¿Cómo lo recuerda?

Representantes de la sociedad jerezana, políticos y empresarios relatan sus recuerdos del Golpe

J.p.lobato/ M. Valero Jerez

23 de febrero 2016 - 07:14

La ciudad calló y sólo las radios hablaron. Esa tarde, esa noche y los posteriores días de los transistores marcaron un final de febrero que aún sigue presente en todos aquellos que se pegaron a las televisiones y a las radios, y 'bebieron' las páginas de los periódicos conscientes de que era historia. Historia e historias son las que en las próximas líneas podrán leer sobre cómo vivieron personalidades de la ciudad el 23-F.

Mamen Sánchez. Alcaldesa de Jerez: "Lo viví con expectación e informada de lo que podía ocurrir"

Pocas fueron las ocasiones en las que la alcaldesa, Mamen Sánchez, no permanecía atenta a los debates del Congreso junto a su abuelo. Sin embargo, esa tarde del 23 de febrero de 1981, con 12 años, su madre la cogió y prácticamente la obligó a salir de casa para comprarle unos zapatos. "Mi madre me dijo que iríamos rápido para que yo pudiera volver pronto con mi abuelo, pero al final nos entretuvimos. Cuando llegamos a casa, vi a mi padre allí y eso era raro, porque era pronto para él. Recuerdo que la familia, menos mi hermana pequeña que dormía, permaneció junta siguiendo todo lo que pasaba en Madrid. Mi familia y mis vecinos, todos estuvimos pendiente de la televisión", recuerda la alcaldesa. Sánchez agradece que sus padres no le ocultaran la transcendencia de los hechos, y reconoce que "viví esa noche con expectación e informada de lo que podía ocurrir. También recuerdo ese mensaje de tranquilidad del Rey y tengo grabada la imagen de los diputados saliendo por las ventanas". Ese mismo año, Mamen Sánchez escribió un relato breve titulado 'Los dos leones del Congreso', en el que relataba anécdotas del hemiciclo y una de ellas fue el 23-F: "Y gané un premio con ese relato".

Lorenzo Amor. Presidente de ATA: "En mi casa vivimos la noche de los transistores"

A Lorenzo Amor el golpe de Estado de 1981 le pilló en el colegio. "En mi casa se vivió la conocida noche de los transistores y durante las primeras horas había un poco de angustia. Recuerdo además que al día siguiente no fui al colegio", cuenta Amor. El presidente de ATA añade que "aquello fue un paréntesis en la Transición que sirvió para unirnos más en la democracia. Se demostró una capacidad de acuerdo y consenso de todas las fuerzas políticas que hoy día echo en falta". "En aquel momento la gente con ideologías antagónicas se sentaron para llevar el timón del país. Ahora los acuerdos y los pactos los impiden las personas más que la situación. Por eso creo que es el momento, una vez más, de buscar más lo que nos une que lo que nos separa", subraya Amor.

Rafael Tejada. Secretario local de CCOO: "Estaba en el País Vasco, así que imagínate"

El hoy secretario local de CCOO, Rafael Tejada, estaba a más de 900 kilómetros de Jerez la tarde del 23-F. "Era un sitio complicado... Estaba en el País Vasco, en Eibar, así que imagínate", recuerda Tejada. El sindicalista estaba trabajando de cartero en la ciudad guipuzcoana cuando ocurrió todo y relata que "allí se vivió con más preocupación si cabe". "Los que habíamos actuado de forma activa para cambiar el régimen estábamos marcados con una cruz. Aquella tarde, yo tuve compañeros que se pusieron a preparar la maleta para irse a Francia para salvar el pellejo", declara Tejada.

Juan Manuel Corchado. Ex alcalde: "No sabíamos qué iba a pasar, pero yo no me escondí"

"A esa hora estaba yo en el colegio. Era el director del centro Las Granjas y no supe nada hasta que me llamó una profesora", comienza a recordar Juan Manuel Corchado. "Esta profesora tenía que coger un tren porque vivía en Cádiz y esperando en la estación se enteró y me llamó corriendo. Desde ese momento puse la radio", continúa. Cuando volvió a casa reconoce que estaban todos un poco inquietos por la situación, "porque no sabíamos qué iba a pasar, pero yo no fui a esconderme como hicieron otros. Era una inquietud pero tranquila". En aquellos años Corchado además de director del colegio era también concejal del Ayuntamiento de Jerez, pero no recuerda ningún episodio llamativo en el Consistorio a raíz del Golpe. "Echo en falta el consenso en positivo, claro, que hubo en aquellos momentos. Fíjate, en el mismo Ayuntamiento había una gran diversidad, pero trabajamos juntos por la ciudad", insiste.

Agustín García Lázaro. Ecologistas en Acción: "Me llevé la radio al colegio y expliqué a los alumnos lo que ocurría"

La tarde del 23-F, Agustín García Lázaro estaba comprando con su novia en la céntrica tienda 'La Casa Rosa'. Días después se iba de a Zaragoza y ultimaba los preparativos del viaje, y de repente "saltó la noticia". "Al día siguiente fui al colegio Antonio de Nebrija donde trabajaba y me llevé un pequeño transistor. Le expliqué a los alumnos lo que estaba ocurriendo y estuvimos con la radio toda la mañana", recuerda García Lázaro, quien añade que "fuimos al colegio todos los profesores y la mayoría de los alumnos. Creo que eso contribuyó a que lo ocurrido lo asumieran lo más 'normal' posible y así no tener miedo". No sólo se preocupó por sus estudiantes, sino que Agustín también se puso en contacto con un grupo de amigos que había estado en las juventudes comunistas: "Yo no llegué a tener miedo por eso, pero sí que hubo compañeros que escondieron alguna documentación de años atrás".

Javier Sánchez Rojas. Presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz y de la Cámara de Comercio de Jerez: "Estaba en la mili, pero ese día me encontraba en enfermería con gripe"

Con 18 años y en la mili. Con este escenario es difícil olvidar cómo vivió Javier Sánchez Rojas aquellos días de febrero. La 'suerte' estuvo de su parte, porque la tarde del día 23 estaba en enfermería por una gripe. "Estaba haciendo la mili voluntaria en La Parra y esa tarde vinieron mis padres a verme porque estaba malo y tenía fiebre. Mientras estaban allí conmigo, les avisaron que tenían que salir corriendo porque se estaba produciendo un golpe de Estado. Me quedé en la cama, con un pequeño transistor rojo y negro de la marca 'Philips' debajo de la almohada", relata Javier. Su madre salió de la habitación llorando y después se enteró de que "la pobre no pegó ojo pensando qué podía ocurrirme". "Como estaba con la gripe me libré del refuerzo de guardia que tuvimos en el cuartel. Estuve enganchado a la radio hasta que me venció el sueño, y aunque los días posteriores había un poco de alarma, al tiempo se normalizó todo", declara.

Luis Bononato. Director de Proyecto Hombre: "Vi a la gente haciendo cola en las cabinas de teléfono"

El director de Proyecto Hombre estudiaba la carrera de Medicina en Cádiz cuando se produjo la intentona golpista. Bononato recuerda cómo "en la radio cortaron de repente la emisión de los Carnavales y metieron música clásica. Eso fue lo que nos alertó en primera instancia. Imagínate en una época sin móviles, era mucho más difícil enterarse".

Para Bononato, su imagen del 23-F fue "la de la gente haciendo colas en las cabinas de teléfono para llamar a sus familiares y preguntar qué estaba pasando en España". "Si te digo la verdad no recuerdo muy bien qué me dijeron mis padres, pero todo lo que se intentaba transmitir era un mensaje tranquilizador, de que no pasaba nada", confiesa el responsable de Proyecto Hombre antes de añadir que "éramos jóvenes y la verdad que bastante inconscientes de lo que pasaba. Eso sí, que yo recuerde no había ningún indicador en las calles de que pasaba algo extraño, la gente estaba normal dentro de lo que cabe".

Marcos Camacho. Presidente del Colegio de Abogados: "Entró un padre en el autobús gritando: corred, corred"

Un Marcos Camacho de 15 años volvía hacia su casa de Jerez del colegio Guadalete en la vecina localidad de El Puerto. Toda la jornada transcurrió con tranquilidad "hasta que en una de las paradas del autobús escolar entró un padre gritando: 'Corred, corred, haced las paradas rápido que hay un golpe de Estado'. La verdad es que con esa edad no tienes mucha idea de a lo que alguien se refiere con eso, pero sí nos preocupamos hasta llegar a casa".

El presidente del Colegio de Abogados de Jerez admite que a partir de aquí "ya no sé muy bien si lo que tengo en mente son imágenes propias o de todo lo que ha salido desde entonces. Sí sé que cuando llegué a casa sentí la preocupación de mis padres, que no se despegaban de los medios de comunicación y seguían el minuto a minuto del golpe". Para él y sus amigos "fue algo agridulce, porque claro sabíamos que algo pasaba pero suspendieron varios días el colegio", dice entre risas antes de añadir que "lo que no recuerdo es que hubiera ninguna orden específica ni que nos impidieran ir a la calle".

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