Pilar Cernuda
¿Llegará Sánchez al final de la legislatura?
Ciudad
La construcción de una zona residencial en el espacio que durante años acogió al Restaurante Tendido 6 se pone fin a una historia de más de medio siglo. Fue en 1960 cuando Juan de la Flor fundó en la calle Circo, justo enfrente de la Plaza de Toros, un pequeño negocio, de apenas 55 metros cuadrados, dedicado al despacho de vinos. Lo hizo junto a su mujer, Adela de la Calle.
Su constancia y buen hacer posibilitó que al poco tiempo, y tras haberse ganado una clientela muy diversa con especial relevancia entre la sociedad media alta de la ciudad, el negocio se convirtiera en bar y diez años después, alrededor de los años setenta, pasó a alcanzar la categoría de restaurante.
Desde entonces fue un espacio fundamental durante la Feria del Caballo, con especial movimiento durante la programación de toros de la ciudad, y por sus instalaciones pasaron siempre, a lo largo de todo el año, personalidades del mundo del toro, el arte, la televisión, el deporte o la política.
Su cocina conquistó siempre los paladares más exigentes, destacando sus buenas tapas, basadas siempre en la cocina andaluza, y las especialidades de urta a la roteña, el rabo de toro y el señor vizconde, un saletado con oloroso de champiñones, gambas y jamón que estaba para chuparse los dedos.
El legado de Juan Flor Jarque, fallecido en 2013, recayó unos años antes en su hijo, Juan Miguel de la Flor , encargado de regentar el negocio durante las últimas décadas. Inquieto y de exquisito trato a sus clientes, Juan Miguel consiguió mantener su estatus, recibiendo incluso diferentes premios y reconocimientos gracias a su buena labor, tanto turística, porque el local se había convertido también en casi un museo, y por supuesto gastronómico.
Estuvo especialmente comprometido con el mundo taurino, y también con la zambomba jerezana, de hecho el Restaurante Tendido 6 pasó a ser un lugar casi indispensable para saborear el ambiente festero de la ciudad durante la época navideña. No en vano, desde finales de los 90 hasta que cerró sus puertas en 2019, por el local pasaron siempre numerosos artistas y conocidos grupos de la ciudad.
En la última etapa, la tercera generación de la familia asumió parte del protagonismo, gracias al hijo del propio Juan Miguel, el cocinero jerezano Arturo de la Flor Repetto.
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