La robótica, otra manera de enseñar

La robótica aplicada al aula sigue haciéndose un hueco dentro del sistema educativo jerezano. La apuesta de la administración autonómica por esta materia comenzó hace tres cursos, inicialmente con una formación especial para el profesorado, algo que continuó el pasado año con el proyecto STEAM: Investigación Aeroespacial aplicada al aula, que promueve así la participación del alumnado en proyectos que integren la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas en conexión con las artes y las humanidades, de forma que despierten su inquietud por el conocimiento dentro de un ámbito STEAM.

Este año, dada la buena acogida por parte de los centros, la Consejería ha dado un paso más y al programa citado con anterioridad se han incorporado dos más, el de la Robótica aplicada al aula, y el Pensamiento computacional.

Al primero de ellos se han acogido un total de 30 centros jerezanos, mientras que al de Pensamiento Computacional lo han hecho 16. A ellos hay que sumar los 17 que han solicitado tomar parte en el Investigación Aeroespacial aplicada al aula, que continúa este curso.

En lo que a la Robótica en el aula se refiere, tal y como ha informado esta semana la Junta esta misma semana, los colegios jerezanos que participan son San Vicente de Paúl, Juventud, Virgen del Mar, El Membrillar, Las Granjas, Blas Infante, Lomopardo, Sagrado Corazón de Jesús, María Auxiliadora, La Salle, La Barca de la Florida,Madre de Dios, San Juan Bosco, San Juan de Dios La Marquesa, Tartessos, La Unión, Poeta Carlos Álvarez, La Alcazaba, Montealegre y La Campiña.

Por su parte, a nivel de institutos se han inscrito IES Fernando Savater, Francisco Romero Vargas, Elena García Armadas, Santa Isabel de Hungría, Lola Flores, IES Sofía, Andrés Benítez, Vega del Guadalete, Seritium y San Telmo.

¿Por qué el auge de la robótica?

Pero, ¿por qué este auge de la robótica? ¿Qué aporta esta nueva disciplina al currículo escolar? Luis García Cabello es docente del CEIP Blas Infante y uno de los pioneros en la ciudad en introducir la robótica en el aula.

Su experiencia arrancó hace 10 años en su centro educativo y hoy por hoy no sólo ha convertido al Blas Infante en un colegio espejo para otros centros, sino que ha logrado captar la atención del alumnado, encantado con esta nueva forma de trabajar.

No hay que olvidar que con esta asignatura “se trabaja por encima de todo el aspecto colectivo, lo hacemos de forma grupal, como actualmente hacen las grandes empresas en cualquier parte del mundo. Todo se hace dentro de una metodología colaborativa”, asegura Luis García.

Además, la robótica educativa supone “ir más allá, es un medio para conseguir otras cosas, y con ella se pueden trabajar otros contenidos del currículo. Fomentamos el pensamiento computacional y de alguna forma, estamos cambiando el modelo, dejando lo memorístico a un lado y consiguiendo que ellos mismos (el alumnado) sean el centro de su aprendizaje”, recalca Luis García.

“El año pasado, por ejemplo, con el proyecto ‘Alice in Wonderschool’ conseguimos promover la lectura y el inglés, y de esta forma el alumno se siente más atraído, es una herramienta transversal”.

Después de casi una década de experiencia, este docente jerezano considera que “aunque los alumnos de hoy día son nativos digitales, no tenían herramientas para producir en internet”, de ahí que esta asignatura esté de moda entre los estudiantes, desde infantil a Secundaria. Eso sí, cada centro la imparte de diferente manera, ya que mientras en algunos colegios se lleva a cabo en plástica, en otros se hace como optativa e incluso ya hay muchos centros que lo ofrecen dentro de su oferta de actividades extraescolares.

Luis García destaca también que con la robótica “el alumno mejora su capacidad de exposición, para nosotros es un orgullo ver cómo exponen los trabajos cuando hemos ido a alguna feria”.

Esta misma idea la defiende Juan Carlos Vargas, responsable de tecnología y robótica en el IES San Telmo. En este instituto jerezano, el boom por esta materia también ha levantado especial interés entre el alumnado. Fue el pasado año cuando “empezamos a trabajar el tema con dos grupos como optativa, y este año hemos aumentado hasta cuatro y tenemos lista de espera”.

Si por algo destaca este centro es por su participación en muchos proyectos que oferta la Junta. Es más, a través del Transfórmate ha conseguido grandes logros para el instituto, entre ellos, estructurar un aula de robótica muy potente, en la que destacan siete impresoras de 3D (de filamento y de resina) y “robots para todos los alumnos. Aquí tenemos la fortuna de que cada alumno tiene su robot, no lo comparten como puede ocurrir en otros centros, y también su propio ordenador”, recalca Juan Carlos Vargas.

El instituto trabaja esta asignatura optativa de manera interdisciplinar de tal forma que “podemos interactuar con otras materias, como el caso de biología para la que hicimos cráneos en 3D”.

“El alumnado está muy motivado porque en la asignatura damos control y robótica, y eso hace que ellos diseñen todo para su robot. La fórmula ensayo-error les viene muy bien para aprender, ya que aunque tenemos nuestro espacio para la teoría, aquí la práctica resulta fundamental”.

Por su parte, al programa de Pensamiento Computacional se han inscrito los colegios San Vicente de Paúl, Alfonso X, Juventud, El Membrillar, Las Granjas, Tartessos, Blas Infante, Lomopardo, Poeta Carlos Álvarez, Montealegre, Cuartillos, Guadaluz, Fernando Savater, Romero Vargas, Elena García Armadas y el IES Almunia.