"Me ha pillado muy sensible"
Faustino Rodríguez, Hijo Predilecto
El hostelero Faustino Rodríguez, propietario del célebre bar Juanito, es nombrado hoy hijo predilecto de Jerez. Álbum de fotos de una vida de trabajo.
Faustino dice que es un manojo de nervios, pero nunca le he visto tan tranquilo. Irá la cosa por dentro. Rumia algo, va de un lado a otro. Abre el móvil, lo mira, lo cierra. "No sé por qué tengo que estar nervioso, si lo único que tengo que hacer es dar las gracias. Todo esto me ha pillado muy sensible". Da órdenes para preparar una mesa en el patio para 25 que le ha venido a última hora. No abandona el móvil para terminar de concertar el banquete. Me va a tener esperando casi una hora porque los acontecimientos se suceden uno tras otro en uno de los restaurantes más populares de la ciudad, el Juanito. Pero Faustino, el hijo de Juanito y el hijo predilecto de Jerez a partir del sábado, el primer hostelero que lo es, aparenta control porque, al final, las cosas siempre salen bien, tienen que salir bien. "Si estará la cosa escasa, que me nombran a mí", bromea con un cliente. Dedico el tiempo de espera a observar las paredes pobladas de fotos que son toda una biografía. Cuando Faustino resopla y se mete el teléfono en el bolsillo, le agarro, nos servimos un oloroso seco y le pido que me haga una visita guiada por el tiempo, empezando por este rincón. Esa foto. Pone 1947.
¿Ese joven era tu padre?
"Sí, él tendría 27 años, fue el año en el que yo nací. Era hijo de los panaderos de Bizcocheros, mi abuelo Faustino y la familia, que iban con el pan en el mulo repartiendo por las casas del barrio San Pedro, donde mi padre conoció a mi madre, que era muy guapa. Pero a él no le gustaba lo de la panadería y montó el tabanco, con madera buena. Se bebía de la bota, sin tapa ni nada..."
Mientras, Faustino aparece con cara de niño bueno en esta imagen del colegio del Niño del Buen Pastor en una promoción de finales de los 50. No pone el año y él no lo sabe.
"El que está en el centro es el padre Jenaro. No soltaba muchos cosquis, pero era muy guagüi..."
-¿Qué es guagüi?
"Que tenía mucha guasa, pero entiéndeme lo de guasa, porque era un señor serio. Ahí veo a Luis Mariscal, López-Cepero... Yo me llevaba bien con todos. Era el último año y de ahí se iban a estudiar a otro sitio. Yo no, yo me fui a ayudar a mi padre en el tabanco y luego un tiempo de botones en el casino, que me hice finísimo. Ya de niño, me sentaba allí en la puerta del tabanco. No tuve niñez, no jugaba a nada, estaba allí en el tabanco, ayudando o esperando".
Y han pasado veinte años y aquel joven de 27 años, Juanito, el padre de Faustino, posa en un local mucho más arreglado, en compañía del cantaor el Niño de las Cabezas. Corre 1968...
"Ya en el bar, que tiene mucho éxito, hay altramuces, filetitos, papas aliñás y mira: la botella de Tío Pepe. Había muy buena relación con González Byass, pero había vino de todas las bodegas, que eran muchas, ojalá volvieran... Mi padre decía Matrícula de Cádiz: fresco de bodega y frío de nevera, bueno es cualquiera. Su rutina era llegar pronto al tabanco, preparar todas las cosas para la hora buena sobre la una y, una vez que había terminado con los preparativos, se iba a La Mezquita, un bar de la calle Algarve, a echarse unos dominós y a tomarse un dos cortados, que era de Williams. Detrás, ¿ves el cartel? Cerveza sin alcohol. Era la primera vez que llegaba a Jerez cerveza sin alcohol".
Un rinconcito del patio está dedicado a fotos de flamenco y está enmarcada la letra de una sevillana que le escribió Enrique García Paz: "Comer lo bueno a poquito (...) Jerez no puede olvidar que se lo debe a Juanito". Sevillanas y la Feria. Y Juanito en El Ajoli. Otro clásico.
"La primera Feria que hice creo que fue en el 67. Qué Feria tan distinta aquella a la de hora. Éramos cuatro soldados: Pepe Papanata, José Luis Barrio, Pepe Pinteño y yo. Ya me he quedado solo, sólo quedo yo de aquella Feria. Y ellos tres eran unos monstruos de la hostelería. Dormíamos poco y lo hacíamos en la caseta. Mis compañeros también lo bordaban. Entre todos hemos hecho de la Feria lo que es ahora, de lo bien que se come y lo limpio y los profesionales que hay..."
Aquí está con Pacheco, un acto con motivo de la finalización de los Juegos Ecuestres, "en la casa del marqués este de la avenida... cómo se llama, chico. Bah, no me acuerdo..." ¿Pacheco?
"Pacheco era una persona que era de Jerez y no me conocía de nada. Figúrate, a mí, que me conocía todo el mundo. Y le costó trabajo conocerme. Empezamos mal. Fue llegar él y quitarme el bar de la plaza la Yerba. Me envió a aquí, a Pescadería Vieja, y entonces esta calle no es lo que es ahora, tan bonita y tan turística. Por entonces, sería 1982, no había aquí cosas guapas, lo que había era mucho trapicheo de tonterías. Me psuso aquí como un castigo, yo creo. Él decía que yo no era de su ideología, que no sé a lo que se refería, porque mi única ideología es el trabajo. Pero el tiempo puso las cosas en su sitio y nos hicimos muy amigos porque si después de 25 años conociendo a alguien no te haces amigo suyo es que eres un sieso, ¿no, no crees?. Y no, no me puedo quejar de nadie. Pacheco me hizo rey mago, Pilar Sánchez me dio el casco de la ciudad y María José me ha hecho hijo predilecto".
Un joven Faustino sonríe a la cámara, quizá algo más entrado en kilos, antes de sus insufribles dietas de adelgazamiento. Junto a él, José Estévez.
"Mi relación con Estévez era casi de familia. Estaba casado con una Puerto Aragón, gente bodeguera y él se lanzó, abrió un mercado en Jerez. Un empresario inteligente y valiente, como los que necesita la ciudad y el vino. O Blázquez, mira, en esta foto, con Juan Vaquero. Es la inauguración de bodegas Blázquez, donde firmé mi primera bota... Sería el año 86, habíamos conseguido sacar el bar p'alante después de unos inicios muy duros en el nuevo local. Éramos jóvenes, eran buenos años..."
Julio Iglesias le saluda aquí con cariño; detrás está su gran amigo Paco Toro. Hay cuadros de caballos suyos en un lugar privilegiado del restaurante. Pero volvemos con Julio Iglesias.
"Eso fue en Los Alburejos. Es un homenaje a Manuel Alejandro, gran amigo mío, cuando le dieron la calle. El banquete lo dio Alfonso, pero yo le llevé unas alcachofas a Julio Iglesias, que le gustan mucho... a escondidas. El manager no le dejaba comer porque decía que estaba gordo. Figúrate, ¡gordo Julio Iglesias! Y él me decía por lo bajini que a ver si me traes una tortilla de papas o unas papas aliñás..."
Un cuadro de la invasión de una alcachofa alienígena. Siempre me hizo gracia ese cuadro. ¿Me improvisas una oda a la alcachofa?
"La alcachofa, la alcachofa... (piensa un poco). La alcachofa me lo ha dado todo". ¿Ya? "Ya".
Una doble página enmarcada. Es su entrevista favorita. Se la hizo el periodista David Fernández hace casi diez años. En la foto, sujeta con una gran carcajada un manojo de alcachofas y el titular es: "No sé encender un cerillo". Tuvo mucho éxito aquel titular, pero es mentira, sí sabe encender un cerillo, incluso sabe cocinar.
"Era una ironía. Le decía: tengo veinte premios y no sé guisar. Jajajaja... Estuve diez años sin meterme en la cocina porque lo que a mí me gusta y lo que de verdad se me da bien son las relaciones públicas. Es a eso a lo que me dedicaba. Ahora estoy volviendo a guisar, poquito a poco. Del todo no se me ha olvidado".
Con el Rey Juan Carlos, vistiendo la camiseta roja de la selección. Es el Mundial.
"Mis hijos trabajaban en Munich y un cliente del circuito nos invitó al palco, al mismo palco en el que estaba el Rey. En el descanso, me acerqué y le dije que era de Jerez y que conocía a su hermana y a su hija porque habían estado en el bar Juanito, el de las alcachofas, y en mi caseta de la Feria. Él hizo como que me conociera, estuvo encantador. Claro, es normal, la de veces que le habrán dicho cosas y él eso, como si me conociera".
Con Jude Law, nada menos que con Jude Law, de incógnito en el Juanito.
"Qué tío más simpático, pero vamos, no sé lo que me decía"
A ver, un balance, después de haber jugado un rato al pequeño Nicolás.
"¿Que sabes lo que te digo? Que me he hecho amigo del 90% de las personas que vienen aquí habitualmente a tomarse una copa. Y que, tras tantos años y mucho mucho trabajo, más de lo que la gente se figura, puedo decir que he hecho el Juanito a mi imagen y semejanza, con lo que eso tenga de bueno o de malo. A mi imagen y semejanza. ¿Te ha gustado? ¿Eso te sirve?" Y saca ese jajajajaja que es exclusivamente suya, la inconfundible carcajada del bueno de Faustino.
También te puede interesar