La plaza más cara del mundo
El proyecto de la Ciudad del Flamenco cumple once años desde su presentación en sociedad, un solar que acumula bajo tierra 10 millones de inversión en una obra invisible
El 7 de octubre de 2002 el exalcalde de la ciudad Pedro Pacheco presentaba en sociedad el proyecto de la Ciudad del Flamenco, ubicada en la plaza Belén. Once años después sólo hace acto de presencia un solar de jaramagos. Un vertedero en el que se invirtieron durante los primeros años ilusionantes de la idea, en torno a diez millones de euros en una pantalla perimetral que cae 22 metros hacia el centro de la Tierra, una galería para los abastecimientos y más de un centenar de zapilotes, entre otras obras. Sin embargo, para el vecino o visitante que se asome por allí, toda esta inversión pasa desapercibida bajo tanta mala hierba. Se puede considerar que es una de las plazas más caras del mundo, a pesar de que su entorno se cae a pedazos. Un sueño que atrajo a numerosos inversores que, convencidos de los buenos resultados, planearon restaurantes, hoteles, viviendas, comercios..., en la zona. Todo se ha quedado por el camino.
La nula apuesta pública se hace patente desde hace años, y así será de nuevo para 2014 ya que los Presupuestos Generales del Estado pasan de largo por el proyecto de los arquitectos Herzog & De Meuron. También miran hacia otro lado los jerezanos que, hastiados, no ven salida a la revitalización del casco histórico.
Aquí, una visión del estado actual de la Ciudad del Flamenco de las personas que, quizás, han seguido más de cerca el nacimiento, tímido desarrollo y parón de este macroproyecto o macrosueño sin cumplir, que una vez se expuso como una realidad en la Tate Gallery de Londres.
La historia puede comenzar con la visión del ideólogo de la Ciudad del Flamenco y técnico municipal, Joaquín Carrera, quien también propuso crear la Fundación Andaluza de Flamenco en 1987, y se hizo. Luego planteó transformarla, en 1993, en el hoy Centro Andaluz de Flamenco (CAF). Se hizo. Y diez años después presenta en el Ayuntamiento la idea de crear la Ciudad del Flamenco como un paso más allá, "ya que este espacio recogería un auditorio, una escuela superior de arte flamenco, un museo... Un proyecto en el que Jerez tenía una oportunidad histórica porque el flamenco es el tema en el que Jerez puede aspirar a mayor liderazgo internacional, más incluso que el vino, que también es importante". Pero no se concluyó. "Los primeros cinco años de los once de la Ciudad dio importantes y difíciles pasos. El lustro restante ha caído en la pérdida de esta oportunidad histórica. Jerez se puede permitir muchas cosas y asumir estas inversiones porque jugaría su mejor baza mundial". Carrera piensa que este proyecto "está muerto y enterrado porque ha habido la confluencia de muchos intereses y la mala suerte de la época de crisis que nos ha tocado vivir desde 2007. Pero también está la voluntad de la gente por hacer unas cosas u otras, en qué nos gastamos el dinero, o qué te da más votos. Simplemente, no se cree en el proyecto". El ideólogo de este sueño asegura estar "triste porque llegamos a ver la realidad de este proyecto, de un nuevo PGOU, de las plusvalías que iba a generar esta apuesta. Había un plan de financiación futura. No era un castillo en el aire. Era un motor de la revitalización del centro histórico. 12.594 metros cuadrados en el corazón de la ciudad. No sabemos ese "plan B" del que habla la alcaldesa (María José García-Pelayo) para este proyecto, pero sería lamentable que se instalara en el solar un jardín con banquitos, que es lo más barato, y decir que se ha hecho el parque más caro del mundo. Cualquier cosa que se haga allí que no sea de atracción cultural mundial va a ser muy caro. El proyecto lo han matado y descuartizado".
Tras él, el impulsor, Pedro Pacheco. "Que los Presupuestos Generales no apuesten por la Ciudad del Flamenco, significa que el PP ha vuelto a mentir a la ciudadanía porque ha estado vendiendo que el Estado ha apoyado siempre ese gran proyecto. Este proyecto, que tuve la suerte de liderar desde su nacimiento, fue concebido como un proyecto estratégico de vital importancia para revitalizar el centro histórico de la ciudad, que se cae a pedazos, y para reforzar el atractivo que es de Jerez el flamenco. Lamentablemente, a los gobiernos locales que me han sucedido, les ha podido más el deseo de destrozar la herencia recibida que de impulsar la terminación de la Ciudad". Pacheco cree que una solución sería la participación público-privada, "y más cuando el flamenco es Patrimonio Inmaterial. Nosotros conseguimos este proyecto sin intereses partidistas, igual que conseguimos el circuito". El exalcalde asegura que la Ciudad del Flamenco, con el paso de los años y con la situación económica actual, "no necesita ser repensada. Ya se repensó. Pero al faltar Pacheco, sólo se piensa en destrozar este proyecto. Y esto tiene sus costos". Pacheco ríe (literalmente) cuando habla de la propuesta del Ayuntamiento de dar utilidades alternativas al solar de Belén, y subraya que el PP "lo que ha querido decir con esto es que no va a hacer nada con la Ciudad del Flamenco". ¿Cree que este proyecto se culminará algún día? "Con esta gente (PP) no, conmigo, sí", concluye.
¿Qué dicen los arquitectos que pusieron sobre el plano la propuesta? Nuno Ravara, delegado en España y Portugal de Herzog & De Meuron, entiende que con el paso de los años de varios gobiernos por el Ayuntamiento, "las prioridades han cambiado. Creo que ante la situación, lo que se ha empezado se debería concluir. Pero si el proyecto hay que reformularlo por la situación económica, pues también es factible". Ravara recordó el deterioro al que está expuesto lo ya hecho por el abandono, "pero tiene que haber una voluntad para hacerlo todo de golpe, de una vez, porque lo ideal es que una obra no pare porque incurre en gastos adicionales". El arquitecto apuesta por "repensar la Ciudad porque en los tiempos que estamos no podemos tenerlo todo ya que luego esos espacios se quedan vacíos. Habría que optimizar cosas". Respecto a la Nave del Aceite, que ya luce algunas grietas, Ravara apunta que se hizo la rehabilitación, "pero no es una obra característica nuestra. Parece que no se está haciendo nada allí ahora mismo, no tiene contenido".
Por su parte, el portavoz municipal, Antonio Saldaña, reconoce que el proyecto de la Ciudad del Flamenco, tal como está planteado, "es muy interesante, aunque ciertamente quedan 50 millones para acabarlo. Una cifra que creemos se podría reducir a la mitad. Sin duda, hay mucho dinero invertido bajo tierra, 10 millones, pero el Ayuntamiento no puede asumir esta obra ahora en solitario. El proyecto está bloqueado, esa es la verdad. Hace falta la inversión público-privada". Desde el Consistorio se apuesta por un "plan B", tal como lo han llamado, que se presentará en los próximos días, pero Saldaña ha adelantado que al solar de la plaza Belén "hay que darle usos alternativos", sin especificar cuáles, "para ubicar el germen de la Ciudad del Flamenco de forma temporal en otro espacio de Jerez. No queremos renunciar a este gran proyecto".
Francisco Benavent habla como exconcejal de la Ciudad del Flamenco. Echa la vista atrás y asegura que en 2003, quizás, "no hubiera apostado por un edificio de estas característica porque pensaba que había que aprovechar otros espacios de la ciudad, hacer que Jerez coma del flamenco un poco. Quizás hubiera sido necesario sólo un museo y un espacio comercial. Pero hechas las cosas, no hay que abandonarlas". Y se pregunta: "¿Qué haces ahora? ¿Lo dejas todo? ¿Abandonas esa inversión? Todo esto tiene que servir para regenerar el centro y que a la gente no le dé miedo pasear por el casco histórico. Hay que ir avanzando aunque sea poco a poco, y que no dé la sensación de que esté todo parado. Que los jerezanos sepan para qué va a servir la Ciudad del Flamenco". Benavent calcula que para entregar el edificio, llave en mano, "harían falta unos 50 millones de euros y unos cuantos años de trabajos. Cada día que pasa de abandono todo esto se va deteriorando. Ningún jerezano que pase por la plaza Belén va a ver esa pantalla de 22 metros de caída al centro de la Tierra. No se imagina lo que hay debajo. El resto no es nada, la misma tierra que había con el convento de Belén y con las curtidurías". Respecto a la obra, añade que la Nave del Aceite "es algo que olvidamos con frecuencia y que costó un dinero importante, unos 800.000 euros del Plan E. Hay que ponerla en valor porque la rehabilitación está bajo la firma de estos arquitectos también, y de Madrid hacia el sur de España el único edificio de Herzog & De Meuron es éste. Aunque sea muy pequeño, pero tiene más de 200 años. Está muy bien rehabilitado, pero cerrado".
Augura el político que hay que seguir pensando en el proyecto. "Cerrarlo es una barbaridad, es decir, abandonarlo, porque económicamente se ha invertido, que no tirado, mucho dinero". En este sentido apunta que Belén es la plaza pública más deteriorada, pero la más cara del mundo. "Y digo deteriorada porque no hay nada. Da pena verlo todo, las calles de alrededor... Es una manzana en ruinas. ¿Quién invierte en la plaza Belén si lo que hay allí es un sitio en el que se tira la basura? Si hay dinero para otras cosas, ¿cómo que no hay dinero para esto? El problema es político y de organización".
Ciertos sectores de la ciudad están a favor de la creación de una Ciudad del Flamenco, pero en toda la ciudad, no en un espacio determinado. Benavent apoya la propuesta, "pero es importante que haya un museo del flamenco, un auditorio donde oír todo el año flamenco, con unas características técnicas especiales. Si, el sueño se hará realidad algún día".
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