Los primeros pisos de Cerrofruto comenzarán a construirse en julio

Salen a concurso las obras de la promoción que se levantará en la avenida Blas Infante · Un 62% de las familias viven hacinadas en las actuales viviendas

El Ayuntamiento ha dado luz verde al concurso público de las obras de la primera fase del proyecto de rehabilitación de Cerrofruto, que contempla la construcción de un total de 76 viviendas en la avenida Blas Infante, estando prevista para finales de julio la adjudicación definitiva y la colocación de la primera piedra de las obras. Las 103 viviendas restantes, que se levantarán en la avenida de la Libertad, saldrán a licitación en breve, con un plazo máximo de ejecución en ambos casos en torno a 20 meses.

La alcaldesa, Pilar Sánchez, acompañada del delegado de Vivienda e Infraestructura, Antonio Fernández Ortega y del delegado de Urbanismo, Juan Pedro Crisol, entre otros concejales, presentó el jueves a los vecinos el proyecto definitivo de las nuevas viviendas de Cerrofruto, incluidas las nuevas mejoras realizadas por los técnicos municipales.

Sánchez insistió a los vecinos que la adjudicación del proyecto "no es una promesa sino que ya es una realidad, una vez que el Plan General de Ordenación Urbanística ha sido aprobado". Agregó que "todo está preparado para dar una respuesta definitiva a una reivindicación vecinal histórica y necesaria".

Desde el Ayuntamiento se recordó que la propuesta formulada por el anterior responsable de Urbanismo desarrollaba la obra en cinco fases y dependía de la revisión del Plan General en el año 2007, "por lo que según la programación que se presentó, se comenzarían las obras en septiembre de ese año y estarían finalizadas entre 2016 y 2017". La solución aportada por el actual Gobierno local estaba condicionada a la aprobación del PGOU, pero las 200 viviendas se harán prácticamente a la vez por lo que la alcaldesa estimó que las llaves se entregarán en 2011.

La primera promoción es de 76 viviendas protegidas con garaje y se situará en avenida de Blas Infante, en el suelo colindante a la actual barriada de Cerrofruto en una parcela que en el nuevo Plan ha pasado de tener uso educativo a uso residencial. Se trata de 18 viviendas de 1 dormitorio, 12 de 2 dormitorios, 40 de 3 dormitorios, 6 de 4 dormitorios y 2 viviendas para personas de movilidad reducida. La superficie útil de estas viviendas oscilan entre los 43,27 metros cuadrados a 80,28 metros cuadrados.

La segunda promoción se compone de 130 viviendas que se levantarán sobre una parcela situada en la avenida de la Libertad, justo en la manzana que conforma esta avenida con el nuevo vial que conectará la conocida como Rotonda de los Olivos con la primera rotonda del Polígono Industrial de El Portal. Se prevé la colocación de la primera piedra en la semana del 2 al 6 de noviembre de 2009.

En este caso se trata de 22 viviendas de 1 dormitorio, 32 de 2 dormitorios, 75 de 3 dormitorios, 1 de 4 dormitorios y 4 viviendas para personas de movilidad reducida. La superficie útil de estas viviendas oscila de los 48,23 metros cuadrados a 86,33 metros cuadrados.

El proyecto es resultado de un estudio poblacional de la barriada que ha permitido conocer las características socio-económicas tanto de los ocupantes como de las viviendas y que ha servido de base a sus redactores para definir el programa necesario para la elaboración del proyecto. Así el estudio realizado aludía a una edad media de la población de 34 años, con familias con tamaño medio de cuatro miembros, lo que provocaba el hacinamiento en 99 de las 159 familias estudiadas. El análisis arroja también otros datos relativos a la situación económica de estos vecinos con una renta familiar media de unos 10.000 euros al año y una renta mensual por habitante de 336,28 euros, lo que concluía que la mayor parte de la población de esta barriada dispone de bajos ingresos económicos, en muchos de los casos inestables.

El estudio realizado por Emuvijesa determinaba asimismo que el 62% de las familias sufría hacinamiento, contabilizándose un total de 10 personas atrapadas por problemas de barreras arquitectónicas y unas malas condiciones de habitabilidad en general. "Todo ello hacía necesario una actuación urbanística destinada a remodelar de forma integral la barriada con la finalidad de incrementar la calidad de vida de sus residentes y a garantizar el derecho que todo ciudadano tiene a una vivienda digna", manifestaron desde el Ayuntamiento.

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