La novelista inglesa Barbara Pym y su toque de jerez

El Rebusco

Un vino muy presente en sus historias

En la ficción y en su vida privada

La escritora en su casa y la placa que recuerda donde nació.
José Luis Jiménez García

09 de septiembre 2024 - 05:50

La literatura anglosajona del siglo XX ha dado un buen puñado de escritoras de primera fila. En el género negro y policiaco han destacado la mayoría de ellas, valga recordar a Agatha Christie, P. D. James, Ruth Rendell, Anne Perry, o la norteamericana Mary Higgins Clark.

Otros nombres sobresalientes en nuestra particular lista son Doris Lessing, Iris Murdoch, Edna O´Brien y J. K. Rowling. A cuatro de estas novelistas ya les hemos dedicado nuestro Rebusco.

Para la ocasión traemos a una autora poco conocida en nuestro país ya que la fama le llegó tarde, nos referimos a Barbara Pym.

¿Qué tienen en común para que las hayamos seleccionados?, que en todas podemos seguir la pista de un elemento en común en las historias que cuentan: el vino de Jerez.

Retrato de Barbara Pym con su gato.

Breve biografía

La escritora Barbara Pym nació el 2 de junio de 1913, en Oswestry, Inglaterra.

Durante su vida publicó un puñado de excelentes novelas, pero solo fue reconocida en 1977, y su obra reapareció y se amplió. Hoy es un clásico del siglo XX.

Se licenció en literatura inglesa en St. Hilda’s College, en Oxford. A lo largo de su vida escribió varias novelas, de las que la editorial española Gatopardo ediciones ha ido publicado sus obras más destacadas: Mujeres excelentes (2016), Amor no correspondido (2017), Un poco menos que ángeles (2018), Extranjeros, bienvenidos (2019), Cuarteto de otoño (2021) y Jane y Prudence (2022). 

Barbara Pym no se casó nunca y cuando se jubiló se fue a vivir con su hermana Hilary, quien se ocupó de la publicación de sus obras. Pero, al contrario que muchas de sus protagonistas, esas ‘mujeres excelentes’, como las del título de una de sus novelas más alabadas, ella no fue una solterona: entre sus novios estuvieron un político y un productor de la BBC. 

Grupo de mujeres participando en un Sherry Party, Londres, años `50.

Durante la Segunda Guerra Mundial formó parte del Women’s Royal Naval Service, y posteriormente trabajó como editora en el International African Institute of London. Nunca vivió de sus libros, pero, aun así, le afectó que sus novelas fueran rechazadas por numerosas editoriales desde 1961 hasta 1977, después de haber debutado con Some tame gazelle en 1950: ‘’Fue una sensación horrible y humillante, ser rechazada por completo después de todos aquellos años; no supe qué hacer. Me planteé seriamente intentar escribir algo distinto, tal vez una novela histórica o de suspense, pero nunca llegué muy lejos con esa idea’’.

Tardío reconocimiento

La valoración de la obra de Pym tuvo lugar gracias a un artículo-encuesta en el Times Literary Suplement de 1977, donde dos destacados críticos la eligieron como ‘una de las mejores escritoras olvidadas de la centuria’. Inmediatamente apareció Murió la dulce paloma, y Quartet in Autumn, propuesta. esta última, para el premio Booker. 

Su reconocimiento fue tardío y lo disfrutó por poco tiempo, ya que falleció enseguida, a los 66 años, el 11 de enero de 1980. Por este motivo, tres escritos anteriores aparecieron después de su muerte, gracias al empeño de su hermana Hilary. 

A pesar de ello, entre 1985 y 2023 se han publicado más de una treintena de estudios sobre su vida y obra.

Pym en Oxfordshire, 1979.

De su estilo literario se ha dicho que: ‘En apariencia, su obra ofrece retratos de la vida en los suburbios de ciertas ciudades, a modo de una comedia de costumbres (en las que tiene peso la iglesia anglicana y sus actividades sociales). Y sin embargo su diálogo no es nada concesivo, abunda en sus páginas una profunda ironía y hay finalmente un tono más trágico que se acentúa en sus últimas novelas. Es más, se dice que ella en definitiva fue una especie de antropóloga de gabinete, que analizaba en sus libros a intelectuales y oficinistas, a secretarias sentimentales, maduros apasionados y muchas mujeres que ya no eran jóvenes y trataban de entablar todo tipo de relaciones’.

Novelas con jerez

Siguiendo el orden en que fueron escritas, que no editadas, he escogido doce de sus novelas en las que nuestros vinos forman parte importante de las relaciones sociales de las comunidades que describe, y donde los Sherry Parties eran habituales. Buenos consumidores los encontramos entre los pastores de la Iglesia anglicana, en el mundo académico y universitario, sin olvidarnos de los profesionales de la medicina y, sobre todo, las mujeres.

El apelativo genérico de sherry es el que más sobresale en las novelas seleccionadas, más de un centenar, pero también podemos encontrar tipos: fino, amontillado, medium, medium dry, sweet sherry incluso marcas famosas como el Tío Pepe.

En las novelas de Pym, la trama es el soporte que le sirve para mostrar su ironía, su sentido del humor, y su mirada crítica sobre las costumbres de la burguesía inglesa.

Extranjeros, bienvenidos (Civil to Strangers,1936), publicada de manera póstuma en 1987.

Es con jerez que el que agasajan al extranjero, el húngaro Tilos, en una fiesta y en casa del matrimonio formado por Casandra y su marido Adam.

Portada de Crampton Hodnet.

Crampton Hodnet (1940), rescatada en 1985. 

La acción se desarrolla en el norte de Oxford. Al finalizar la cena, donde está presente el reverendo Latimer, se sirve jerez a los invitados, pero uno de ellos se cuestiona que se sirva jerez después de la comida, lo lógico hubiera sido ‘oporto’.

Mujeres excelentes (Ecellent Women, 1952).

A Mildred, la narradora, asidua de la parroquia y amiga del vicario, el jerez no le es ajeno en ese ambiente, tanto que su sombrero de terciopelo marrón hace resaltar el color de sus ojos ‘que tienen el tono de un buen jerez oscuro’ (’wich look like a good dark sherry’).

Jane y Prudence (Jane and Prudence, 1953).

Cuando Prudence llega a la casa de la parroquia, donde se alojará con su amiga Jane y su marido, el párroco, esta le ofrece un jerez que le ha comprado en la tienda: ‘le pedí al tendero un jerez muy pálido y me dijo: ‘’Querrá decir muy seco, señora’’.

Su novela A Glass of Blesssings.

En Un poco menos que ángeles (Less than Angels, 1955), en Los hombres de Wilmet (A glass of Blessings, 1958), y en A Few Green Leaves (1980) es el Tío Pepe y amontillado los que destacan en estas historias.

En la primera, en la casa donde Mark está invitado, este se decanta por el Tío Pepe, ya que el jerez lo prefiere seco.

A continuación, es Wilmet la que pide al camarero del elegante restaurante un ‘Tío Pepe’.

Siendo ‘un amontillado bastante decente’ el que le ofrecen a Sir Denbigh.

Y la tercera, uno de los personajes se plantea este dilema: ‘Aunque ¿cuándo fue demasiado temprano para tomar un vaso de Tío Pepe, ligeramente frío?’.

Edición inglesa de Less than angels.

La joven Dulcie Mainwaring no perderá ocasión de alegrase con un jerez a la vez que disfruta de la literatura en la historia de Amor no correspondido (No Found Return of Love, 1961).

Portada de su novela No Found Return Love.

Tanto en An Unsuitable Attachment (1963), que vio la luz en 1982, como en Cuarteto de otoño (Quarter in Autum, 1977), los personajes mostraran sus conocimientos al pedir medium dry Spanish Sherry y al jerez medium.

Otras tantas menciones al sherry se harán en An Academic Question (1970-72), publicada en 1986, y Murió la dulce paloma (The Sweet Dove Died, 1978). 

Para abundar en este tema recomiendo el artículo de Jane Peyton, Crampton Honet Trough A Glass of Sherry (2019).

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