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Mikel Lejarza
Toulouse
El Rebusco
EN el anterior artículo se coló un dato erróneo que me apresuro a corregir en este. Concretamente, cuando afirmaba que el primer aparato telefónico que funcionó en Jerez, conectado a una red limitada y básica, lo hizo en 1894. La fecha exacta es la del 23 de febrero de 1889.
La prensa local recogía este acontecimiento al día siguiente, en una breve crónica sin firmar: ‘Ayer hemos tenido la oportunidad de ver funcionar el primer aparato telefónico de los de la red que se establecerá en Jerez y el cual está instalado en la farmacia del Sr. D. Juan González Rojas en la calle Consistorio, esquina plaza de Alfonso XII.
El teléfono funciona admirablemente y la conversación se sostuvo desde la farmacia hasta la calle San Pablo donde está la central’.
Destacaba ‘la perfección del aparato y la utilidad importantísima que reportará a Jerez’ a medida que se extienda las instalaciones.
La prensa de El Guadalete, con fecha 18 de abril de ese año, publicaba el anuncio de una estación central de teléfono ubicada en la calle San Pablo número 14, que incluía las tarifas por los diferentes servicios que se ofrecían.
Poco a poco se van incorporado instituciones oficiales, empresas, sobre todo bodegas, y pudientes particulares, tal como se puede ver en la Guía Oficial de la ciudad de 1895.D
De Cayetano del Pino sabemos por la prensa de 6 de septiembre de 1889 que es el abonado con el teléfono 54.
Pedro Domecq disponía de varias líneas, la 65, 66 y 67, González Byass, por su parte, la 68.
En 1894 el listado se componía de unas 200.
Como vemos, la prensa jerezana se hizo eco de la invención de teléfono en fechas tan temprana como la de noviembre de 1877, cuando se recoge la noticia de la instalación de un teléfono para el mismo Bismarck.
En otro breve, diciembre, se encabeza la noticia de esta manera: ‘ El telégrafo vocal funciona’.
En este año que se cumple el centenario de la Telefónica se plantea la oportunidad de realizar jornadas de estudio, como investigaciones académicas, para analizar a fondo la llegada e implantación de este maravilloso invento en nuestra ciudad.
El jerezano, Cándido Velázquez-Gaztelu Ruiz, llegaría a ocupar la presidencia de la compañía en la década de los noventa, concretamente entre los años 1989 y 1996, periodo de Felipe González como presidente del gobierno.
Nacido el 16 de marzo de 1936 en Jerez, era licenciado en Derecho por la Universidad de Granada y Graduado Social, además de MBA por el IESE de Barcelona. Como militante de base perteneció al PSOE y al sindicato de la UGT.
Durante su etapa en Telefónica desarrolló una gestión determinada por un doble objetivo: la calidad del servicio y la adaptación de las estructuras de la empresa a las condiciones de un entorno internacional cambiante y competitivo, además de impulsar una impronta comercial en la compañía consecuencia de su anterior experiencia profesional.
Velázquez-Gaztelu acometió además la modernización de las redes de comunicación y el desarrollo de nuevas tecnologías como fue el caso de la Telefonía Móvil Automática o el inicio de Internet a través del servicio Infovía.
Cándido Velázquez será recordado, además de por buen gestor, por su simpatía y don de gentes.
Antes de asumir la presidencia de Telefónica trabajó en Coca Cola y en Tabacalera, empresa de la que fue presidente en 1982 hasta su nombramiento como presidente de Telefónica.
Cuando falleció en noviembre de 2012, a los 76 años de edad, era miembro asesor del Patronato de Fundación Telefónica.
Tener la oportunidad de conocer personalmente a Julio Lorente Goñi, me ha permitido conocer en detalle su trayectoria profesional en la Telefónica durante los treinta años que estuvo en la compañía.
Lorente fue uno de los responsables de la expansión y digitalización de la red de Telefónica incluyendo la introducción de las Fibras Ópticas, que son según él. ‘como el sistema nervioso de las comunicaciones de toda España, no solo de Telefónica. Una transformación muy profunda tanto tecnológica como del personal técnico’.
Hay que imaginar a miles de operadores acostumbrados a manejar cables de cobre, soldándolos con manos enguantadas, a tener que utilizar un microscopio en el campo para empalmar fibras del tamaño de un pelo.
La otra gran tarea que abordó fue la transformación de la organización y del personal de Operación y Mantenimiento. Eran miles de personas dispersas por todo el país con una organización que no se había cambiado desde los años de los americanos de la ITT. El núcleo de la nueva organización fue crear un Centro Nacional de Supervisión y Operación (CNSO) en Madrid y CPSO en cada provincia, desde los que se controlaba el funcionamiento de toda la red y del personal, evitando un crecimiento desmesurado e inasumible.
Señala a su vez que Gobierno de España cometió un gran error cuando se liberalizó Telefónica y entró la competencia. Solo se debió desmonopolizar la comercialización y haber mantenido la Red única como estaba.
Un disparate que al día de hoy estamos pagando con la entrada de los sauditas en una empresa estratégica.
A Lorente era habitual verlo en las reuniones de la UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones) como miembro de la delegación española para armonizar la Red a nivel mundial.
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