No pensar en eso
GENERALMENTE, la investigación en torno al rendimiento académico, se ha centrado en el estudio de habilidades cognitivas como la memoria, la atención o el desarrollo del lenguaje. Sin embargo, en las últimas décadas, las habilidades para regular las emociones han demostrado tener un importante impacto en el rendimiento académico del alumnado (Lopes, Mestre, Guil, Kremenitzer & Salovey 2012).
Uno de los principales beneficios de habilidad para regular las emociones es la capacidad para tolerar la frustración que deriva de tener que cumplir normas, sobre todo cuando parecen injustas. Las habilidades del alumno para cumplir normas, pueden ser determinantes en su adaptación al centro educativo y en el mantenimiento de unas buenas relaciones con sus compañeros. El hecho de cumplir una norma implica en la mayoría de las ocasiones resistir la tentación de hacer algo. Por ejemplo, mantener silencio en el aula, implica evitar la tentación de hablar con el compañero o también, mantenerse sentado en su asiento, implica evitar la tentación de levantarse a coger algo. De la misma forma, en el juego con los compañeros, esperar turno significa renunciar a participar en el momento deseado.
Desde los famosos estudios de Walter Mischell en los años 60, en los que se les pedía a los niños que resistieran la tentación de comer un "super dulce", sabemos que la mayoría de los niños que caían en la tentación de comerlo, habían intentado no pensar en el dulce: miraban hacia el techo o hacia el suelo, e incluso algunos, se tapaban los ojos con las manos o con la camiseta. Sin embargo, una minoría de niños utilizaba una estrategia diferente, que les permitía resistir la tentación. Esta estrategia consistía tan simplemente en pensar en alguna otra cosa.
Esta misma estrategia puede servir además, para regular emociones como la ira. Por ejemplo, cuando algún compañero se niega a prestar algo a otro, en lugar de dejarse llevar por el enfado, una buena estrategia podría ser focalizar la atención en buscar formas alternativas de conseguir otros objetivos distintos.
Otra situación en la que esta estrategia de afrontamiento puede resultar útil es en el control de algunos miedos excesivos o desadaptativos, que llevan a los menores a renunciar a sus intereses. Por ejemplo, hay niños que no quieren ir a excursiones porque les da miedo estar lejos de casa o de sus padres, no saben evitar la tentación de estar cerca de ellos. También en estos casos la investigación ha demostrado que intentar no pensar en el miedo no ayuda, sino que existen estrategias de afrontamiento que resultan muchas más efectivas. Como hemos defendido algunos autores, entre las estrategias de afrontamiento más efectivas para "pensar en otra cosa" se encuentran la Refocalización Postiva, la Reevaluación Positiva, la Refocalización en Planificación o la Aceptación (Garnefski, Boon, & Kraaij, 2003; Gutiérrez, Mestre & Guerrero 2014).
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