Un reto con muchas posibilidades

EDUCACIÓN

Un reto con muchas posibilidades
Un reto con muchas posibilidades
Guía Infantil De La Ciudad De Cádiz

17 de abril 2012 - 01:00

LAURA (diseñadora y maquetadora) y Pilar (editora y redactora), pretenden hacer los libros que, como mamás, tías, amigas y madrinas les gustaría encontrar en las librerías para sus niños. Así han montado Ediciones Defábula y su primera publicación resulta realmente original: "Cádiz, descubre la ciudad con la guía turística infantil". Lo que viene de perla para esos viajes familiares en los que los mayores cuentan con su sesuda guía y los pequeños han de escuchar descripciones que sus familiares tienen poco menos que "traducirles".

Con este libro, que recoge los lugares más destacados de la capital gaditana, se da un nuevo paso en el tipo de publicaciones infantiles. Cierto es que las Guías del Trotamundos, de Salvat (a partir de las Guide du Routard francesas), están pensadas para jóvenes y casi prescinden de ilustraciones (algunos mapas, planos y poco más) en pro de ofrecer mucha información ajustada a presupuestos, para eso sus mayores consumidores son "mochileros", y con ellas se puede viajar los mismo por Extremadura que por Yemen. Y cierto es también que la Editorial Everest tiene unos libros de recorridos por ciudades de la mano de un personaje, Peperratón, escritos por Mercedes Figuerola Martín y dibujados por Juan Ramón Alonso, formando la colección "El ratón viajero".

Pero la Guía que presentamos es algo bien distinto: es para un público comprendido entre las edades anteriores, o sea, entre 6 y 12 años (tal vez con otro tipo de ilustración se podría haber subido la edad de recomendación). Y aquí está el problema de la mayor parte de los libros de información: querer abarcar un amplio espectro de lectores sin ser muy infantiles para unos ni muy complejos para otros. La solución está en la presentación de páginas con distintos textos y de distinta tipología: informativos, descriptivos, narrativos (se incluye alguna leyenda, alguna canción), discontinuos (actividades, gráficos o esquemas) e imágenes también de diversa índole, dibujos y fotografías. Esta variedad permite que el lector en función de sus intereses y capacidad lectora seleccione unos apartados u otros y, en el mejor de los casos, todo.

Un ejercicio difícil que serán los consumidores los que tendrán que valorar y un reto para la editorial y para los ayuntamientos porque, entiendo, puede ser una buena oferta contar con esta publicación para ofertar a los turistas pero también, ojalá lo hicieran, para ofertar a los estudiantes a conocer de primera mano, como guía de recorrido, su propia ciudad.

José García Oliva. Experto en literatura infantil y juvenil.

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