"Lo que ocurre en este centro histórico es sorprendente y muy doloroso"
Manifestación en defensa del patrimonio
La Federación andaluza de asociaciones de estos barrios respalda con su presencia en Jerez las reclamaciones de los vecinos
Oposición frontal a una mayor permisividad para la hostelería
Jerez/Miembros de la Federación Andaluza de asociaciones de vecinos de centros históricos lamentaron ayer la situación en que se encuentra el casco histórico de Jerez, durante un encuentro en la peña flamenca La Buena Gente, que sirvió de preámbulo a la manifestación que por la tarde recorrió las calles con el lema 'Salvemos el centro'. Representantes vecinales de otras ciudades no ocultaron su perplejidad ante "el proceso de abandono" que sufre el centro histórico, y admitieron que aunque comparte problemas con los de sus propias ciudades, "lo que ocurre aquí es muy llamativo. Me ha llamado la atención la cantidad de naves de bodegas abandonadas, además en sitios muy golosos. Es una situación peculiar, dolorosa y especialmente sorprendente y llamativa. Que se haya consentido esto es muy extraño", señaló la vicepresidenta de la federación y presidenta de la asociación de vecinos Bajo Albaycín de Granada, Lola Boloix.
Coincidía con la apreciación la vicepresidenta de la asociación del casco antiguo de Marbella, Carola Herrero, quien calificó el estado de estos barrios históricos como "lamentable. La sensación cuando vienes de fuera es casi como estar en Sarajevo, qué ha pasado en esta ciudad, sorprende que un patrimonio tan interesante, una ciudad tan espectacular esté de esta manera". Herrero vaticinó, no obstante, que a este proceso de abandono que, según dijo, también sufrió el de Marbella en los años 80, le seguirá otro de expansión, orientado hacia el turismo y no menos problemático. En su opinión, "este abandono es casi provocado, para que bajen los precios y generar el siguiente paso: cuando hay determinados sectores que han comprado y han tomado posesión se empieza la rehabilitación e incluso se empieza a meter dinero público para beneficiar a determinados sectores. Si la Administración quisiera ya habría ayudado a la rehabilitación pero no lo hace por eso. Se deja muerto un barrio hasta que alguien empiece a comprar y a tener intereses y entonces cambia todo el proceso".
Es esa otra fase se encuentran ahora otros centros históricos andaluces, cuyos representantes criticaban ayer lo que están viviendo sus residentes, desbordados por un uso turístico descontrolado, bastante alejado de la realidad de Jerez, donde según lamentaba el presidente de la asociación de vecinos del centro histórico y presidente de la federación andaluza, Alejandro González, "ni tan siquiera hemos tenido un plan especial, lo que es sintomático de la importancia que se le ha dado al centro desde la administración local". Agregó también que en Jerez "tenemos el dudoso honor de que un representante público, Francisco Camas, sea el primero en asumir el postulado de muchas patronales hosteleras de que el centro histórico no es una zona residencial".
La presencia de representantes vecinales de otras ciudades para participar en la manifestación sirvió también para realizar la presentación oficial de una federación que nació hace casi un año, promovida por la asociación del centro histórico de Jerez. González, que en octubre dejará la presidencia de esta asociación, recordó que en estos meses la federación ha intentado darse a conocer ante las Administraciones, especialmente la andaluza y se encuentra ahora inmersa en una abierta oposición al borrador de la Junta que modifica la regulación de los horarios y actividades de los establecimientos públicos, a los que la federación ya ha presentado alegaciones.
Boloix abogó por "un entendimiento entre vecinos y comerciantes. En nuestros centros históricos todavía puedes tirarte toda la noche pegando voces por donde te da la gana, o tocando música con amplificadores a la una de la madrugada. La Policía, que nos podía echar una mano, está en otra cosa, y los vecinos están desasistidos y muy abandonados por las Administraciones". Como representante vecinal de El Albaicín relató que los especuladores están comprando el barrio a una velocidad alarmante. "Se ha llenado de apartamentos turísticos, en la mayoría de los casos ilegales y está desapareciendo el tejido social totalmente. En calles enteras están echando por debajo de las puertas papeles diciendo: yo le quiero comprar su casa, llámeme y eso crea una alarma social enorme, porque hay muchas personas mayores".
José María Alonso, secretario de la Federación y representante de la asociación de vecinos de El Pópulo de Cádiz, donde dijo que las mejoras van llegando lentamente después de años de carencias, realizó un llamamiento a los políticos "para que se dejen de disputas y entre todos busquen la solución para cada ciudad".
El representante de la asociación La Axerquía de Córdoba, Víctor Manuel Cuello, manifestó que hay problemas generales en los cascos históricos como "la recalificación encubierta" del espacio residencial para convertirlo en espacio terciario, "destrozando el comercio de proximidad y el tejido social del barrio, que se va despoblando. Hay un sobreuso del espacio urbano con veladores, todos los eventos culturales se desarrollan en el casco histórico".
Carola Herrero comentó que en el caso concreto de Marbella se ha convertido en un reclamo turístico y un parque de atracciones, "mientras la Administración ha dejado de vernos a los vecinos como ciudadanos con necesidades y derechos a equipamientos, colegios, ambulatorios, todo lo que necesita un barrio".
Criticó además duramente que la nueva regulación de establecimientos públicos pretende "liberalizar todo lo que es la instalación de terrazas, y el uso de música. La Junta deja el control en manos de los ayuntamientos que no tienen medios. Es un tema muy serio".
Los representantes vecinales coincidieron en que los problemas de los centros históricos deben abordarse como un problema de ciudad y mostraron su desacuerdo con el argumento de las patronales de hostelería de mantener un equilibrio entre los negocios y los vecinos. "No es un tema de equilibrio, sino de prioridades: primero los derechos de los vecinos y luego los intereses de la hostelería, no hay ningún derecho sobre ocupación de vía pública", manifestó Cuello.
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