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El reloj de columna de la calle Larga

Fue diseñado por el jerezano José Luis Torres

Con las creaciones de José María Rivelott y Domingo de la Prida

Ayuntamiento de Jerez y Bodegas Cayetano del Pino recuperan el reloj del Gallo Azul

Cuenta atrás para la vuelta del reloj del Gallo Azul de 1934

El reloj adornado en una Navidad de los años 60.
José Luis Jiménez García

25 de mayo 2024 - 11:04

Jerez/Con motivo del convenio de colaboración firmado recientemente entre el Ayuntamiento y las Bodegas Cayetano del Pino para la restauración, conservación y puesta en marcha del reloj de columna de la calle Larga, sería bueno aclarar algunos detalles históricos al respecto, y que la nota de prensa municipal no recoge con fidelidad.

Frente al emblemático edificio del Gallo Azul, situado en el centro de la ciudad, entre las calles Larga y Lancería, denominada en su momento Ramón y Cajal, podemos contemplar desde 1934 una columna sobre pedestal, y sobre ella un bello reloj de forma circular con adornos metálicos y tres puntos de luz.

Legajo municipal de 1933 con la documentación sobre el reloj de columna.

Desde hace años su estado se había ido degradando sin que se tomara ninguna medida al respecto.

En una de sus caras las manecillas, que señalan las letras que componen el nombre de Pedro Domecq, habían desaparecido, como dos de las tulipas blancas que protegían las luminarias.

Diseño firmado por José Luis Torres, 1934.

La prensa de El Guadalete de 11 de febrero de 1934 recoge los asuntos tratados en la sesión municipal del día anterior. Uno de los puntos es la aceptación del proyecto presentado por la Casa Pedro Domecq & Cia. al concurso convocado por el Ayuntamiento de 'instalar un poste indicador de direcciones en la rotonda Ramón y Cajal'.

A este fuste se le añadiría un reloj de dos caras con tres luces en la parte superior, siendo fundido por la empresa sevillana Domingo de la Prida e Hijos. Su base es del mismo tipo de ladrillo que empleó Aníbal González en el Gallo Azul.

Sobre el soporte de metal se observan relieves en bronce de dos leones bebiendo de una botella rota de brandy Fundador, marca y emblema de la bodega. La misma figura que ocupa la parte superior del edificio antes mencionado del Gallo Azul.

Estas esculturas de metal son obras del escultor jerezano José María Rivelott, y fueron fundidas en la casa madrileña Codina Hnos.

Retrato del escultor José María Rivelott.

José María Rivelott Vicente nació en Jerez de la Frontera en 1900, y falleció en la misma ciudad en 1975. Se formó, en sus inicios, en la Escuela de Artes y Oficios de su ciudad natal, teniendo como profesor a Antonio Bravo. Para ampliar su formación artística marcha a Madrid, donde por espacio de dos años, 1917 y 1918, estudió bajo la dirección de los escultores Lorenzo Collaut Valera y Aniceto Marinas. Por exigencias del negocio familiar se ve obligado a dejar sus estudios, pero sin abandonar su vocación inicial.

La fundición del fuste y del reloj fueron obra del también jerezano Domingo de la Prida Álvarez, siguiendo los gustos y la moda del estilo conocido como 'la arquitectura del hierro'.

Esta estructura de hierro fundido 'se asienta en una base de ladrillos de estilo regionalista, los mismos que utilizó Aníbal González en la construcción del edificio del Gallo Azul, y en la cual, se encuentran los escudos del Reino de España; Aragón, Navarra, Castilla y León'.

Folleto promocional de la fundición de Domingo de la Prida, finales años `20.

Domingo de la Prida Álvarez, criado en la Casa Cuna, pronto adquirió notables conocimientos acerca del oficio de fundidor, dejó su localidad para establecer en la sevillana calle Lumbreras un local de fundición y cerrajería artística. Con un capital de 4.800.000 pesetas, en 1916 adquiere la nueva casa de la Resolana.

En 1931, debido al enorme volumen de trabajo que iba adquiriendo la fábrica, De la Prida optó por ubicar la fundición en Bellavista, pero manteniendo las oficinas de Resolana.

Su producción es muy extensa y variada. En la Exposición Iberoamericana de 1929, Domingo de la Prida se encargó bajo la dirección de Aníbal González de realizar las farolas de la Plaza de España.

El diseñador gráfico José Luis Torres.

El historiador local Fernando Aroca documenta esta obra en su libro ‘De la Ciudad de Dios a la ciudad de Baco’ (2007), y nos remite a la documentación guardada en el Archivo Municipal de Jerez (Legajo 448, exp. 11240). En la misma se deja bien claro que el propietario de este indicador es el Ayuntamiento de Jerez. Consultando el diseño nos llama la atención la firma, que corresponde al artista gráfico jerezano José Luis Torres.

Al igual que el Gallo Azul, el reloj está inscrito en el Catálogo de Elementos Singulares de la ciudad.

Para su restauración se va a contar con el relojero, también jerezano, José María Galisteo (Jerez, 1967), restaurador profesional, acreditado por la Junta de Andalucía, uno de los impulsores de la Asociación Nacional Profesional de Relojeros Reparadores (Anpre), nacida en Sevilla hace más de una década.

A él se debe la restauración, en el 2021, del reloj farola de Losada ubicado en la plaza del Arenal.

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