Los primeros chinos que vinieron a Jerez

AHORA que los chinos se han hecho con el antiguo Bar-Cafetería 'La Vega', cuyos orígenes datan del siglo XIX, es oportuno recordar que las primeras noticias que se tienen de chinos en Jerez se remontan allá por los años veinte del pasado siglo, especialmente como vendedores ambulantes de corbatas, siendo su lugar de venta en la vía pública, en la confluencia de la calle Algarve con Larga, frente al Gallo Azul; donde aún seguían situándose en los años de la posguerra, donde nosotros recordamos haberlos visto, al igual que a otros vendedores ambulantes, al parecer franceses, ataviados con amplios mandiles que les llegaban hasta los pies, y que portaban unas enormes bandejas, con su mercancía, una especie de grandes y rubias obleas dulces, similares a las galletas de helados, pero mucho más grandes, y que pregonaban diciendo "¡Al rico parisien!".

Los chinos, como gente realmente muy industriosa y trabajadora, dieron lugar a un antiguo dicho conocido en toda España, utilizado para ponderar trabajos duros y difíciles: "Eso es trabajo de chinos". Sus pregones en la calle Larga de Jerez, se referían a sus corbatas de lazo y de pajarita: "Hay colbatas y pajalitas de moda a peleta". Y por una sola peseta podía llevarse uno a su casa una magnifica corbata de nudo, o de lazo en forma de pajarita.

Tal vez, entonces, naciera la leyenda urbana de "la pela", como diminutivo de "peleta", que es como aquellos primeros chinos llamaban a la antigua moneda de la peseta.

Pasados los años, y ya en los sesenta, comienzan a venir a España, en mayor número de individuos. Algunos, habían luchado en el bando republicano, en la pasada guerra civil. Los primeros restaurantes chinos comienzan a proliferar sobre los años ochenta y, en años próximos al 2000 inician su aparición en otros sectores del comercio, con tiendas de 'todo a 100' y otras de ropa, zapatos, bazares, etcétera. En la actualidad, son numerosos los negocios que poseen abiertos al público en Jerez, en diferentes puntos del centro urbano. Entre ellos, ocho son restaurantes de comida china o asiática.

Según estadísticas oficiales, en 1961 había en Andalucía apenas unos pocos residentes de procedencia china, lo que aumentaría en los años setenta y ochenta; alcanzando 156 familias en 1985, que son ya 628, cinco años después; y, otros cinco más tarde, alcanza la cifra de mil ciento treinta y seis; rebasando ampliamente el millar a final del siglo XX, para pasar actualmente de las tres mil familias. Porque hay que saber que, al igual que los montañeses que vinieron a Jerez en el siglo XIX y principios del XX, los chinos emplearon el mismo procedimiento para asentarse, tirando luego de la familia y protegiéndose unos a otros, prestándose dinero, para así poder iniciar sus propias empresas familiares. Aunque, al contrario del caso de los montañeses, e incluso gallegos, los inmigrantes chinos aún no se han integrado en el resto de la sociedad jerezana y puede decirse que forman un gueto totalmente aparte; donde los viejos y enfermos regresan a China, para morir y ser enterrados en la madre patria.

Actualmente se calcula que residen y trabajan en nuestro país alrededor de doscientos cuarenta y un mil chinos, todos ellos calificados como pequeños empresarios. Cuentan con varias asociaciones, tienen en Internet una página web y editan cuatro periódicos con noticias de su gran país. Dos en Madrid y otros dos en Barcelona. La mayoría pertenecen a alguna de las treinta y dos asociaciones chinas que existen legalmente en España. Se cuenta que, en el caso del propietario de la mayor cadena de restaurantes chinos, su padre y su tío llegaron a nuestra nación, formando parte del célebre Circo Chino.

Gente muy dinámica, muy trabajadora y ahorrativa, cuentan en todo el territorio nacional con unos 4.000 restaurantes de comida china; 3.200 tiendas de 'todo a cien'; 1.500 de frutos secos; 600 almacenes de mayoristas; 80 tiendas de venta de comida rápida; 200 talleres textiles; 120 tiendas de revelado de fotos y venta de material fotográfico; y un número menor e indeterminado de peluquerías y tiendas de ordenadores; trabajando generalmente, en el caso de los bazares y negocios de fotografía y ordenadores, con materiales importado de su país. En total, se habla de unas 10.000 empresas en manos de empresarios chinos en todo el estado español.

Los rollitos de primavera, el arroz con coco, la ternera con bambú y setas, el pato asado, la calabaza frita con yemas saladas de pato, los fideos con ternera cocida y tantos otros exquisitos platos de la cocina china, además del famoso postre torta de luna, configuran los variados menús gastronómicos de estos acreditados restaurantes chinos, tan de moda actualmente en nuestro país, como en otros lugares del resto del mundo. Los chinos suelen ser gente formal, trabajadora, que no da problemas.

Al menos, aquí, en Jerez, no se tienen noticias de que molesten a nadie. Están dedicados por completo a su trabajo, viven su vida y dejan vivir.

Mientras que sus restaurantes se suelen llenar de aficionados a su variada y sorprendente cocina oriental.