Juana de Dios Lacoste, 10: Esta casa es aún más ruina

Los trabajos de desescombro y apuntalamiento de este céntrico inmueble muestran que el estado del inmueble es aún peor de lo que se pensó en un inicio

La Junta ha tenido que contratar nuevas demoliciones ante el riesgo de derrumbe de forjados, muros de carga y bóvedas

El organismo autonómico proyecta desde hace años su rehabilitación para que albergue cinco viviendas para alquiler

La calle San Juan ya está en obras

Inmueble ubicado en el número 10 de la calle Juana de Dios Lacoste.
Inmueble ubicado en el número 10 de la calle Juana de Dios Lacoste. / Manuel Aranda

El deterioro y el estado de ruina del número 10 de la céntrica calle Juana de Dios Lacoste es aún peor de lo que se creía en un principio. Esto ha provocado que la Junta de Andalucía se haya visto obligada a realizar más demoliciones de las previstas inicialmente en este inmueble protegido, donde se prevé en un futuro rehabilitarlo para que albergue cinco viviendas que se destinarán al alquiler.

Los trabajos de desescombro, limpieza y apuntalamiento que contrató la administración autonómica en 2020 se han visto insuficientes debido a que el deterioro del inmueble es mayor a los estudios previos realizados. Así, en un informe técnico de la administración autonómica se alerta de la situación “sumamente peligrosa para la seguridad” de los operarios que trabajan en su interior debido al “deterioro del sistema estructural” de las dos viviendas que conforman el edificio.

El número 10 de la calle Juana de Dios Lacoste es una casa patio datada en el siglo XIX que lleva más de dos décadas cerrada. De hecho, la Junta tuvo que adoptar medidas colocando puertas de seguridad y tapiando ventanales y balcones para evitar que se pudiera acceder al interior. Sin embargo, una vez iniciados los trabajos de desescombro y limpieza, se detectó que se habían producido derrumbes completos y parciales de forjados en distintos puntos de la casa patio. Además, se habían caído o estaban en serio riesgo de venirse abajo algunos muros de carga, unos daños que han provocado, incluso, otras patologías secundarias en distintas estancias. También hay bóvedas de ladrillo fracturadas.

Por lo tanto, los estudios técnicos del organismo autonómico consideran necesaria la demolición de estos y otros elementos para poder seguir procediendo al desescombro del inmueble, unos trabajos que no se han podido acometer completamente en la actualidad por no poder garantizarse la seguridad de los trabajadores. Una vez se realicen estas labores, que tendrán un coste de unos 60.000 euros, casi el triple de lo contratado inicialmente, ya se podría iniciar la licitación para la rehabilitación integral del inmueble propiamente dicha.

Ahora bien, este es un proyecto que lleva más de 15 años de tramitación. En 2007, su rehabilitación fue adjudicada, aunque nunca llegó a realizarse debido al inicio de la crisis inmobiliaria de finales de esa década. En este tiempo, se aprobó un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que incluyó a este inmueble en el catálogo protegido del casco histórico, fijándose su conservación arquitectónica.

Esto, unido a los cambios normativos en el Código Técnico de la Edificación realizados en los últimos años, motivó que el anterior proyecto fuera inviable por lo que se hace necesario elaborar uno nuevo. Ahora bien, para ello la Junta tenía que saber el estado real del edificio, de ahí que contratara en 2020 los trabajos previos de desescombro y apuntalamiento que finalmente han sido insuficientes debido a que el estado del inmueble es aún más ruinoso de lo que se pensó en un inicio.

En la memoria de las obras se apunta que, aunque la actuación de desescombro y apuntalamiento de la casa patio cuenta con la licencia municipal desde 2019, la Junta entiende que es necesaria una ampliación de la autorización dada, tanto en los trabajos de demolición previstos en el nuevo informe como aquellos otros que sean necesarios una vez se continúe trabajando en el interior del inmueble.

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