¿Qué está ocurriendo con las aguas de la Bahía de Cádiz?
Contenido patrocinado

El aumento de la contaminación marítima durante los últimos años está afectando a la calidad de las aguas de la Bahía de Cádiz. Aunque nuestras playas siguen siendo aptas para el baño –y, de hecho, están consideradas entre las más atractivas de España–, diferentes análisis apuntan a un aumento de la contaminación que pone cada vez más en riesgo nuestro ecosistema.
No es ningún secreto que la Bahía de Cádiz se encuentra en una de las zonas con mayor tráfico marítimo del mundo, así que todas las miradas se centran en los buques cisterna. Sin embargo, no son la única causa de un problema que tiene diferentes orígenes y que no tendrá una solución sencilla. Los vertidos ilegales también están afectando a la calidad de nuestras aguas, y en los últimos años no se ha hecho lo suficiente para prevenirlos.
El problema de los buques cisterna
La Bahía de Cádiz asiste al paso de una amplísima variedad de buques frente a sus costas, incluyendo miles de barcos que cruzan el Canal de Suez y luego el Estrecho de Gibraltar para dirigirse al norte de Europa. De esta manera, el tráfico de mercancías es incesante en nuestra región, y todos estos buques presentan vertidos que afectan a la calidad de nuestras aguas. Además, a esto hay que añadir el creciente tráfico de cruceros.
Debido a la reciente crisis energética en la Unión Europea a causa de la invasión de Rusia a Ucrania, también estamos asistiendo a un aumento del tráfico de buques cisterna. Estos buques están literalmente cargados de petróleo o gas, lo que hace que sean potencialmente más peligrosos si sufren cualquier tipo de fisura en sus cascos. Por eso la calidad de nuestras aguas está dejando bastante que desear.
El tráfico marítimo no es el único problema
La actividad portuaria es una de las principales fuentes de contaminación, pero no el único. De hecho, la Bahía de Cádiz es uno de los puntos de mayor contaminación de Andalucía no solo en sus aguas, sino también en el aire. Así lo denuncia Ecologistas en Acción en el informe de la calidad del aire en el Estado español, donde se alerta que la contaminación generada en la zona se transforma en ozono troposférico y termina afectando también a las zonas rurales.
Cádiz es, además, uno de los principales puertos de entrada y salida de mercancías en España. Por eso, la reactivación de la economía española, así como el aumento de las importaciones y exportaciones, se está traduciendo en un mayor flujo de camiones en torno a la Bahía. Esto incrementa la contaminación atmosférica, que también puede afectar a la calidad del agua cuando se producen lluvias.
Diversas fuentes de contaminación subterránea
Otra denuncia de Ecologistas en Acción puso de manifiesto la contaminación por glifosato en los acuíferos de la Sierra de Grazalema. Los análisis de valoración mostraron que los valores de glifosato eran de 1,07 μg/l en la Fuente de los Nueve Caños en Ubrique, diez veces por encima de lo recomendado por las directivas europeas. Y no es el único problema de contaminación de acuíferos en la provincia.
Se han dado numerosos casos divertidos ilegales en la región, así que es importante que las autoridades hagan todo lo posible para resolver este problema. Desde Cádiz no tenemos competencias para regular el tráfico marítimo en aguas internacionales, pero sí podemos dedicar todos nuestros esfuerzos a garantizar que nuestros propios vertidos sean legales y minimicen su impacto en la calidad del agua.
El turismo no se está viendo afectado
Por fortuna, el sector turístico no se está viendo afectado por estas cifras de contaminación en las aguas gaditanas. Aunque es cierto que nuestras aguas podrían tener algo más de calidad, de momento siguen siendo aptas para el baño, y no se han producido alertas que recomienden cerrar las playas en los últimos meses. Pero este panorama podría cambiar si no lo logramos reducir las fuentes de contaminación en el agua.
El sector turístico es uno de los más importantes para Cádiz, y es evidente que la calidad del agua del mar es un factor determinante en este aspecto. Si los argumentos ecológicos no movilizan a las autoridades pertinentes, al menos el argumento económico de sostener a la industria turística debería ser capaz de hacerlo.
Un problema de muy difícil solución
Sea como sea, nos encontramos ante un problema bastante complicado de resolver. Cádiz solo cuenta con una parte de las competencias necesarias para impedir la contaminación que está afectando a las aguas de la región. Tenemos algo de capacidad para resolver el problema de los vertidos desde tierra, pero no podemos hacer mucho ante la contaminación marítima.
La mejor carta con la que contamos pasa por acudir a las instituciones europeas para exigir una mayor regulación de los estándares ecológicos en los barcos que pasan ante las costas españolas. Al fin y al cabo, mantener los océanos limpios es un beneficio para todos, así que, cuanto antes podamos encontrar un marco legal adecuado para resolver el problema de la contaminación, antes conseguiremos disfrutar de unas aguas cristalinas en nuestras costas.
También te puede interesar
Lo último