Mucho más que el 'rey del vinagre'

Distintos representantes del sector vitivinícola lo recuerdan como "una persona afable y un visionario" César Saldaña: "Nos ha dejado un legado que ha dado origen a una saga"

Antonio Páez cata una copa de 'Viña Lucía' en 1999, el primer tinto que se embotelló en la provincia.
Antonio Páez cata una copa de 'Viña Lucía' en 1999, el primer tinto que se embotelló en la provincia.
Domingo Díaz Jerez

24 de agosto 2016 - 01:00

La muerte de Antonio Páez ha dejado una gran consternación entre sus familiares, amigos y los diferentes representantes del sector bodeguero. En el Marco del Jerez todos tenían en gran consideración a un hombre que ha sido mucho más que el 'rey del vinagre' y que hasta apenas dos semanas antes de su muerte, a los 93 años, siguió visitando su viña. Su pundonor y, sobre todo, su gran olfato mercantil para comercializar uno de los derivados del vino más desprestigiados en su época, le han valido para que nadie quiera recordarlo simplemente como el rey, sino como un hombre polifacético al que el jerez y su Marco tendrán que estarle, a partir de ahora, eternamente agradecidos.

"Murió en familia y tranquilo", afirmaban desde su entorno más cercano, en el que se encargaban de recalcar que había vivido "una vida plena". Lupe -fallecida-, Pepe, Marisa, Mercedes, Ñoñi, Antonio, Carmen, Esperanza y Yolanda, sus hijos, siempre le recordarán como una persona, además de buen padre, "entregada a su viña". "Allí estuvo hasta 15 días antes de morir", recuerda su hija Esperanza consternada por el fallecimiento de su progenitor a los 93 años de vida. Una muerte nunca es esperada, aunque en la última semana, la vida de Antonio se fue apagando ante la tristeza de sus familiares que mostraban ya su "paz y tranquilidad" por saber que había pasado a una vida mejor. Murió rodeado de su familia, sus 8 hijos y sus 28 nietos.

Muchos personajes relevantes del Marco del Jerez estuvieron en el tanatorio para darle su último adiós. Por la sala número 5 del mencionado edificio, en la que se encuentran reposando los restos mortales de Antonio Páez antes de ser incinerado hoy a partir de las 9,30 horas, pasaron múltiples personalidades relacionadas con el mundo vitivinícola para recordar al 'rey'. Los hermanos Estévez, Carlos y Jaime, César Saldaña, Eduardo Ojeda, Víctor Carrascal, Cristóbal Sánchez, Mauricio González o Evaristo Babé, entre otros, no dejaron pasar la oportunidad para despedirse del referente del vinagre.

Desde el Ayuntamiento de Jerez se emitió un comunicado mostrando el pesar de la corporación por la muerte de Antonio Páez, un hombre que "contribuyó de forma decisiva a la fama internacional que hoy en día tiene el vinagre de Jerez y a consolidar su presencia en los cinco continentes". En la presentación de las Fiestas de la Vendimia, la alcaldesa Mamen Sánchez recordó a Antonio Páez como "un hombre que ha dedicado su vida al mundo del vino, del vinagre de Jerez, una persona querida y admirada y siempre a disposición de la ciudad de Jerez, que siempre le ha premiado".

El director del Consejo Regulador, César Saldaña, aseguró que Antonio Páez, "sin duda, ha sido un referente". "Es una de esas personas hechas a sí misma, pero lo más importante es que nos ha dejado un legado que ha dado origen a una saga que, sin duda, todavía tiene mucho que decir en el ámbito de nuestra actividad vitivinícola". Por ello, quiso tener "un recuerdo muy cariñoso para él y para toda su familia".

Manuel Fernández García-Figueras tampoco quiso dejar escapar el momento para recordar a un jerezano tan ilustre: "Ha muerto un gran jerezano que fue el creador de la comercialización del vinagre de Jerez y que merece toda nuestra admiración por su jerezanía". De la misma forma, el ingeniero agrónomo Alberto García de Luján lo recordaba como "todo un innovador de la vitivinicultura de la zona".

Eduardo Ojeda, director de producción de las bodegas Estévez, se negaba a recordar a Antonio Páez como el 'rey del vinagre', un título que cree que le quedaba pequeño. "Es un golpe muy duro tanto para el sector como para Jerez, sobre todo por el carácter emprendedor y polifacético. Tocó la hostelería, la tonelería... Yo lo valoro por muchas cosas más aparte de por el vinagre. Era una persona trabajadora, afable y amante de la viña. Todavía recuerdo cuando iba vendiendo su vino por la calle Larga, mostrándolo en los escaparates".

Jaime Estévez, por su parte, lo dejaba claro: "Antonio Páez pasa a ser una leyenda del vino de Jerez desconocido. Era una persona ejemplar". Este hermano de la familia Estévez, que mostraba al completo su pesar por el fallecimiento del bodeguero a los 93 años, reseñaba la similitud existente entre ambas familias bodegueras y volvía a dejar claro que el título de 'rey del vinagre' "se le queda pequeño. Más que un rey es un visionario". "Él ha hecho mucho más. Revalorizó un jerez que 'nadie quería'. Es muy difícil expresarlo, pero fue pasado, es presente y será el futuro del vinagre, porque ha defendido lo que no sabíamos que teníamos y el vinagre se seguirá vendiendo gracias a él", afirmaba Estévez, quien aseguraba que "nos ha favorecido a todo el Marco". Por último, señalaba de manera tajante: "Todas las bodegas de Jerez vendemos vinagre gracias a él".

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