El Museo del Flamenco de Andalucía en Jerez deberá estar acabado en septiembre del año próximo

En septiembre del año próximo deberá estar concluido el Museo del Flamenco de Andalucía, el futuro equipamiento que pretende convertirse en un referente de este arte en toda la comunidad autónoma. Este miércoles se colocó la primera piedra de unas obras que se iniciaron hace varias semanas para rehabilitar varios inmuebles del entorno de la plaza Belén que albergarán este futuro espacio expositivo en un acto protocolario que estuvo presidido por la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, y la alcaldesa, Mamen Sánchez.

El proyecto del Museo del Flamenco de Andalucía y Centro Andaluz de Documentación del Flamenco (CADF) prevé un doble equipamiento en las cuatro fincas donde ya se está interviniendo. Así, además del antiguo Zoco de Artesanía de la plaza Peones, se están demoliendo y rehabilitando varias fincas en las calles Doctor Lillo y Barranco, que también han sido cedidas por el Ayuntamiento. Todas ellas estarán comunicadas entre sí, aunque contarán con accesos independientes.

Por un lado, el Museo del Flamenco en sí se ubicará sobre unos 2.800 metros cuadrados de superficie útil . Tendrá su entrada principal por la calle Barranco y contará con seis salas expositivas cuyo contenido ahora está en estudio. No obstante, se prevé reservar espacios dedicados a la historia y personalidades del cante, del toque y del baile, así como otras donde se explicará su relación con otras artes como la pintura o con otras culturas. También habrá un espacio para la vinculación del flamenco con el vino de Jerez. El proyecto incluye un auditorio con capacidad para un centenar de personas que podrá albergar espectáculos, exhibiciones audiovisuales, presentaciones y conferencias.

Mientras, el antiguo Zoco de Artesanía se dedicará para el Centro Andaluz de Documentación del Flamenco, que actualmente se encuentra ubicado en el Palacio de Pemartín, en la céntrica plaza San Juan. Ahora bien, aún está por concretar cómo y qué contenidos de este equipamiento pasarán al nuevo emplazamiento. La consejera de Cultura señaló que la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento tienen que sentarse en los próximos meses para analizar si este nuevo espacio puede albergar todos los fondos existentes en Pemartín y si la sede actual continuará o no vinculada al Centro de Documentación.

No obstante, el futuro uso de este inmueble, así como los contenidos que albergará el Museo, son asuntos que deberán concretarse próximamente. Patricia del Pozo explicó que la Consejería continúa realizando los estudios previos para poder empezar a elaborar el proyecto museológico y, con posterioridad, el museográfico que dote de contenido al equipamiento.

Las obras, que tienen un presupuesto de 5,9 millones de euros con cargo a los fondos europeos ITI (Iniciativa Territorial Integrada), están siendo ejecutadas ya por la empresa Díez Cubero. Durante la visita, uno de los arquitectos de la firma incidió en la “complejidad” de la ejecución del proyecto al haberse previsto sobre distintos inmuebles que están en diferente situación arquitectónica. Así, si en el Zoco de Artesanía solo es necesaria una rehabilitación, se ha tenido que proceder a la demolición del inmueble de Doctor Lillo para que albergue el auditorio. Mientras, en la finca de calle Barranco se rehabilitará la fachada existente (que lleva más de una década apuntalada, pero cuenta con figuras de protección) y se reformará íntegramente todo su interior, donde también deberán hacerse estudios arqueológicos.

Durante el acto protocolario, la consejera de Cultura incidió en la vinculación de Jerez con el flamenco y de la idoneidad de que albergue este museo. “Este museo vendrá a apuntalar el papel fundamental que tiene Jerez en el mundo del flamenco”, destacó.

Por su parte, la alcaldesa destacó que, una vez abierto, el entorno de la plaza Belén se convertirá en un destacado enclave cultural y turístico pues a este equipamiento se tiene previsto sumar el museo dedicado a Lola Flores previsto en la Nave del Aceite. Incluso, apuntó que estas inversiones públicas han animado a la iniciativa privada. “Todas las casas abandonadas que hay tienen ya proyectos”, aseveró.