RockHouse, escalada de retos

María Villa y Pablo Nicolás Aguilera inauguran un novedoso rocódromo en Jerez, para todos los niveles, basado en la intuición y la exploración

Así es por dentro RockHouse el rocódromo de Jerez en imágenes

María Villa, en una de las zonas del rocódromo RockHouse.
María Villa, en una de las zonas del rocódromo RockHouse. / Miguel Ángel González

Un sueño grabado en la roca. RockHouse, el nuevo rocódromo de Jerez, ya es una realidad. La historia empieza en Valencia, donde María Villa y Pablo Nicolás Aguilera habían empezado una nueva vida hacía tan solo diez meses. Reciben una llamada de Juan Carlos Galán, propietario del que fuera el rocódromo Yak Mountain en Jerez, amigo y profesor de escalada de la pareja, y les informa que cerraba el negocio para dedicarse a otra labor profesional. "Nos decía que le daba mucha pena por la escuela de alumnos, pero se quedó ahí la conversación. De algún modo, nos lanzó la idea, la posibilidad de que se quedaba vacío el local. Y vimos la oportunidad", cuentan.

María, de Jerez, y Pablo, de La Patagonia, son escaladores y se conocieron por el highline, equilibrio entre cuerdas en la montaña, aunque ya tenían en común la afición por la escalada. "Una vez soñamos juntos: ¿y si abrimos un rocódromo? Se quedó ahí porque era un sueño... Pero cuando vimos que este local se quedaba vacío, algo nos nació y aunque estábamos a muchos kilómetros de distancia de Jerez, nos lanzamos. Y aquí estamos, teníamos cierto miedo al principio, pero con mucha ilusión".

Totalmente reformado, RockHouse ofrece un tipo de escalada boulder, por bloques de colores. "La escalada artificial, de ciudad, en rocódromo, ha evolucionado mucho en cuanto a materiales, configuraciones, espacios. Lo que intentamos es eso: ya que nosotros escalamos y sabemos lo que nos gusta, pues tratamos de darle eso a la gente aquí, en la provincia, donde no hay un rocódromo de estas características. Aportamos una forma de escalar más intuitiva, en la que desenvolverte solo con tus propias capacidades y en todos los niveles, desde cero", apunta Pablo.

De hecho, los emprendedores explican que se harán rotaciones de paredes, de bloques. "La escalada actual que se centra en bloques lo que hace es plantearte un problema: desde dos puntos tienes que llegar a otro que está alto y con tu cuerpo y tus habilidades tienes que conseguirlo. Cada cuerpo es diferente y llegas de una forma u otra. Al final, lo que haces es que tu cerebro se enfrenta a la resolución de un problema y por ello se crea la rotación, para generar retos diferentes cada varias semanas". Todo ello se desarrolla según diferentes niveles, desde iniciación hasta profesional.

"La escalada ha sufrido una revolución. Es un deporte muy social, además es olímpico y el primer oro ha sido este año de un español, Alberto Ginés. Se ha convertido en algo popular que hace que la gente se mueva de una manera divertida, que salga de la rutina, desconecte. Y no hay que ser alpinista para escalar, sino una persona que le apetezca mover su cuerpo y descubrir movimientos nuevos". María y Pablo animan a las personas que nunca han probado la escalada, "a venir a visitarnos. Es un deporte muy divertido, te ayuda a explorarte, a sentirte vivo. La gente se limita porque piensa que no tiene fuerza, pero la fuerza se gana escalando desde todos los niveles".

RockHouse ofrece bonos, mensualidades, escuela para niños, adultos, celebración de cumpleaños infantiles los fines de semana, eventos privados para empresas como team building, yoga para escaladores, etc. Además, permiten el acceso de mascotas. El rocódromo también contará en unos días con una cafetería.

María y Pablo agradecen el apoyo de familiares y amigos, y los mensajes de ánimo de la comunidad escaladora de la provincia de Cádiz, así como de Sevilla y Huelva. "Sin todos ellos, esto hubiera sido mucho más difícil", aseguran.

María Villa adelanta además que ya se está preparando el ‘V Encuentro Femenino Montaña y Escalada’, para el que pronto se conocerán las fechas y que organizan RockHouse y ‘Women on the wall’.

stats