A por una ‘ley’ de terrazas que dure 15 años
ordenanzas municipales
Mostradores en la calle en las celebraciones de gran afluencia y mayor permisividad para cerramientos, algunas de las aspiraciones hosteleras
Jerez/El gobierno municipal desea que la ordenanza de terrazas y veladores sea aprobada cuanto antes, después de que el trabajo en torno a la misma desarrollado por políticos, técnicos y hosteleros se haya prolongado más de lo deseado. No en vano, en un principio se deseó que en verano ya estuviera en vigor la ordenanza -o ‘ley local’- que regirá el funcionamiento de estas instalaciones privadas en suelo público. Las actuales datan de hace sólo siete años, pues fueron aprobadas en diciembre de 2013 y entraron en vigor tras su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) en febrero de 2014.
El hecho de que estas ordenanzas apenas tengan siete años y se vayan a reformar deja a las claras que tanto la ciudad como el negocio hostelero han cambiado en este tiempo. Según ha podido saber este medio las cuatro organizaciones que ‘negocian’ con el Ayuntamiento esta nueva ordenanza han consensuado ya una amplia propuesta. Se trata de la organización empresarial provincial Horeca, las asociaciones comerciales Acoje y Asunico así como el colectivo hostelero ‘Hostelería de Jerez’. Todas ellas mantienen una posición consensuada que ofrece la posibilidad de “dar un paso adelante como otras grandes ciudades estando siempre regida esta ordenanza por un espíritu claro: las terrazas no deben molestar a los vecinos ni a los viandantes, ayudando al hostelero a desarrollar su labor ofreciendo máximas comodidades a la clientela. No en vano una terraza no es otra cosa que una ampliación de la capacidad de venta del establecimiento”, apunta el presidente de Horeca, Antonio de María, quien espera que esta nueva norma local "dure mucho en el tiempo, al menos los quince próximos años".
Los hosteleros pretenden que la nueva ordenanza suponga pasos adelante para la ciudad, como ha quedado dicho, algunos de ellos tan importantes como que se apruebe el cerramiento de las terrazas para combatir las inclemencias del tiempo, algo que hasta ahora estaba prohibido pues lo único que se permitía (como había hace unos años en la terraza de ‘El Gallo Azul’) eran los cortavientos, unas alzas acristaladas que delimitaban la zona y combatía el azote del viento.
La inclusión de los cerramientos no es el único avance que proponen los hosteleros, pues también demandan algo especialmente importante en estos tiempos post-Covid en los que las reticencias de los clientes a volver al interior de los negocios es más que evidente. Se trata de los mostradores en el exterior siempre y cuando se celebren acontecimientos que generen gran movimiento de personas y clientes. Para los hosteleros supone un avance importante pues el principal problema al que se enfrentan en esas celebraciones es que “la acumulación de clientes en las barras colapsa el acceso al establecimiento y, contra lo que pudiera pensarse la capacidad de trabajar y hacer negocio se ve seriamente coartada”.
Desde Horeca apuntan que “en fiestas especiales y de gran afluencia de público como la Semana Santa, el Gran Premio de España de Motociclismo y las Zambombas que se puedan poner mostradores en la calle es esencial para atender a mucho público y además permitir la rotación de los clientes”.
Otro de los puntos importantes de la que se espera sea la nueva ordenanza de terrazas y veladores estriba en la disminución del espacio que sede debe dejar libre para el paso de peatones, el cual era antes de 1,50 metros y ahora está previsto que se amplíe a 1,80 metros.
Los tabancos marcan el camino de las actuaciones en directo
Otro punto de especial interés hace referencia a las actuaciones artísticas de pequeño formato. Y es que se daba una circunstancia especialmente curiosa en la ciudad. Jerez es la patria de los tabancos, establecimientos especializados en la venta de vino a granel y en los que, de alguna manera, el arte de la tierra en forma de actuaciones improvisadas en torno al cante jondo han surgido sin que hubiera problema alguno. Por el contrario, si un propietario de bar desea ofrecer una actuación de esta índole (o de otra) a su clientela se exponía a una severa sanción municipal.
Este doble criterio fue atajado por la Junta de Andalucía con el artículo 14 del decreto 155 que viene a permitir estas actuaciones de pequeño formato en el interior del establecimiento siempre y cuando no se superen los 65 decibelios en lo que al volumen del sonido se refiere. En dichas actuaciones de pequeño formato se incluyen todo tipo de actos artísticos, desde música a cuentacuentos y animaciones de todo tipo. Eso sí, si la actuación se va a realizar en el exterior, en la calle, se necesita de una autorización del departamento municipal que controle tales actividades, en el caso de Jerez Urbanismo.
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