El Ayuntamiento pedirá a Hacienda otro plan de pago a proveedores

El gobierno local prevé que en breve la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, le haga un hueco en su agenda. La Delegación de Economía ya prepara el encuentro en Madrid en el que se hará una serie de peticiones para un ayuntamiento que sigue estando entre los más endeudados del país. Entre las solicitudes se incluirá una nueva línea de crédito para pagar facturas a proveedores, según explicó el edil de Economía, Santiago Galván.

En síntesis, la propuesta es similar a un plan de pagos al que el Consistorio jerezano se adhirió entre 2012 y 2014 con el que pudo liquidar unos 399 millones de euros en facturas —la denominada deuda comercial—. El delegado de Economía comentó a este periódico que se pretende pedir esta línea de crédito extraordinaria para “tratar de poner a cero” los débitos con los proveedores. La fórmula solicitada es ya conocida: permitir al Ayuntamiento suscribir un préstamo a bajo interés que permitirá liquidar el grueso de los impagos con las empresas.

La deuda que el Ayuntamiento arrastra con sus proveedores asciende a 53,1 millones de euros, según la última cifra publicada por el Ministerio de Hacienda correspondiente al mes de julio. El importe se ha reducido notablemente desde marzo, que estaba en 79,9 millones, una disminución debida a un cambio en la metodología que se utiliza para el cálculo de esta magnitud. Hasta marzo, se contabilizaban todas las facturas que entraban por el registro municipal. Ahora, desde abril solo se incluyen aquellas que ya están reconocidas por la entidad local.

Lo cierto es que el Ayuntamiento solo logra rebajar sus impagos de manera sustancial en los meses de mayores ingresos, que coinciden con los periodos de cobro de los principales tributos, y en los momentos que se ha acogido a líneas de crédito habilitadas por el Ministerio de Hacienda. Sin embargo, no termina de darse solución al problema endémico de la tesorería municipal que no recibe obtener los ingresos necesarios al mismo ritmo que demandan los gastos, de ahí que la deuda siga tan elevada.

Ahora bien, la nueva metodología para el cálculo de la deuda comercial ha permitido rebajar el tiempo de pago, situándose en unos seis meses desde que se reconoce la factura. Eso sí, no hay estadística oficial que apunte el tiempo que tarda el Ayuntamiento en dar el visto bueno a la obligación con su proveedor.

Desde 2015, las líneas de ayudas del Ministerio de Hacienda a los ayuntamientos con problemas financieros se habilitan a través del denominado fondo de ordenación. Pero este ‘rescate’ solo permite que las entidades locales puedan pedir préstamos para atender sentencias judiciales adversas y para pagar amortizaciones de otros créditos. No en vano, hace escasas semanas el Consistorio aprobó pedir otros 22,9 millones para afrontar fallos judiciales adversos.

En el encuentro en Madrid, el equipo de gobierno no solo demandará este nuevo plan de pago a proveedores sino que también volverá a solicitar otra fórmula para devolver los aproximadamente 100 millones de euros que el Consistorio aún adeuda a la Tesorería General de la Seguridad Social por los costes de la plantilla. Desde 2013 se aplica un acuerdo con el que, teóricamente, debe liquidarse el débito en 2023. Ahora bien, el problema de este acuerdo es que la cuota mensual a devolver se incrementa exponencialmente en los últimos años por lo que el ejecutivo sigue empeñado en buscar una fórmula de devolución alternativa menos lesiva para su tesorería.

Ya a principios de este mandato planteó la posibilidad de suscribir un préstamo por el importe pendiente aprovechando las líneas de crédito del Ministerio de Hacienda, una posibilidad que no contó con el beneplácito de la administración central. El edil de Economía apuntó que confía en que el cambio de gobierno haya traído también otra respuesta al planteamiento municipal.