y eso para los artistas como nosotros es inviable. Por eso a veces digo, ¿me voy a hartar de trabajar para que luego no le veas color? Yo creo que es el gran problema para este tipo de propuestas, por eso los artistas no se arriesgan.
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