Piden autorización para un parque eólico y fotovoltaico junto a unas viñas en la autovía de Sanlúcar

Energías renovables

Parte del proyecto, promovido por la sevillana Bogaris, se ha diseñado en terrenos de Balbaína Alta, junto a la Viña El Cuadrado

La instalación también ocuparía otras parcelas situadas en los términos municipales de Sanlúcar y El Puerto

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Paraje de Casa Alta donde se proyecta parte del parque eólico y fotovoltaico. / Miguel Ángel González

Una sociedad vinculada a la empresa sevillana Bogaris ha solicitado la autorización para construir un parque eólico y otro fotovoltaico junto a una zona de viñedos en el extremo oeste del término municipal. El proyecto contempla varias parcelas donde se distribuirían los aerogeneradores y las placas solares repartidas entre los términos municipales de Jerez, Sanlúcar y El Puerto.

El proyecto entró en el registro de la Junta de Andalucía, administración que tiene potestad para concederle la autorización administrativa previa, cuatro días antes de que se aprobara en un pleno municipal unas directrices con las que se pretende prohibir la instalación de este tipo de instalaciones en los entornos de zonas de viñedos, un documento que aún está en fase de tramitación. En este acuerdo se establecía, además, una moratoria de la concesión de licencias durante dos años a proyectos de este tipo en un radio de 2.000 metros del viñedo protegido por lo que está por ver si esta decisión acaba afectando o no a este proyecto si pasa el filtro autonómico previo.

El proyecto contempla la hibridación de un parque fotovoltaico y uno eólico que se construiría en tres parajes distribuidos entre los términos municipales de Jerez, Sanlúcar y El Puerto con una potencia instalada de 49,9 megavatios. En estos tres enclaves se contemplan placas solares o aerogeneradores (o ambas) y estarán conectadas mediante una línea de evacuación aérea. Los pagos jerezanos donde se ha diseñado el parque fotovoltaico y eólico se encuentra en el pago de Casa Alta y en Las Garabatillas, en la zona de Balbaína Alta. Mientras, en El Puerto se plantea en el Cortijo de los Santos Reyes, a espaldas del centro penitenciario de Puerto 3, y en Sanlúcar en el Rancho Pastrana, próximo a la linde con Jerez.

La propuesta recoge, por un lado, la construcción de un parque eólico conformado por siete aerogeneradores de unos 125 metros de altura cada uno. Tres de ellos se instalarán en parcelas situadas en el término municipal jerezano, concretamente en una finca que linda con la Viña El Cuadrado —esta se encuentra a la altura del kilómetro 17 de la autovía Jerez-Sanlúcar (A-480)—. En estos suelos se proyectan, además, que también se instalen placas fotovoltaicas.

Mientras, otros dos aerogeneradores también se han diseñado sobre otra parcela situada junto a la viña El Cuadrado, aunque estas se encuentran ya en el término municipal portuense. Los dos molinos restantes irían en la otra finca de El Puerto incluida dentro del proyecto. Finalmente, en la parcela en suelo sanluqueño contendría, además de placas solares, la subestación en la que se evacuaría la electricidad generada por estas instalaciones.

El promotor es una sociedad mercantil vinculada al grupo Bogaris, una firma con sede en Sevilla que, entre sus distintas líneas de negocio (entre las que se encuentra la gestión de centros comerciales), está el desarrollo y gestión de instalaciones fotovoltaicas y eólicas. Precisamente, a finales del pasado año que también ha solicitado autorización para construir otra planta fotovoltaica en otro paraje de la autovía de Sanlúcar, también próximo a una zona de viñedos.

En el estudio de impacto ambiental que ha presentado la compañía para tratar de obtener el beneplácito autonómico, señala que los impactos más importantes que tendrá la instalación será la posible colisión de aves contra cables y aerogeneradores, así como la “intrusión visual” en el paisaje. De este modo, entre las medidas compensatorias que plantea establece la señalización de la línea de evacuación, la limitación de la rotación de aspas de los aerogeneradores a velocidades bajas en las épocas de verano, la creación de un herbazal de especies autóctonas en el interior de la planta, así como un programa de vigilancia ambiental.

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