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La Cartera Real recorre hoy Jerez: horario e itinerario

Los Calvache en Jerez

El Rebusco

Una saga de destacados fotógrafos y cineastas andaluces

Tuvieron su estudio en un ático de la calle Consistorio

Estudio fotográfico de los Calvache en la Plaza del Arenal.
José Luis Jiménez

30 de enero 2023 - 06:10

SI mis cálculos son correctos, el año que viene se cumplirá el 185 aniversario de la presentación del invento de la fotografía en la Academia de Ciencias de París. El daguerrotipo permitía por primera vez fijar las imágenes en un soporte de metal.

En el ámbito local, se considera a Diego de Agreda y Domine (Sevilla, 1819-Jerez,1876), el primer fotógrafo jerezano. Hace unos años, el Ayuntamiento le dedicó una calle a propuesta del Cine-Club Popular de Jerez.

Durante la segunda mitad del XIX la fotografía en nuestra ciudad irá adquiriendo su desarrollo, abriéndose diferentes estudios ante la demanda del público, entre ellos el de Leopoldo Casiñol Faute (Perpignan), 1812-Jerez, 1888), y el de su competidor, Gervasio Alonso Montenegro (Vigo, 1830-Jerez, 1888).

En sus recorridos por España, Jerez fue incluida en los itinerarios de dos de los grandes fotógrafos viajeros de aquellos años: Charles Cliford y Jean Laurent. De sus trabajos se conservan excepcionales documentos que muestran cómo era Jerez en aquel tiempo.

Programa de la exposición de fotografías de Antonio Calvache, Jerez 1995.

Esta primera parte de la historia de la fotografía en Jerez fue bien estudiada por el también fotógrafo Eduardo Pereiras (Arcos de la Frontera, 1929-Jerez, 2003), en su libro La fotografía en el Jerez del siglo XIX, publicado en el 2000.

Una crónica que tuvo su brillante continuidad de la mano de Adrián Fatou (Jerez, 1962-Jerez, 2015), fallecido prematuramente a los 53 años, y del que aún se podía esperar nuevas aportaciones en su labor investigadora.

Su última obra, 175 años de fotografía: Una mirada de los fotógrafos de Jerez (2014), actualizaba y ampliaba lo escrito por Pereiras.

Publicidad en el dorso de una fotografía de Calvache.

De este periodo, primera mitad del siglo XX, destacan nombres como los de Diego González Ragel, los Campua, José Luis Demaría López ‘Campua’ y José Demaría Vázquez, el fotoperiodista Enrique Butler, Alberto del Castillo Garcés, con su reputado local de la calle Algarve, el aficionado Antonio Palomo González, cuyo importante legado ha sido custodiado por Francisco Lozano Romero, y del que se prepara un estudio monográfico para este año.

Y, como no, la familia Calvache

Hay que resaltar en esta historia que el fondo documental de Manuel Pereiras Pereiras y Eduardo Pereiras Hurtado, padre e hijo, fue adquirido por las bodegas Tradición, donde está siendo digitalizado para su conservación y posterior exhibición.

Tanto Eduardo Pereiras, como los Campua, tienen sus viales públicos a petición de la asociación cultural Cine-Club Popular.

La saga de los Calvache

El iniciador de esta saga, Diego Calvache Yáñez, nació en 1849, en el pueblo almeriense de Alhama, y estaba casado con Ángela Gómez de Mercado.

Tres de sus cinco hijos se dedicarían a la fotografía y al cine: Diego, José, más conocido como ‘Walken’, y Antonio, el menor de todos.

La recuperación y reivindicación de la saga de los Calvache como fotógrafos, más concretamente la figura de Antonio Calvache, tiene dos nombres, el de Juan Miguel Sánchez Vigil, en Madrid, y Eduardo Pereiras, en Jerez.

Diego era un hombre inquieto, dedicado a los seguros y venta de tejidos. Estas actividades no le proporcionaban muchos ingresos por lo que decidió marchar primero a Córdoba. y luego a Jerez.

Fermin Aranda y su familia fotografiados por Diego Calvache, c. 1902.

En Jerez se aficionó a la fotografía, especializándose en el retrato, abriendo un estudio en el piso superior del número 2 de la calle Consistorio, esquina con la Plaza Alfonso XII, actualmente Plaza del Arenal.

Pronto se hizo de una importante clientela entre la alta sociedad local, entre ellos el cirujano Fermín Aranda. Para ello contó con la ayuda de su hijo mayor, Diego, que llegaría a superar a su progenitor en estos menesteres.

El patriarca fallecería en Jerez a causa de una embolia el 9 de octubre de 1902, esta circunstancia provocó que sus hijos decidieran marchar a Madrid, de forma escalonada, unos años después.

Diego

El primogénito, Diego, nacería en Almería en 1882.

Con 20 años participó en la Exposición Internacional de Madrid, otorgándole el jurado diploma y medalla de oro de primera clase.

En 1908, un año antes de instalarse en Madrid, asiste a la Asamblea Nacional de Fotógrafos celebrada en Valencia, ostentando la representación de los profesionales jerezanos. De esa reunión surgiría una Federación Nacional de Fotógrafos.

Ya en la capital del reino, y con la ayuda de su hermano Ángel, abre un estudio en el número 16 de la céntrica calle Carrera de San Jerónimo.

Aprendió la profesión haciendo todo tipo de trabajos; requerido por los artistas del espectáculo y las variedades fue uno de los retratistas más populares. Sus trabajos se publicaron en las revistas de mayor tirada: Nuevo Mundo, Mundo Gráfico, etc.

Especializado en fotografía taurina, colaboró en Sol y Sombra, La Nueva Lidia y Toros y Toreros. Su prematura muerte, el 13 de julio de 1919 provocó que el estudio pasara a ser dirigido por su hermano Antonio, que en ese momento desarrollaba una intensa actividad como novillero.

‘Walken’

Otro de los miembros de la dinastía Calvache fue José, nacido en Córdoba en 1890(?),

A finales de los años `20, la revista gráfica Nuevo Mundo recogía en uno de sus números un amplio reportaje realizado por el periodista Carlos Fortuny en su sección La vida frívola. Su entrevistado era el por aquel entonces famoso fotógrafo y cineasta José Calvache, más conocido como ‘Walken’. Encabezaba el artículo con el título de ‘Como se hace un fotógrafo’.

Aportaba datos sobre él mismo y su familia, que hasta ahora no había visto reflejado en biografías publicadas.

En la misma desvelaba el origen de su seudónimo, en el que unía parte del apellido Waldosell, el mismo que el de la mujer de su hermano Antonio, y el de la escritora, y activista política de izquierdas, Margarita Nelken, a la que califica de ‘admirada y excelente amiga’ que le alentó en su aventura fotográfica.

La adopción del seudónimo estaba motivada por el deseo de desvincularse del apellido, ya reconocido en sus otros hermanos, como también el de montar su propio estudio, en el 16 de la calle Sevilla, de Madrid.

En 1906 ya lo vemos colaborando en la revista El teatro, compitiendo con los grandes del momento: Campua, Alfonso, Kaulak, Frazen, etc.

Junto con su hermano Antonio, crea la productora cinematográfica Film Numancia, participando en películas como La chica del gato (1926), Los vencedores de la muerte (1927), El Niño de las Monjas (1925) y Charlot español torero (1928).

Tuvo un final trágico, ya que fue fusilado en Paracuellos en 1936. Su casa, como la de Campua, también asesinado ese mismo año, fue asaltada, perdiéndose, desgraciadamente, todos sus archivos.

Antonio

El más famoso de todos ellos fue Antonio, que también nació en Córdoba, el 14 febrero 1896, según consta en su partida de bautismo.

La mayor parte de su infancia y juventud la pasó en Jerez, Su expediente académico se conserva en los fondos del actual IES Padre Luis Coloma.

Antonio, antes que fotógrafo y director de cine, fue novillero, y en esa faceta participó en el rodaje de La España trágica, rodada en 1918 con escenas que se tomaron en la Cartuja y la Plaza de Toros de Jerez, tal como se cuenta en el diario El Guadalete, de fecha 5 de octubre.

Escenas del rodaje de la España trágica en la Cartuja jerezana, 1918.

Cuando Antonio y sus hermanos se instalan en Madrid tendrán la oportunidad de encontrarse con otros jerezanos con los que de una forma u otra tendrán relaciones: el general Miguel Primo de Rivera, Fernando Viola, que fichará a Antonio para el I Congreso Hispanoamericano de 1931, el fotógrafo Campua, o la artista del baile y la danza Isabelita Ruiz.

Antonio llevará al cine, en 1940, la adaptación de la novela del Padre Luis Coloma, Boy.

Sus reportajes se publicarán en las revistas más importantes de aquella década, como La Esfera, Blanco y Negro y Actualidades. Y la misma Casa Real contará con sus servicios.

Una sobrina, hija de su hermana María, sería la que lo cuidaría en sus últimos años. Vivía en un destartalado caserón del centro de Madrid junto a su mujer, Aurelia Wandosell.

Falleció el 31 de enero de 1984, a la edad de 88 años, en la más completa indigencia, tras haber vendido la mayor parte de sus pertenencias personales, incluidas muchas de sus mejores obras fotográficas que, según se dice, cayeron en manos de comerciantes del Rastro madrileño que se hicieron con ellas por cantidades irrisorias.

El fondo fotográfico de Calvache, lo que quedaba, sería adquirido en 2005 por la Biblioteca Nacional (BNE). Estaba compuesto por más de 3.400 positivos, negativos en placas de vidrio y otros soportes, libros de registro y materiales diversos. Documentos fechados entre1901 y 1950.

Portada del libro A través del espejo, de Juan Miguel Sánchez Vigil.

El profesor Sánchez Vigil, autor de ‘A través del espejo: Fotografías de Calvache’ (2000), organizaría en 1994, una exposición que recogió una parte de la producción de Antonio.

Un año después, en enero de 1995, se pudo contemplar en la Sala de la Pescadería Vieja de Jerez, coordinada por Eduardo Pereiras y el profesor del Coloma, Domingo Martínez.

Gracias a ellos, y a pesar del intento de boicot por parte del que era director de cultura por aquel entonces, mi nombre pudo aparecer en el programa: ‘Desde hace tiempo José Luis Jiménez, presidente del Cine-Club Popular de Jerez, trata de reivindicar la figura del polifacético artista Antonio Calvache y su vinculación con Jerez’.

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