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Mikel Lejarza
Toulouse
El Rebusco
Jerez/El pasado día 2 de diciembre se presentó en Jerez, en la sede del Consejo Regulador, la traducción al castellano de la obra de Henry Vizetelly, 'Facts about Sherry', editada en 1876.
La traducción de la obra, Hechos sobre el vino de Jerez, ha corrido a cargo de Beltrán Domecq Williams, bajo sello de Peripecia Libros en su colección Varía Vinaria.
Tenemos que felicitarnos por el resultado de este trabajo; por el esfuerzo de sus editores Antonio Aguayo y Javier Maldonado, y por la impecable traducción, quién mejor que Beltrán para este cometido, a la que le ha añadido un prólogo y comentarios de su propia cosecha.
La espera de 145 años ha valido la pena, por fin está disponible para los lectores hispanohablantes.
Un libro fundamental para comprender los avatares que sufrió el vino de Jerez en el último tercio del XIX. Fue la réplica a la campaña difamatoria promovida en 1873 por el médico y bioquímico Johann Ludwig Wilhelm Thudichum.
Pero no fue el único en esta labor de desprestigio, tal como lo cuenta nuestro admirado Julian Jeffs en su libro 'El vino de Jerez' que, dicho sea de paso, se tardó más de 30 años en ser traducido por la Universidad de Cádiz, en 1994.
Thudichum argumentó que había implicaciones para la salud al beber incluso un buen jerez, debido al uso de yeso en el prensado de las uvas y al azufre en la fumigación de las barricas.
Así lo resume el investigador James Simpson en uno de sus trabajos, el cual añade que a la gran repercusión que tuvo aquella famosa carta de Thudichum publicada en el Times de 27 de noviembre de 1873, se unía las nuevas consideraciones médicas por el consumo de bebidas alcohólicas como el jerez y el oporto, imperantes en aquel momento en el mercado británico, la influencia adquirida por el movimiento por la templanza y, como no, las argucias de la competencia de otros vinos, como los franceses, a la hora de imponerse entre los nuevos consumidores anglosajones.
Pero la intención de este artículo no es la de hacer consideraciones históricas, económicas o sociales del jerez en aquel tiempo, que para ello hay personas que nos pueden ilustrar mejor, sino la de aportar una información complementaria, esa "intrahistoria" a la que a veces no prestamos atención.
¿Por qué vino Vizetelly a Jerez y cuánto tiempo permaneció entre nosotros?, ¿dónde se alojó?, ¿vino solo o acompañado?, ¿quién le sirvió de cicerone y traductor?, ¿qué dijo la prensa local de él?, ¿existe alguna otra información impresa sobre la estancia de Vizetelly en la zona?, ¿en qué se basaron los dos grabadores a la hora de crear las ilustraciones que acompañan al texto?, ¿qué otras historias nos cuenta Vizetelly además de las relacionadas con el vino?, ¿qué valor tiene el libro entre los bibliófilos y coleccionistas en la actualidad?, ¿puede ser considerado un libro de viajes además de un texto especializado sobre el vino de Jerez?, ¿cuántos ejemplares se pueden encontrar en Jerez?.
El autor del libro en cuestión, Henry Vizetelly, había nacido en Londres en 1820, miembro de una familia originaria de Italia. Destacó por sus actividades como grabador, impresor y editor.
Fue responsable de la fundación de revistas como Pictorial Times y The Illustrated Times, y trabajó como corresponsal para la prestigiosa The Illustrated London News, destinado en París y Berlín.
Con motivo de la edición, y traducción, de algunas obras del escritor francés Emile Zola, prohibidas en Inglaterra, fue multado y encarcelado.
Pero no solo eso distinguía a Vizetelly, sino que además estaba especialmente dotado para apreciar los vinos, siendo propuesto como jurado en diversos certámenes internacionales.
Sus viajes por las zonas vinícolas más importantes de Europa, entre ellas Francia, Alemania, Portugal, Tenerife y Andalucía, daría como resultado una serie de importantes trabajos: Facts about Sherry (1876), Facts about Champagne and Other Sparkling Wines (1879), y Facts about Port and Madeira (1880).
No tenemos claro si el viaje de Vizetelly a la comarca se hizo por cuenta propia, motivado por su sentido de justicia y para hacer prevalecer la verdad en este asunto, o bien acudió a la llamada de los más importantes bodegueros con grandes intereses en aquel país.
Si se sabe que en la Exposición de Viena de 1873, donde él ejerció de jurado, tuvo un amplio conocimiento de los vinos andaluces allí representados, a los que dedicó un capítulo en su libro 'The Wines of the World' (1875).
A Jerez llegaría en el otoño de 1875, desde Inglaterra a Gibraltar, con la naviera P. and O. (Pando), y de allí a Cádiz para tomar un tren a Jerez, pasando unos días en Tánger.
Pero no es hasta el 21 de octubre que el diario El Guadalete lo menciona en un destacado artículo en portada: "Con este motivo (la campaña contra el jerez) reside entre nosotros hace cerca de dos meses un ilustrado publicista inglés Mr. Vizetelly, visitando muchas de las más importantes viñas y bodegas de la localidad...".
Unos días más tarde, el 24 de octubre, se le vuelve a nombrar en una carta dirigida al director del periódico, y firmada por M.B.: "Insensible al cansancio y al calor, luchando con el idioma, con los caminos rurales, con la imperfecta explicación de los unos, con la fría urbanidad de los otros, hemos visto al infatigable viajero llegar a la viñas, presenciar las vendimias, volver a las bodegas, visitar nuestros grandes establecimientos vinateros, aspirar, catar, beber, comparar, tomar nota de todo".
Después de esas dos referencias ya no se vuelve hablar de él ni tampoco he encontrado reseña al libro publicado al año siguiente. Vizetelly lo dio a conocer previamente en una tanda de artículos en el Pall Mall Gazette.
'Facts about Sherry' se vendería en su época al precio de un chelín (unos 10 euros en la actualidad). En la actualidad puede superar los 500 euros.
En Jerez hay localizados ejemplares en el fondo Soto Molina del Consejo Regulador, y la fundación González Byass, así como en manos de particulares como el mismo Beltrán Domecq, Felipe Morenés y Peter Dauthieu.
La prensa inglesa recogió comentarios elogiosos al libro, entre las que hay que destacar la del Illustrated London News: "El autor ha cumplido tan hábilmente su tarea qué Facts about Sherry devolverá al jerez, con toda probabilidad, a ese alto lugar en la estima pública del que las críticas adversas pueden haberlo despojado temporalmente".
Los seis o siete meses que residió en la ciudad lo hizo alojado en el establecimiento conocido como la Fonda, sita en la plaza de Alfonso XII (plaza Arenal, en el actual edificio de la Caixa).
Esa información nos la suministra su hijo, Ernest Alfred Vizetelly (1853-1922), que le acompañaría en este viaje, y otros que hizo con su padre.
En su libro de viajes 'Seven Lands' (1916), dedica un amplio capitulo a Andalucía, con detalles curiosos como el del alojamiento.
También hace referencia a Clemente Ivison, sobrino de un socio de las bodegas Cosens. Clemente, que era unos años mayor que Erenst, llegaría a ser más que un compañero, un amigo, que les sería de gran ayuda como intérprete y guía durante esos meses, llevándolos a corridas de toros, peleas de gallo, una fiesta flamenca entre gitanos, y la obligada visita a la Cartuja.
Respecto a los bellos grabados que acompaña al texto, hay que decir que fueron realizados por William Prater y F. Gifford, sobre fotografías y bocetos tomados por el propio Ernest Vizetelly: 'The illustrations were cheftly from sketches made by me'.
En una de ellas me quiero detener, la que indica a pie de imagen La entrada a las bodegas del señor Domecq, de la Henry Vizetelly hace esta descripción: "...al final, una portada coronada por una estatua de Baco, copa y tiro en la mano, montado sobre una bota de vino".
Hay que indicar que esta figura pagana fue sustituida por el actual Sagrado Corazón de Jesús, por encargo de doña Carmen Núñez de Villavicencio, gran devota de esa imagen, al escultor Ramón Chaveli. Sustitución que se llevó a cabo en los años `20 del pasado siglo.
Esta figura de Baco nada tiene que ver con la sedente que existe en las bodegas del mismo nombre de la calle Medina. Las diferencias son evidentes.
Ernest fue autor, igualmente, de una historia del anarquismo, The Anarchists (1911), donde hace referencias a la Mano Negra de Jerez.
Nos llama la atención que el 14 de octubre de 1876 The Illustrated London News publicara un artículo titulado 'The Sherry Vintage', al que acompañaba una página completa compuesta con diferentes escenas de la vendimia en Cerro Obregón. Aunque firmadas por Walter Prater, para nada se hacía mención a Vizettelly.
Lo mismo ocurre con el texto publicado en La vanguardia el 25 de octubre de 1888, que se encabezaba así: La producción nacional. A defenderla. Los vinos de Jerez. En el mismo se trata de la reunión convocada por el alcalde accidental, Eduardo Freire, a la que asistieron más de doscientas personas, entre ellas de diferentes estamentos de la ciudad. El asunto a tratar era la carta de Thudichum en el The Times contestando a otra en la que se defendía la calidad de los vinos de Jerez.
La cultura de Vizetelly queda patente al elegir este poema con el que se abre el libro: Y todas las bebidas están, de pie, y gorra en mano/ En presencia del viejo Sherry:/ Bebamos pues, el viejo Sacke,/ viejo Sacke, muchachos/ Que nos pone gozosos y alegres. (Pasquils Palinodia, 1619).
No estaría mal pensado que alguna calle de Jerez llevara su nombre. Más que merecida.
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