Residentes en la lucha contra el Covid-19

Coronavirus en Jerez

La pandemia ha trastocado los planes formativos de estos profesionales, que han tenido que ponerse en muchos casos, como uno más, en primera línea de la atención a los pacientes

Un profesional baja de una ambulancia a un paciente en las Urgencias del hospital.
Un profesional baja de una ambulancia a un paciente en las Urgencias del hospital. / PASCUAL
Gloria Moreno

21 de abril 2020 - 06:00

Jerez/Un total de 146 residentes de 23 especialidades distintas hacían su formación en el área sanitaria de Jerez al inicio de la pandemia del coronavirus, una situación excepcional que les ha obligado a aparcar su plan de formación e implicarse de lleno en una actividad hospitalaria centrada casi en exclusiva en la lucha contra el coronavirus y la atención a los afectados. Su jefe de estudios, Juan Carlos Alados, califica la experiencia de "constructiva". "Cada uno ha tenido que adaptarse a la situación. Con el devenir de los días, las necesidades se han ido cubriendo conforme aparecían".

Una de las primeras decisiones que se adoptó fue que todos los residentes que estaban rotando fuera, en otros centros, volviesen al hospital y en una segunda fase, se suspendieron las rotaciones internas. Hay que tener en cuenta que los residentes van pasando por distintos servicios que no son el de su especialidad, con el fin de formarse también en otras disciplinas. "Esas rotaciones se suprimieron y se contó con su disponibilidad para estar donde hicieran falta".

Un servicio en el que su labor está siendo significativa son las Urgencias, una unidad crucial en la situación de pandemia, ya que son la puerta de entrada de los pacientes con Covid-19 o sospechosos de padecer la infección. Los residentes de primer año que, en unas circunstancias normales, pasan por Urgencias como parte de su formación, fueron los primeros en enfrentarse al brote en primera línea, pero posteriormente se sumaron también los de segundo y tercer año. "Inicialmente dejamos a los residentes de cuarto año de atención familiar en sus centros de salud, porque consideramos que era donde debían estar también y sobre todo, porque en esa fase inicial de la epidemia no queríamos que hubiera residentes que pasaran de zonas de un riesgo alto como Urgencias a zonas de riesgo menor como puede ser la consulta de un centro de salud. Establecimos esos criterios, aunque luego se pasó ya a la fase de la diseminación del virus que es en la que estamos ahora".

Pero la aportación de los residentes, en unos momentos en que todos los recursos son pocos, ha estado presente también en Medicina Preventiva y Epidemiología. "El estudio epidemiológico de un paciente con Covid-19 requiere un trabajo exhaustivo. En cada caso positivo hay que hacer un estudio de contactos previos y una trazabilidad de por dónde ha estado este caso. Los residentes de Enfermería y Medicina de Familia son los que han ido haciendo una labor importante en esa faceta epidemiológica", explica Alados.

Y el otro gran frente, donde los residentes de las áreas médicas se han integrado, ha sido en el control de los enfermos de coronavirus en las unidades de Enfermedades Infecciosas y Medicina Interna.

Así se ha funcionado durante varias semanas hasta que saltó la alarma por la situación de las residencias de mayores y la presencia de los residentes se hizo también necesaria en estas instalaciones para apoyo de médicos adjuntos y enfermeros del hospital que se trasladaron a los geriátricos.

Es cierto que no todos los residentes han estado en la primera línea, según comenta Alados. Los del área quirúrgica, por ejemplo, han sido los menos afectados, pero dado que la cirugía ha descendido a mínimos, "ellos siempre han tenido muchas ganas de colaborar y se nos ofrecían, pero han estado de retén, porque las necesidades son cambiantes y si algún profesional se infecta hay que cubrir ese hueco".

Ahora que en principio la presión asistencial en el hospital ha bajado comparándola con las primeras semanas, se piensa ya en cómo reincorporar a los residentes al plan de formación que quedó trastocado por completo con la irrupción de la pandemia.

Juan Carlos Alados. Jefe de estudios

"El reto está ahora en cómo modificar el itinerario formativo para cumplir con todo”

Y no es que la lucha contra el coronavirus no se haya convertido, sin duda, en una lección práctica. 2En nuestros planes formativos y en la carrera se estudian las situaciones de emergencia como una cosa rara y de forma teórica. Ahora han visto que en la práctica hay que tomar decisiones rápidas, y en ese sentido, ha sido un reto y motivador para ellos. Como experiencia, y esperemos que tarde en repetirse estas situaciones, también habrá sido formativa".

El problema es ver cómo encaja todo lo ocurrido dentro de los reglados planes de formación de los residentes. "Va a ser un reto tanto para la jefatura de Estudios como para los tutores modificar el itinerario formativo para que se cumpla con todo", asegura Alados. Reflexiona que en determinadas especialidades va a ser más fácil, si en las próximas semanas se va volviendo a la normalidad, intentar que repercuta menos y plantea que esa medicina de catástrofe a la que se han enfrentado podría contar como parte de esa formación. Pero, de momento, son conjeturas hasta ver cómo encaja todo en el plan formativo definido.

"En mayo quizá se pudiera empezar a normalizar, si la presión asistencial sigue bajando, porque además hay otras patologías que hay que seguir atendiendo.Tenemos que empezar a plantear la reorganización y las últimas noticias es que la evaluación de los residentes que acaban en mayo o que pasan de un curso a otro, se mantienen en esa fecha. Es decir que, en principio, en mayo tendremos que evaluar a los 146 residentes".

Mayo es además el mes en que el habitualmente se reincorporan los nuevos residentes. En el área de Jerez está prevista la llegada de 56, pero el Covid-19 ha dejado también en el aire de momento la fecha exacta.

Un residente en el meollo de Infecciosos

Juan Mora es residente de tercer grado de Medicina Interna y vocal de los residentes del área médica del hospital. “Nos hemos intentado tomar esta situación de la mejor manera posible. Evidentemente al principio había mucha incertidumbre porque no sabíamos exactamente a lo que nos enfrentábamos pero con el paso de los días, gracias a la información que hemos ido recibiendo y la formación, creo que hemos conseguido aportar muchísimo a la atención de estos enfermos”.

Juan Mora, residente de tercer año de Medicina Interna.
Juan Mora, residente de tercer año de Medicina Interna.

A Juan el inicio de la pandemia le cogió casualmente cuando empezaba su rotación en la unidad de Enfermedades Infecciosas. "He sido uno de los que he estado viendo pacientes, los casos sospechosos y todo lo que es la atención integral a estos enfermos".

Destaca que los residentes han tenido que hacer sacrificios al privárseles tiempo de la rotación por distintos servicios y adaptándose a la redistribución tan importante que se ha hecho de sus funciones. "Los residentes de primer año se encuentran en el servicio de Urgencias haciendo guardia de puerta y ellos son los primeros que con una excelente actitud han sacrificado su rotatoria para poder aportar su granito de arena desde Urgencias. Y eso es muy admirable porque están sacrificando formación por dar asistencia a estos enfermos".

A nivel personal, Juan reconoce que la experiencia es dura, "porque son enfermos que por las circunstancias epidemiológicas están, salvo excepciones, solos en las habitaciones. La labor que hacen los residentes de primer año de informar a los familiares telefónicamente es fundamental. Es uno de los puntos imprescindibles para sobrellevar mejor la situación por parte de los familiares, sobre todo. Luego, nosotros por supuesto también intentamos transmitir todo el cariño y aporte posible a estos pacientes". Su soledad es quizá el aspecto más diferenciador con otros enfermos, y el que más han tenido que contrarrestar con su actitud los sanitarios. "Nosotros lo estamos haciendo con mucha ilusión y muchas ganas. Se ha demostrado nuestra disponibilidad a prestar ayuda en esta situación epidemiológica".

Juan Mora. Residente de tercer año

"Tenemos que tomarlo como una oportunidad para aprender lo máximo posible”

Si ya debe serlo con todos los pacientes, la empatía con estos enfermos es, aún más, fundamental. "La atención tiene que ser global, no sólo desde el punto de vista estrictamente médico, sino también social y yo creo que también hemos sacado jugo de esta situación. Aunque intentamos tratar a estos pacientes como a cualquier otro, con nuestra actitud, nuestra guía de práctica habitual, verbalizando toda la información posible, es verdad que con la situación especial en la que nos encontramos se hace con más intensidad”.

Juan tiene claro que ante un reto de estas características la mejor manera de afrontarlo es "tomarlo como una oportunidad para poder aprender lo máximo posible y prestar atención a nuestros pacientes, que yo creo que es el motivo por el que todos hemos estudiado". Recalca también que ha sido enriquecedor la unión que han demostrado residentes de todas las especialidades. "Y desde el punto de vista formativo, habrá que ver ahora cómo recuperamos todo".

La pandemia, desde las Urgencias Generales

Carmen Ríos, residente de segundo año de Medicina de Familia y vocal de residentes de Atención Familiar y Comunitaria, estaba rotando en las Urgencias Pediátricas cuando comenzó la expansión del coronavirus. "La verdad es que el volumen de pacientes empezó a ser muy pequeño. Las urgencias bajaron porque la gente tenía más miedo a salir y también si no se sale, no se conduce, hay menos accidentes de tráfico. Vieron que no era muy necesario que yo estuviese allí, y me ofrecieron otro servicio, como Urgencias Generales, en el que podía hacer más falta".

Carmen Ríos, residente de segundo año de Medicina de Familia.
Carmen Ríos, residente de segundo año de Medicina de Familia.

Al igual que su compañero, Carmen resalta que la disposición de los residentes fue muy buena desde el principio. "Se pidió a la gente que volviese de las rotaciones externas y todo el mundo lo hizo sin ningún problema, se suspendieron los rotatorios internos y lo mismo".

Ella ha seguido estas semanas en Urgencias Generales, dedicada a la observación de los pacientes con Covid-19 y hace una mención especial a los residentes de primer año, que además de las guardias se han ofrecido voluntariamente a informar a las familias de pacientes con coronavirus. "Es una labor muy importante y dura, porque igual le tienes que decir a alguien que su madre está grave pero que no puede venir a verla. Los familiares lloran por teléfono, se ponen muy nerviosos, es muy difícil dar esa información".

Camen Ríos. Residente de segundo año.

"Decir a alguien que su madre está grave pero que no puede venir a verla es duro"

Carmen resalta la evolución que se ha vivido en el último mes en el hospital y recuerda que cuando empezaron a llegar los primeros casos "la verdad era un poco caótico, no se sabía qué hacer, no se sabía nada de cómo se transmitía, los criterios para pedir la prueba, se cambiaban los protocolos continuamente e intentar estar actualizado era complicado". No obstante asegura que en este tiempo, el cambio ha sido brutal. "Y eso que yo sólo lo he visto a nivel de Urgencias. Ahora hay dos circuitos totalmente diferentes para pacientes de Covid-19 y para el resto, con personal diferente. A nosotros siempre han intentado protegernos".

Agrega por otro lado que han tenido la ventaja de estar acostumbrados a la carga asistencial tan grande que hay en el hospital de Jerez. "Entonces al bajar el número de pacientes en Urgencias y estar acostumbrados a trabajar a un nivel muy alto, nos ha permitido centrarnos más en el tema del coronavirus".

A Carmen le preocupa ahora las repercusiones que esta situación tendrá en la formación de los residentes. "Nosotros hacemos guardias pero el grueso de nuestra formación es por la mañana, cuando estamos en los rotatorios, y todo eso se ha suprimido. Entonces, a ver cómo se recupera cuando se vaya normalizando todo. Es verdad que hemos aprendido de esta experiencia, de la pandemia, pero nuestro plan de formación es muy estricto y un mes es vital, porque muchas veces cuatro años se nos quedan incluso un poco cortos. El que haya perdido, por ejemplo, el mes en Cardiología no sabemos qué va a pasar o cómo se va a compensar".

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